lunes, 29 de septiembre de 2025

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: Tengo la sensación, de que, entre la tribu de la 4T, está de moda el dios pagano Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, ese mítico personaje prehispánico, para mayor efecto uno de los dioses principales de la cosmogonía indígena, y que, según la leyenda, era la deidad creadora del hombre, llamado también el señor de la aurora y la “Serpiente Nube de Lluvia”. 

Este dios entregó al hombre el maíz, así como el pulque —hoy conocido entre la raza como “el rico tlachicotón, elixir de los reyes aztecas y filete de los pobres”—. Quetzalcóatl también es el creador del calendario, lo que lo convirtió en una deidad común entre diversas civilizaciones mesoamericanas, porque entre los mayas, un personaje muy similar existió, pero con el nombre de Kukulkán y, asimismo, divinidad entre los toltecas y los olmecas


Se decía de él que era un hombre de piel blanca y barbado, de ahí que, a la llegada de los españoles, muchos pensaran que se trataban del buen Quetzalcóatl regresando a “sus tierras”. Pero independientemente de todo lo anterior, y como resultado de esa consigna del otro dios maya que es Andrés Manuel López Obrador, de cambiar la historia a voluntad y por conveniencia para meterle al “pueblo sabio y bueno” que los mexicanos, ya existíamos a la llegada de los españoles y que estos, los europeos, eran los más malditos de la película, se vienen presentando ridiculeces como la de los nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, esos que nacieron, no de Quetzalcóatl, sino de los “benditos acordeones”, los cuales al tomar posesión de su nuevo cargo, “tuvieron a bien” hacerse una limpia entre hierbas de perejil, cilantro y ramitas de pirul, con profusos sahumerios de copal y hierbas finas como la dorada de Acapulco, el sonido de caracoles y cacaraqueos de gallinas, los altos servidores públicos y más de la 4T, recibieron otros bastones de mando como alguna vez el tlatoani de Palenque le dio a su “corcholata” preferida. 


Estos inteligentísimos altos jueces, además pidieron al dios Quetzalcóatl y a Tonantzin, figura sincrética de la Virgen de Guadalupe y a las deidades aztecas, al sol, a la luna, a la tierra, a los ancestros, a los naguales que los protegieran de todo mal. Y, lo peor, como si estuviéramos en Venezuela (ya casi), donde al sátrapa Nicolás Maduro se le apareció el gorila Hugo Chávez por medio de un “pajarito”, acá saltó a la patética escena un colibrí representando a las todopoderosas deidades prehispánicas, augurándoles éxito en su perversa misión de desaparecer el poder judicial por órdenes expresas y directas de YSQ. 


Otro limón pal´caldo. En Tijuana, durante la ceremonia del grito, la noche del 15 de septiembre, el presidente municipal de esa fronteriza municipalidad, en su larga arenga, tuvo tiempo y ganas de gritar vivas al mismísimo Señor Quetzalcóatl, sumándose a ese nacionalismo exaltado y demagógico que caracteriza a nuestros políticos totonacas. Y, para rematar, durante el desfile tradicional del 16 de septiembre en la CDMX, aparecieron unos cadetes que conformaron la llamada “Compañía Chimaltlalli” del Heroico Colegio Militar, los cuales en sus uniformes llevaban adosados, algo que se les notaba incómodo, una especie de hombreras tipo de los que usan los jugadores de futbol americano, que parecían alas de la serpiente emplumada o platos al revés ensartados en el cogote de los pobres cadetes, quesque para rendir tributo a los guerreros aztecas. 


DON PASCUAL ORTIZ RUBIO "EL NOPALITO"

Dijeran mis exalumnos: “¡No manche profe!”. Pues bien, estos ocurrentes sujetos ni siquiera son originales, porque en 1930, el entonces presidente de la república Don Pascual Ortiz Rubio, tuvo la “feliz ocurrencia” de eliminar de un plumazo y por decreto presidencial, al buenote, rollizo y coloradote Santa Claus, al que consideró una nefasta influencia extranjera y ordenó, que en esa navidad, la de 1930, a los niños mexicanos, los juguetes, la ropa y los dulces, se los entregara el dios Quetzalcóatl, quien bajó de una hechiza pirámide montada en el viejo Estadio Nacional, para burla de todos los habitantes de aquellos ayeres. A Don Pascual, no sé si por espinoso o por baboso, el pueblo le decía “Nopalito” … ¿Cómo les diremos a estos ingeniosos sujetos de la 4T?  

