miércoles, 13 de mayo de 2009

CERRARÁ SUS PUERTAS EL IEA. EL PÁRROCO INFLEXIBLE

Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo --"Nada que se consiga sin pena y sin trabajo es verdaderamente valioso." (Addison)
En ríspida reunión que una comisión de padres de familia del Instituto Educativo Acaponeta sostuvo el día martes con el Sr. Cura de este municipio, Sr. Efraín Martínez Delgado, finalmente se llegó a la conclusión de que se entregarán las instalaciones de Cristo Rey a las autoridades eclesiásticas, ya que el párroco de este lugar se mostró inflexible y alegando órdenes del Obispo Ricardo Watty Urquidi y bajo el pretexto de recuperar para la iglesia un espacio que solo a ellos pertenece y será utilizado para la función pastoral que ya tienen planeada como aumentar el número de niños en el catecismo, pues ahora se ha incrementado la edad hasta los 14 años. Los padres de familia, no podían dar crédito a las palabras del sacerdote, sin embargo se mantuvieron respetuosos y aguantaron los ex abruptos del prelado quien les dijo encolerizado por las publicaciones de este blog y el periódico Censura! que reproduce las notas y artículos del mismo: "¡Ustedes no son Acaponeta!", alegando que el pueblo lo apoya a él en su insana medida de desalojar a casi 250 estudiantes de una escuela que tuvo el apoyo y solidaridad, precisamente del anterior párroco José de Jesús Enríquez Flores. En declaraciones a este medio, los padres de familia, cansados ya de esta penosa y desgastante situación optaron por determinar que las instalaciones de Cristo Rey, le serían devueltas a la iglesia y solo pidieron tiempo para hallar otro espacio o bien, que la dirigencia de la escuela avisará a los padres de familia para que tomen las medidas pertinentes y busquen otro centro educativo donde colocar a los niños que hoy ya no tienen un plantel donde cobijarse. Los preocupados papás de estos niños, han comprendido muy a su pesar los argumentos del Sr. Cura Martínez Delgado, le han dado la razón y han decidido con todo el dolor de su corazón entregar el recinto que hoy tiene las aulas del IEA y en un último intento, preguntaron al eclesiástico la posibilidad de irse a meter al Colegio Buenaventura O´Connor, si las circunstancias fueran favorables, pero también ahí les fue negado el espacio, con el mismo argumento: recuperar para la iglesia sus espacios. Sin embargo, a pesar de que el cura acusó a los padres de no ser ellos la voz de Acaponeta, ignora que muchos de esos muros, terrenos y edificaciones no hubieran sido posibles sin la participación y activa colaboración del noble pueblo de Acaponeta; justamente la secundaria del colegio la levantó el Club Rotario y las damas rotarias a un elevado costo. A pesar de ello, la comisión que se entrevistó con el eclesiástico, ha decidido avisar al resto de la comunidad escolar, que esto ya no tiene remedio y es preferible entregar la escuela, aunque el cura y el Obispo no tengan la razón, a arriesgarse a que sus hijos se den cuenta de un pleito entre sus padres y la iglesia. Todo parece indicar que las autoridades de la iglesia temen, que los padres de familia, construyan una antigüedad tal que después legalmente sea más difícil sacarlos. Dos comentarios me nacen luego de este desaguisado parroquial: primero, que los padres de familia cumplieron con la parte que les tocaba hacer, acercarse a través del diálogo la conciencia del cura, seguiendo los preceptos e ideas que externó a los jóvenes de Filipinas en 1995, el entonces Papa Juan Pablo II, quien dijo: "Os pido que construyáis puentes de diálogo y comunicación con vuestros padres. Nada de espléndido aislamiento. ¡Comunicación! ¡Amor!". Sin embargo han sido menospreciados. En aquella visita pastoral, Juan Pablo II mencionó que la idea de la educación se basaba en tres pilares: la familia, la escuela y la autoeducación. Creo que así lo entendió el padre Enríquez Flores y se solidarizó