Por: Georgina Morales
Todos
los días cuando nos levantamos para ir a nuestro trabajo
pensamos en todo lo que tenemos que hacer en el día. Mientras manejamos estamos
repasando la lista de pendientes que tenemos.
Al llegar a nuestra oficina comenzamos y ya no paramos. “A veces los
días son tan pesados”, típica frase.
¿Cómo
podemos aligerar nuestros días? Nuestros compañeros llegan igual de
predispuestos que nosotros, cómo poder “llevarla leve” entonces. Cosas tan
sencillas como no tomarnos todo tan personal, puede ayudar. Al trabajar,
solemos ser un poco aprehensivos y obsesivos con nuestras cosas que las tomamos
como si en verdad fueran parte de nuestro ser. Suena algo raro pero es muy
común.
El
tomarnos las cosas a la ligera nos puede ayudar a estresarnos menos y a
trabajar no con la idea de “tengo mucho trabajo y poco tiempo”, sino, con
nuestro “timing” natural sin dejar que se nos pase de ligero.
Otra
cosa importante es que debemos siempre tener en mente que lo que pase en el
trabajo se debe quedar ahí, no podemos cargar con nuestros pendientes todo el
día ni mucho menos con cuestiones que nos amargaron. No es sano.
Simplemente
llegamos, hacemos lo que nos toca, claro, siempre buscando obtener un producto
final de calidad y superando las expectativas, y al final, nos vamos
satisfechos a disfrutar de otra faceta más de nuestra vida.
Cuando
disfrutamos cada uno de los instantes de nuestra vida, sean buenos o malos,
aprendemos a lidiar con futuras situaciones. Dejamos de tratar de predecir y
controlar todo, y somos más felices.
G
@Georginna_M
gina.m88@gmail.com
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