 


 DE DULCE: Siempre ha sido un “sueño guajiro” de todo mexicano, que, al momento de llegar al poder y ceñirse la banda presidencial en el palacio de San Lázaro, ante todos los legisladores, gobernadores, embajadores de las naciones invitadas, secretarios de estado, entrantes y salientes, así como una runfla enorme de políticos y bribones de todas categorías, y por supuesto, la nación entera viendo aquella parafernalia grillesca por televisión, el presidente entrante, luego del juramento —ese que nadie respeta—: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen…bla, bla, bla…”, enseguida diga: “¡mexicanos, como primer acto de gobierno, quiero que inmediatamente metan a la cárcel a este bandido!”, señalando obviamente al presidente saliente; y como en el anuncio de las galletas “Emperador”, llegue una guardia pretoriana y se lleve al “interfeuto” para encerrarlo en el más oscuro y pestilente calabozo. Como dije, eso no pasa de ser un “sueño guajiro”. 

Su servidor, nació en los últimos diez meses del gobierno de Adolfo Ruiz Cortines, a partir de ahí transitaron los gobiernos de doce presidentes (¡Achis, ya no me cuezo al primer herbor!), y, ya con algo de conciencia y con la sapiencia de lo que es malo y lo que es bueno, llegué a la nada sesuda conclusión de que el presidente entrante, tiene la consigna de cuidar las espaldas y todas las triquiñuelas del mandatario que se va: López Mateos, cuidó a Ruiz Cortines; el simiesco Díaz Ordaz  a Don Adolfo; Echeverría no pisó la cola de Don Gustavo, y a su vez fue bendecido por López Portillo y así hasta López Obrador, del que, los que votamos por él, pensábamos que, ahora sí, el “sueño guajiro” se haría realidad, pero, valga la “rebuznancia” fue triste la realidad, es evidente que AMLO, llegó a un acuerdo con el copetudo personaje Peña Nieto y durante seis años, por lo que no lo tocó ni con el pétalo de una rosa. Incluso, el enemigo número uno de ese desastroso gobierno, fue Felipe Calderón Hinojosa, a quien, en cada mañanera, el macuspano, lo ponía como palo de gallinero. 

Por supuesto, Andrés Manuel, dedicó con efusividad, dividir y polarizar a la nación, por ello, peleó con todo lo que se moviera: los intelectuales, los periodistas, los científicos, los padres de niños con cáncer, la clase media, las universidades, especialmente la UNAM, las madres buscadoras y por supuesto, la retahíla que a diario le insertaba en las neuronas al “pueblo sabio y bueno”: neoliberales, políticos de derecha y conservadores, todos ellos racistas, clasistas y traidores a la patria, según su perturbada mentalidad. 


Pero el enemigo número uno fue —y sigue siendo con la “prasadanta con A”— Felipe Calderón. Ahora este número de enemigos malignos ha crecido con la Sheinbaum, pues constantemente ataca a Ernesto Zedillo, e incluso a Peña. Lo cierto, es que estos dizque ataques, no son otra cosa más tirarle piedras a la luna, pues ninguna acción legal hay contra estos. Volviendo al “sueño guajiro”, lo ideal es que Claudia y sus machuchones colaboradores, se lanzaran con todo sobre estos ex presidentes que sabemos, tienen una larguísima cola que les pisen. Principalmente el inmediato anterior: AMLO, el rey del cash y del huachicol. Pero, me queda el mal sabor de boca, de que eso, solo seguirá siendo: un inane “sueño guajiro”.

 


DE MANTECA: Me sigue doliendo, aunque muchos no me lo vayan a creer, que Claudia Sheinbaum, la primera “prasadanta con A”, en la historia nacional, en lugar de administrar al país, dedique su tiempo y todos sus esfuerzos a administrar la supuesta inocencia de un largo listado de bribones y malandrines que conforman la supuesta cuarta transformación de la nación, esa que, su diosito de Tabasco, llegó a exagerar nombrándola como la “revolución de las consciencias”. 

Lo peor para la Doctora, es que esa lista de trúhanes es ya muy larga y cada día que pasa, salta una nueva liebre, como hace un par de día apareció la nueva de que el draculesco Adán Augusto López, el carnal incómodo de AMLO, no bastándole con los escándalos de la barredora y el huachicol, ahora nos sale con que habría omitido en sus declaraciones patrimoniales 79 millones de pesos recibidos entre 2023 y 2024 de empresas privadas, muy raras todas ellas. 