con niños, maestros y padres de familia cuando en comodato les otorgó el edificio hoy en disputa. De acuerdo a lo expresado por Karol Wojtiyla, el padre Efraín, hizo lo contrario, no le dio valor a la voz de los padres de familia, los despojó de la escuela y quizá --lo único que les pudo dar-- la autoeducación, pues ya no tendrán los jóvenes maestros, ni pupitres, ni aulas. Hablamos de más de dos centenares de estudiantes. Sin hacer mención de tanta gente que de un plumazo muy cristiano de quedan sin trabajo. En segundo lugar, voy a hacer mención de lo expresado por el sacerdote en la reunión: dijo que lo expresado por PUERTA NORTE, en las notas que han salido publicadas respecto al tema, que estas eran aberrantes e indignas. Aberrante es según el Diccionario de la Real Academia Española: lo que se desvía o aparta de lo normal o usual. Este medio fue creado para darle voz a una comunidad deseosa de expresarse y así lo ha hecho, tanto que, como en cualquier espacio similiar ha expresado su sentir sobre este problema y sin problemas pueden ser leídos por todos. Que no fue PUERTA NORTE quien creó el problema, sino el propio padre Martínez Delgado, y la prueba está en los comentarios que se han expresado en contra de tal determinación en este mismo espacio, algunos con fuertes críticas y otros, suplicando incluso, al prelado cordura y comprensión. Dijo el propio Juan Pablo II: "La verdad es la luz de la inteligencia humana. Si desde la juventud la inteligencia humana intenta conocer la realidad en sus distintas dimensiones, esto lo hace con el fin de poseer la verdad: para vivir de la verdad. Tal es la estructura del espíritu humano. El hambre de verdad constituye su aspiración y expresión fundamental." El sentimiento del Papa polaco, que en el momento nos resultaba inusual que saliera de sus comodidades en el Vaticano para ir a lugares tan lejanos e incómodos como Filipinas para hablar de la verdad, entonces resulta igual de aberrante. "La verdad os hará libre" dijo alguien hace más de dos mil años y ya le gente de Acaponeta, está conociendo su verdad. Esperamos como medio de comunicación masivo que somos, haber servido con la verdad. En cuanto a si somos o no indignos, es decir --de vuelta al diccionario--: el que es inferior a la calidad y mérito de alguien o no corresponde a sus circunstancias. Esperamos no ser inferiores a nadie y mucho menos estar por debajo de las circunstancias que se presentan. Tratamos con todos nuestros medios hacer un periodismo honesto, imparcial y verdadero. Reconocemos que nos podemos equivocar, eso no tiene vuelta de hoja y, sobre todo, estar del lado del pueblo --esto no nos hace imparciales--. La imparcialidad es la norma, pero el pueblo rara vez se equivoca y, con el respeto que me merece el Sr. Párraco, esos que fueron a la sacristía a visitarlo sí son Acaponeta y me consta, pues a algunos los conozco de años y solo se han dedicado a hacer el bien, entre otras cosas, fundar y sostener contra viento, marea e intransigencias una escuela para sus hijos. Han sido solidarios con su pueblo: "La solidaridad no es un sentimiento superficial, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, es decir, el bien de todos y cada uno para que todos seamos realmente responsables de todos"; esto no lo digo yo, lo dijo también Juan Pablo. A los padres de familia les digo que la historia demuestra que los más notables triunfadores, se enfrentaron a unos obstáculos descorazonadores antes de triunfar. Ganaron porque se negaron a dejar que sus derrotas los desanimaran. Pero le ofrezco al padre Efraín, ya que hablamos de construir un buen periodismo, que estas páginas están abiertas para que el pueblo conozca su posición y su sentir. Con gusto le damos el derecho a la réplica y a externar sus puntos de vista y motivos. El correo es jrmsh@hotmail.com y el tel. 25 113 64. Estaremos para servirlo y que salga lo mejor para Acaponeta.

0 comentarios: