miércoles, 3 de abril de 2013

LO QUE LE HACE FALTA A MÉXICO A 100 DÍAS



Por: Georgina Morales

Con los hechos recientes, a 100 días de que Enrique Peña Nieto tomó posesión, las dudas sobre sus primeros actos de gobierno, comienzan a aflorar. Me parece que existe algo oculto. Tanta “justicia” o mano dura, cómo le quieras llamar, me hace dudar. Aunque, viendo las cosas desde otro ángulo, pareciera que por fin alguien llegó a  poner orden, o…. ¿no?


Lo cierto es que desde que inició su gestión, la delincuencia organizada y sus crímenes no han menguado. Más de 3 mil muertos, se han registrado en estos meses. He de decir, que no está bien victimizar a todos los “caídos”, como tampoco es correcto, decir que los ya fallecidos formaban parte del crimen organizado. La cuestión es que la situación que se vive en México es la misma: inseguridad.
Con estos antecedentes, Peña Nieto hereda un México de plomo y balas. Su tarea es difícil.

Analizando su postura, a la vieja usanza, he de reconocer algo. El PRI vuelve a Los Pinos a centralizar el poder. Está retomando las riendas que las anteriores administraciones soltaron “de más”. La detención de Elba Esther, la Reforma Educativa y la próxima en Telecomunicaciones, escriben un mensaje claro: “Aquí el que manda, es el Presidente”.
Por una parte, creo que es necesaria una mano dura en este país. Y es que la administración se salió de control, con tanta delegación de funciones y duplicidad de las mismas. Es menester, retomar lo que antes se había dejado en segundo término… pero ¿hasta qué punto?

La centralización del poder traerá consigo, problemas y retos. La otra cara de la moneda se ve turbia. Nos hace preguntarnos ¿qué negociaciones se habrán sostenido para sacar adelante las reformas? O tal vez, la interrogante de entender el fin de la Reforma a la Ley de Telecomunicaciones. La fachada se ve bien, a la vista mortal, habrá que esperar o indagar y buscar su esencia.
Nuestra atención, se ha centrado en estos primeros actos de gobierno, y nos han desviado de la cantidad de muertos que van hasta ahora. O el hecho de que  nuestro Presidente conserva el fuero, y los demás no.

Desde mi punto de vista esta centralización del poder podría ser incluso benéfica para el país. Pero a largo plazo, podría representar un retroceso en la vida democrática mexicana.

G
@Georginna_M
gina.m88@gmail.com

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