A ver con qué nos sale la Sheinbaum con su ya aburrida defensa de este pillo, en la patética “mañanera del pueblo”. Como yo lo veo, y es el más grande mal que nos dejó López Obrador y lo verdaderamente importante, no es que un puñado de hombres haga maldades, sino que puedan convencer a una gran mayoría de hombres comunes de que los ayuden a hacer maldades, y que haya un pueblo tan enojado con los anteriores y corruptos gobiernos, que hoy aplauden a rabiar los terribles trastupijes y la depravación moral de los nuevos dueños de México. Es triste. Gracias por seguirme y recuerden amigos que solo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible para los ojos. ¡Salud!


domingo, 21 de septiembre de 2025

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: Inusual, por supuesto; extraño, siempre; valiente, sin duda; digno, por sobre todo. En un océano enorme de mentiras, verdades a medias, corrupción e impunidad, por donde navega la cuarta transformación, el discurso que el 16 de septiembre, durante el desfile que festeja la independencia de México, pronunció el Secretario de la Marina, Almirante Raymundo Morales Ángeles, fue como un bálsamo que viene a ser un paliativo sobre los golpes que a diario asesta el gobierno federal con falacias y los embustes discursivos para que se los trague el pueblo “sabio y bueno”. 

El Almirante Morales, nos da esperanza de que hay futuro y, lo más importante, honor y dignidad, aún en medio de la cloaca pestilente que está al frente del poder. Morales, por principio de cuentas reconoció el desmadre y el robo descarado del huachicol, así como la participación de elementos de la Marina, dijo claramente: “…sería imperdonable callarlo, el mal en la Marina, no encontró lugar ni abrigo.” No sé si la Sheinbaum al oír esto, se puso colorada hasta la nuca, ya que ha intentado a todas luces proteger al anterior Secretario de Marina Rafael Ojeda Durán, porque sabe que ese camino la lleva directamente a Palenque, donde se esconde su creador. 

Siento que siempre será bueno reconocer los errores y los males —no pasa nada, al contrario—, es peor ocultar las cosas o defender lo indefendible. No todos en el pueblo estamos pendejos. Es claro que si uno no tiene cola que le pisen, será sano agarrar al toro por los cuernos y que se haga pagar a los culpables, como dijo el Almirante: “…se trabaja [en la Marina] para erradicar males como la corrupción, pase lo que pase, duela lo que duela, se trate de quién se trate…” 

Ojalá que la “prasadanta con A”, tome ejemplo de la dignidad del Secretario de Marina y de lo que él representa y que ahí lo expresó se manejan estos valores: honor, lealtad, deber y patriotismo. En los hechos, señora Claudia, no en los embusteros discursos y comunicados de las patéticas “mañaneras del pueblo”, o como sucedió la noche anterior a este acto, durante el grito de independencia donde gritó a todo pulmón, palabras como “dignidad”, y “libertad”, cosas que para los que integran la 4T, no tienen importancia ni conocen su significado. 


¿Hoy, cuántos senadores, diputados federales y locales, funcionarios públicos y gobernadores, tienen una pizca de dignidad y de honor? ¿Fernández Noroña, Adán Augusto, Evelyn Salgado, Dato Protegido, Andy y el propio Andrés Manuel o decenas de gobers preciosos? Por supuesto que no creo que estas lacras se hayan abochornado con el mensaje del Almirante Morales Ángeles. Algunos legisladores de Morena, ni siquiera lo entendieron. Remató el titular de la Marina, con una frase que debió ser una bofetada a la mandataria hechiza de AMLO: “Quien ama a México, tiene la responsabilidad de responder”. ¿Responderá Sheinbaum?

 

 DE DULCE: Por supuesto que el grito de independencia que por primera vez en la historia de México lo hizo una mujer en la persona de Claudia Sheinbaum Pardo, fue también una ceremonia del feminismo. Ella, como la “prasadanta con A” que tanto se presume, supongo que quiso atraer de nueva cuenta al sector feminista que tan despreciado estuvo con Andrés Manuel López Obrador, quien, como sabemos, se peleaba hasta con su sombra. 

Claudia, seguramente exigió que hasta la escolta que le llevó la bandera fuera integrada por solo mujeres cadetes. En la arenga, dio más toques feministas al acto, comenzando por quitarle el apellido del marido a Doña Josefa Ortiz de Domínguez, a la que siempre conocimos con ese nombre y llevaba el apelativo de su esposo, el corregidor de Querétaro Don Miguel Domínguez. El nombre completo de ella era María Josefa Crescencia Ortiz Téllez-Girón, pero la Sheinbaum, le quito el Crescencia y el Domínguez. Dando a entender que, en estos tiempos, esa costumbre y usos del pasado, solo eran eso: cosa del pasado. 

Como sabemos, Josefita —como la conocimos de niños cuando aparecían en las moneditas de cinco centavos de hace muchos ayeres— fue parte importante de la primera parte del movimiento de independencia. Otra de las mujeres nombradas en el grito, es el de la conocida Leona Vicario, cuyo nombre completo fue el de María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, valiente mujer, que con su propio dinero apoyó sin mengua la causa insurgente y arriesgó la vida y su libertad buscando la independencia de México. Ella también casó con un notable de la época, Don Andrés Quintana Roo. 

Siguió Gertrudis Bocanegra, un personaje también de la lucha independentista, pero no tan conocido. Ella, Gertrudis, realmente fue una espía de los insurgentes; servía de correo entre las filas de combatientes y en una de esas fue apresada por los españoles y sometida a tortura para que delatase a los cabecillas enemigos del ejército realista, pero ella no se rajó. Terminó siendo fusilada, pero es reconocida como otro de los miles de luchadores desconocidos. 

El último nombre que acomodó en su lista la presidenta, fue el de Manuela Molina, llamada “La Capitana”, título que le otorgó la suprema Junta de Zitácuaro, por haber participado, con mucho pundonor en al menos siete batallas. Combatió heroicamente junto a José María Morelos y Pavón. Manuela, fue herida en combate y, a causa de esas lesiones murió un año y medio después entre penas y dolores. 

Creo que a la Sheinbaum, le faltó añadir a otra mujer, combativa, comprometida, muy inteligente y polémica, María Ignacia Rodríguez de Velasco de Osorio Barba y Bello Pereyra, más conocida en la historia como la “Güera Rodríguez”, dama muy bella, amante lo mismo de virreyes, generales y hasta de Agustín de Iturbide. Reconozco que me gustó el “grito” de Claudia Sheinbaum, aunque me queda en retintín de que eso del feminismo, es otra de las clásicas demagogias de la 4T. Quizá me equivoco, pero me doy de santos, que no le echó porras a su creador, ni invocó al nuevo elemento de Morena que es Quetzalcóatl, y tampoco echó muertes a nadie, como sí hacía el Diosito de Tabasco.

 


DE MANTECA: Dijo un sabio requetebién sabio, que la ignorancia es el peor de los males porque te encierra en una jaula sin que sepas que estás atrapado... Los políticos mexicanos --en realidad todos los del mundo, pero los nuestros brillan como focos LED--, son en verdad unos zafios, incultos y patanes, tanto que hacemos mal en compararlos con los asnos de las granjas y los pollinos de la verde campiña nacional, que a todas luces son más inteligentes y vivarachos que esa lacra nacional. Vea usted. 

* Felipe Calderón, del PAN, ignoraba los trastupijes de su secretario de seguridad, Genaro García Luna, hoy enchiquerado en EEUU. 

* Adán Augusto de Morena, ignoraba que su mejor hombre, Hernán Bermúdez, "el comandante H" era el mero machuchón del cártel de la Barredora. Este ya duerme en los frescos calabozos de Almoloya.  

* Andrés Manuel López Obrador, de Morena, hueytlatoani de Macuspana, ignoraba que existía eso que llaman huachicol --tan lo ignoraba que decía que eso ya no existía-- y que su secretario de Marina, estaba más que enterado que él. 

* Roberto Sandoval Castañeda, nuestro exgober precioso, del PRI, ignoraba las andanzas en las que se movía su fiscal de oro, Edgar Veytia, este, encerrado en gabacholandia, aquel en el cefereso del Rincón. 

* Marina del Pilar Ávila, gobernadora de Baja California, ignora porque el gobierno norteamericano les retiró las visas a ella y a su marido, conocido lenón de la zona fronteriza. 

* Sandra Cuevas, ex alcaldesa de la Cuauhtémoc de la CDMX, de Movimiento Ciudadano, ignoraba que su "pioresnada" Alejandro Gilmare, más conocido en el bajo mundo como el "el Choko", era el mafioso del barrio --hoy por cierto tras las rejas--. 

* Hilda Araceli Brown, diputada federal de Morena y ex presidenta municipal de Rosarito, ignora por qué el tesoro de Estados Unidos, la tiene en una lista más negra que su conciencia. 

* Claudia Sheinbaum, presidenta de la república por Morena, esa doñita que nunca sabe nada de nada, pero que dizque intenta averiguar algo y maquillarlo lo mejor posible, porque sabe muy bien que todos los caminos llevan a Palenque, solo ha dedicado sus esfuerzos a proteger y acuachar a tanto mafioso, corrupto y malandro de la transformación de cuarta. 

Tristemente para ella, pasará a la historia como "el escudo protector de la 4T". Estos pillos y bribones, gaznápiros ignorantes, son como aquella prostituta que se volvió loca cuando supo que las demás cobraban. De uno o de otro partido, todos estos mañosos de primerísimo nivel, tienen una ignorancia tan estricta, que abarca todos los conocimientos del saber humano. Gracias por seguirme y recuerden amigos que solo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible para los ojos. ¡Salud!


miércoles, 17 de septiembre de 2025

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: Es imposible ocultar toda la basura debajo del tapete. Tal vez uno o dos días se pueda, pero no para siempre. La suciedad es tal en este régimen de la dizque cuarta transformación, que ya se acumula una torre de estiércol, apestoso y purulento, debajo del tapete “de la honestidad” de un gobierno que en ratos parece naufragar y que intenta, infructuosamente, maquillar la “prasadanta con “AClaudia Sheinbaum, en sus cada día más patéticas “mañaneras del pueblo”. 

Los jerarcas de la 4T piensan que con solo darle al “pueblo sabio y bueno” frases hechas en el anterior gobierno, es suficiente para que todos lo crean. Especulan que, en efecto, como decía el jefe de propaganda nazi Josef Goebbels, “una mentira contada mil veces se convierte en una verdad”. Por ello brotan como hongos, los consabidos: “No somos iguales”, “Ya no hay corrupción”, “la austeridad republicana”, “vamos bien”, “los neoliberales del pasado son los culpables”, “la prensa chayotera siempre nos ataca”, y mucha saliva echada fuera en forma de palabras falaces y pretextos que ya no llenan los espacios. 


Claudia Sheinbaum, pienso yo, que ya debe estar harta de defender lo indefendible y verse rodeada de tanto sinvergüenza y la patanería de muchos morenistas a su alrededor. Cada día va cayendo a pedazos el endeble castillito de naipes que construyó a base de mentiras y costosas fantasías Andrés Manuel López Obrador. Ahora, un nuevo escándalo de corrupción mancha “las impolutas” faldas de la 4T, el llamado “huachicol fiscal”, es decir, ya no se trata de solo perforar oleoductos o tomas donde transita el combustible, sino de una mega industria de robo de carburantes a gran escala, en la cual se involucran 14 buques cargueros, cientos de pipas, literalmente la toma de puertos y aduanas, así como la participación de agentes aduaneros corruptos, muchos de ellos “servidores públicos” adscritos a la Secretaria de Marina y hasta empresarios, pasando por una runfla de perversos depredadores del erario público, hoy tan golpeado; todos, por supuesto de Morena.


Este huachicol fiscal significa un quebranto híper millonario para el gobierno de México. Se calcula que, solo en 2024 entraron indebida y clandestinamente, 18 mil millones de litros de combustible ilegales en el mercado mexicano. Ese mercado negro de combustibles le cuesta al erario unos 177.000 millones de pesos al año, cantidad que no cabe en las neuronas. Como ya se ha visto, todo lo malo que está sucediendo en esta pobre nación, los hilos conductores o los caminos llevan directamente a López Obrador. Ese oscuro personaje, al que llaman “el mejor presidente que ha tenido México”, quien sin rubor y con la desfachatez con que caracterizó su desastroso gobierno, nos gritó, que ya se había acabado con el huachicol. 

En este escándalo, desenfrenado, descarado, desvergonzado, inmoral y traidor a la patria, están envueltos el ex Secretario de Marina Almirante Rafael Ojeda, dos miembros de su familia, uno preso y el otro prófugo; otros altos mandos de esa misma fuerza naval, el Fiscal General de la República Alejandro Gertz Manero, decenas de agentes aduanales y, muy seguramente, machuchones de la cuarta transformación, entre ellos, el inefable Andy, quienes se enriquecieron a manos llenas con este “negocito”. Pero, como dije arriba, si se sigue la huella huachicolera, iremos a parar directamente el rancho “La Chingada”, donde el Rey de Palenque, escribe el próximo premio Nobel para México, y es que él solito se echó la soga al cuello cuando expresó en septiembre de 2019 en Chihuahua, sin ningún titubeo: “…el presidente de México, se entera de todo y no hay negocio jugoso que se haga sin su visto bueno, si hacen una transa grande es porque el presidente lo permitió”. 

A todo este desmoche rateril, hay que sumar la sospechosa muerte de dos marinos, uno dizque suicidado, y el otro en un accidente en una práctica de tiro, ambos al parecer involucrados en este drama, pero ya se contabilizan, en este enredo once sacrificios al dios Quetzalcóatl. Pobre “prasadanta con A”, cada día la hunden más en el estiércol de la transformación de cuarta, —y ni modo de echarle la culpa a Peña o a Calderón—; y no se atreve a deslindarse de una vez por todas del hombre que inauguró, en pleno siglo XXI, el segundo maximato presidencial. Vivimos ya negros días en México.

 


 DE DULCE: No seré yo, quien defienda al expresidente Enrique Peña Nieto, es más, este sujeto es culpable de que su servidor, amable lector, haya votado por Andrés Manuel López Obrador. El gobierno del copetudo mandatario, fue de un descaro total en el tema de la corrupción, la afamada “estafa maestra” tan onerosa y desvergonzada, es tan solo la puntita de un inmenso iceberg. Cuando AMLO llegó al gobierno, algunos ilusos —yo entre muchos otros— pensamos que la mano poderosa del paladín contra la corrupción, arremetería primero que nadie, contra Peña Nieto y la runfla de canijos que se beneficiaron con su depredadora administración. Pero no, no hubo de piña ni para la niña, ni para nadie. 

Me quedó claro, que el Reyecito de Tabasco, había hecho trato con el más conspicuo hijo del grupo Atlacomulco: “tú no metes la mano en la elección presidencial y yo no piso el más mínimo tramo de tu larguísima cola”. Fue tal el acuerdo que, en seis años, López Obrador no tocó ni con el pétalo de una rosa a su antecesor Peña, quien, nada tonto, prefirió irse a España, gozar de su fortuna al lado de chicas bellas del jet set, muy fashion ellas y viajar como un verdadero jeque árabe, manteniendo un perfil bajo para no alborotar el avispero, ya que, en ocasiones, cuando la gente se lo topa en la calle, le grita sus verdades y de rata asquerosa no lo bajan. 

Siete años han pasado. Esta semana que transcurrió, Enrique el copetudo, fue invitado en la península ibérica a un torneo de golf de celebridades, a beneficio de algo. Ahí estuvo digno Enriquito, satisfecho, sin rubor y pasándola “chicle bomba”. Qué paradoja, su homólogo en la 4T, el nuevo “Don Maximato”, hoy vive escondido, dizque escribiendo sus memorias, soportando las pullas y verdades de buena parte del pueblo en respuesta a sus miles de perjudiciales mentiras. No asoma la nariz a la calle ni en defensa propia. Dijera aquel: el mundo al revés, donde nada el ave y vuela el pez.

 


DE MANTECA: El día de ayer sábado 13 de septiembre, se cumplieron 178 años de la gesta heroica de los Niños Héroes, en la batalla del Castillo de Chapultepec, hecho que, la historia oficial, que siempre quiere llevar agua a su molino, a transformando la crónica real de los grandes hechos y personajes históricos de la patria, cambian radicalmente la verdad, como es el caso de la famosa batalla del Castillo de Chapultepec, al grado tal, que mucho piensan que los niños héroes ni siquiera existieron o bien, que solitos ellos, seis chamaquitos hicieron frente a siete mil soldados bien armados del invasor ejército norteamericano. 


Primero, el concepto de niño. Depende de lo que cada quien entienda por eso. Los seis niños héroes de Chapultepec iban del menor, Francisco Márquez quien tenía 14 años, al mayor, el nayarita Juan Escutia con 20 años y medio, así que más bien eran activos y valientes jóvenes. Confieso que no sé, por qué razón solo mencionan a seis muchachos, cuando en realidad fueron más o menos cincuenta chavales, todos cadetes del Colegio Militar. 

Hay que decir, que su gran gesto heroico fue que, sus superiores les dijeron que la cosa se iba a poner fea y que ellos no estaban preparados para afrontar al poderoso ejército gabacho, que se fueran a sus casas. Pero ninguno de estos patriotas hizo caso, se quedaron y afrontaron lo que se les vino encima y les quitó la vida. Ese sí, es un acto de heroísmo. También hay que mencionar que, de los seis, dos de ellos no eran cadetes del colegio militar: el Teniente Juan de la Barrera, era egresado de ese instituto y ya formaba parte del ejército regular; él cuidaba una trinchera al pie del cerro y junto con 160 compañeros, fue arrasado y ahí murió. El otro, nuestro paisano Juan Escutia, oriundo de Tepic, y con hondas raíces acaponetenses, formaba parte del glorioso Batallón Activo de San Blas, conjunto de 400 elementos, todos nayaritas, que fue enviado a apoyar a la gente apostada en el castillo. 


También se dice, que Juan Escutia, fue el “niño héroe” que se envolvió en la bandera y se arrojó al vacío para evitar que el pendón nacional cayera en manos del enemigo, lo cual es totalmente falso. Eso no pudo ser posible, siento desilusionarlos, pero así es. El lugar donde estaba el asta bandera, se ubicaba muy lejos del área donde comenzaba la caída del cerro; aventarse desde ahí, era inútil, hubiera caído en el mismo patio. Pero la prueba más contundente, es que hay evidencia de que el propio ejército gringo bajó la bandera y se la llevaron como trofeo de guerra. Se expuso por muchos años en un museo en la Academia Militar de West Point y, en 1978, en un acto de buena voluntad, el gobierno norteamericano regresó la bandera al presidente José López Portillo. Ese pendón está actualmente en el museo del propio castillo de Chapultepec, pero no exhibe debido a su deterioro. Gracias por seguirme y recuerden amigos que solo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible para los ojos. ¡Salud!


sábado, 13 de septiembre de 2025

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

NOTA: Esto se publicó el domingo 7 de septiembre en el periódico "El Eco de Nayarit".

DE CHILE: La reciente visita del secretario de estado gabacho, el hiperconservador Marco Rubio, de nacionalidad gringa, pero de ascendencia cubana, pone en claro, que donald trump (siempre con minúsculas) es un populista igualito al rey del pópolo totonaca, escondido en Chiapas. Los dos mandatarios, cada vez que abren los belfos, es para un sonoro rebuznido o soltar una dañina ocurrencia. El pelos de jilote se pasa la vida amenazando a la patria del nopal y la tuna, y siempre sale con la consabida monserga de: “la presidenta Sheinbaum, es una mujer muy inteligente, muy bella, elegante, pero le tiene miedo al narco”. 

No tan veladamente intimida o amaga con atacar a las fuerzas criminales que operan en México, como intenta hacer con Venezuela, para llevar a las ergástulas gringas o al hoy famoso “Alligator Alcatraz” de Miami —otra ocurrencia de la zanahoria con patas— al orangután Nicolás Maduro. Haciendo honor a la justicia, y aceptando que hay que reconocer las cosas que se hacen bien, del mismo modo en que se señalan los yerros u omisiones gubernamentales, tengo que admitir, que la presidenta Claudia Sheinbaum, poco a poco, quizá muy poco a poco, va comprendiendo que no puede seguir haciendo lo que a su predecesor se le ocurría, que mucho de lo que hizo —o no hizo AMLO— está mal, aunque el macuspano sujeto monte en cólera. 

Siento que, en materia de seguridad, a mi juicio el problema número uno de la nación, las cosas van cambiando. Sí hay una estrategia que avanza, a paso lento, pero avanza luego de aquel nefasto “abrazos, no balazos” que entregó el país al crimen organizado, teniendo en cuenta dos factores que la Doctora Claudia tiene que cargar sobre sus hombros: la presión del mechas de zanahoria y la realidad de las terribles consecuencias por seis largos años, en que Andrés Manuel, simple y llanamente desertó de sus obligaciones de brindar a la ciudadanía seguridad; ya sea por ignorancia, omisión y negligencia, o bien, como ya mucho se mencionan y salen los trapitos sucios al sol, por complicidad y tener nexos y trastupijes con el crimen organizado. 


En cualquier caso, a causa de ello y dado que los malosos se apropiaron de buena parte del país y sumaron a su causa, decenas de políticos, funcionarios y gobernantes, las acciones que hoy realiza el gobierno federal, tan solo parecen un curita sobre una enorme herida. Sheinbaum, Omar García Harfuch y el gabinete de seguridad, deberán irle ganando terreno a los criminales que hoy asolan el país y asusta a los “primos” allende las fronteras. Por eso, ya llegada de Marco Rubio, quien terminó reconociendo la labor y la colaboración de México, de alguna manera se contrapone a las bravatas de su jefe “el patotas” del norte. Yo entiendo a la presidenta, es muy difícil poder deslindarse del bruto tabasqueño; por ejemplo, que ganas nos dan de que Sheinbaum, agarrara el toro por los cuernos y comenzara una seria investigación sobre la actuación del vampiresco Adán Augusto López, que siendo, primero gobernador de Tabasco y luego Secretario de Gobernación y responsable del gabinete de seguridad del obradorato, tuviera nexos muy cercanos —aunque él lo niegue abiertamente— con el grupo criminal de “la barredora”. Pero Claudia no lo hará, el vejete loco de Adán Augusto, es “el hermano” de mi cabecita de pañal.

 


 DE DULCE: A ver, no nos engañemos, o más bien, que no nos engañen o nos vean la cara de tarugos. La reciente dizque reforma al poder judicial, esa que en verdad le hacía falta a la nación, pero no así como se llevó a cabo, con la única intensión de acumular más poder, someter a las instituciones y llevar al país con rumbo fijo a una dictadura, lo cual parece exagerado, pero los hechos ahí están y lo demuestran. Lo peor es que todo lo hacen a nombre del “pueblo”. Con respecto a la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación y los personajes que la integran, hay que mostrarle a ese pueblo, la triste realidad y lo maquillado de una farsa a la que pretenden darle la apariencia de un gran logro de la democracia y un masivo apoyo popular, lo cual es absolutamente falso. 

Primero, uno de cada diez mexicanos no avaló esa supuesta reforma electoral, que, repito, mucha falta hacía y aún hace al país, y que, penosamente solo se trató —cosa que lograron— de tomar el control de uno más de los poderes del estado, agrupando en una grosera trinidad a los tres que marca la Constitución y que hoy, simple y llanamente están en las sucias manos de un partido político llamado Morena y de su presidenta, la mandataria Claudia Sheinbaum Pardo —y ni siquiera ahí, sino en poder del verdadero mandamás de México, Andrés Manuel López Obrador, quien perversamente mueve los hilos desde la Chingada—. 

Pero aquí viene lo peor, los pocos, poquísimos mexicanos que votaron en la pasada elección del pasado primero de junio, lo hicieron condicionados por el medio, obviamente fraudulento de los acordeones, uno de los pocos éxitos que ha tenido la cuarta transformación en los siete años que lleva en el poder. Por ello, y por las inadmisibles prácticas antes de la elección, como la mentada y vergonzosa tómbola y los procesos de un comité de evaluación que permitió todo tipo de irregularidades, como elegir o dar por buenas las capacidades de verdaderos inútiles que solo se aprovecharon de la oportunidad de ser “elegidos” como buenos juzgadores, aunque sean —muchos de ellos, no todos por supuesto— unos incapaces del derecho. 


Por ello, y la conveniencia de la transformación de cuarta de que quedaran las ministras afines: la incapaz y acomodaticia Lenia Batres, así como las lacayunas Loretta Ortiz y la ministra pirata Jasmín Esquivel, así como los otros seis integrantes que salieron “premiados” en los acordeones, representan una vergüenza para un México que pretende entrar al progreso. ¿De verdad, ellos se sienten orgullosos de ese ´logro´? ¿De que tamaño será esta SCJN? Pues nada más hay que ver cómo comenzaron: con un presidente al que presumen de indígena, cuando es un mestizo igual que la gran mayoría de los mexicanos, y que han empatado, ni más ni menos con Benito Juárez, además de una entrada triunfal demagógica y farsante, un sainete de cuarta (de cuarta transformación y de revolución de las conciencias), donde hubo limpias, sahumerios benditos, prevenciones contra el mal de ojo, pase de huevos por el cuerpo, incomprensibles bastones de mando y bendiciones de Quetzalcóatl. ¡Es indignante y el futuro judicial en México está negro como la conciencia de YSQ!

 


DE MANTECA: Leí recientemente, creo que, en Facebook, la historia de uno de esos locos “científicos” que luego aparecen en este mundo canica lleno de sorpresas. Se trata de Xepsis Klerglemoss, quien habría inventado una “máquina del tiempo”, y que, en uno de sus viajes al pasado, llegó a una tienda de ropa para mujer, haciendo la aclaración de que él no llegaba en sus viajes en su aparato, sino que simplemente se “vaporizaba”, incluso arribando sin ropa. 

Cuando llegó al mencionado negocio, lo hizo encuerado, lo que fue un escándalo en aquella era victoriana, amén de que un fotógrafo retrató la singular escena, lo que ocasionó que pronto llegaran los rumores que finalmente afectarían a la tienda de ropa, la cual pronto tuvo que cerrar sus puertas y declararse en quiebra. Xepsis, se aprovechó de esa circunstancia y compró el negocio, donde montó su laboratorio, ocasionando con eso, algo que los físicos llaman “paradoja”, pues él cambió el transcurso del pasado y se aprovechó de ello. 

Sigue la historia diciendo que, en uno de tantos viajes, olvidó unas llaves y regresó por ellas, pero al teletransportarse, lo hizo justo dentro de un armario con llave y nunca pudo salir de ese apretado espacio, con el tiempo, hallaron su cadáver y se convirtió en un misterio. La “paradoja” fue la culpable y el cuento termina diciendo: Hoy, nadie puede probar que Xepsis Klerglemoss existiera realmente. Pero su historia funciona como advertencia: manipular el tiempo no trae certezas, sino paradojas capaces de devorarlo todo, incluso a su creador.

Esta historietita, se me figura mucho a la 4T del ínclito Señor, su excelentísima majestad Andrés Manuel I, que ha venido, desde su asunción al poder, manipulando, no con las paradojas, sino con mentiras, ocurrencias y frases hechas, a toda una población que ha llegado a idolatrarlo, cerrar los ojos y la mente, como un acto de fe ciega, que todo le cree, que todo le aplaude, aunque quede encerrada en un armario que habrá de matarlo irremediablemente. México va directito al despeñadero y por él caeremos todos, tanto los que tienen enorme fe como los que no se dejan engañar y viven una terrible realidad sin poder hacer nada. Lo malo de todo esto, es que Xepsis Klerglemoss es una ficción y AMLO, la pura neta. ¡Ingueasú! Gracias por seguirme y recuerden amigos que solo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible para los ojos. ¡Salud!