"Mas vale la mas pálida de las tintas, que la mas ilustre de las memorias"
Te comento de la anécdota con el Lic. Adolfo López Mateos acerca de si fue o no fue acuñada el adjetivo de "La Atenas Nayarita" por él.
Lo que a continuación te digo, es como pasó y fue de esta manera:
En el año de 1957, siendo candidato a la Presidencia de la República el Lic. Adolfo López Mateos visitó Acaponeta.
En aquella ocasión, la fuerzas vivas no quisieron desaprovechar la inmejorable oportunidad que se les presentaba para darle a conocer al candidato el anteproyecto que existía largamente anhelado por todos los que vivían en esta zona del estado (Tecuala, Huajicori y Acaponeta). Se redactó una carta para darle a conocer la urgente necesidad de construir una presa en el Río Acaponeta llamada "El Recodo". Se pidió a la Srta. Elba Tortolero, (en aquella época secretaria de la Cámara de Comercio de Acaponeta que se localizaba por la calle Veracruz, a un costado de Cointa, finca de don Bernardo Quintero y que en donde también funcionó la primera central telefónica de la localidad) que fuera la portadora de dicha carta para que se la entregara de primera mano al candidato.
El Lic. López Mateos se encontraba en el balcón del "Hotel Casablanca" y la Bella Gardenia le entregó la misiva, el candidato la leyó y le dijo que sí, que contara con ello, a lo que le contestó Elba que si se lo firmaba, el futuro presidente se le quedó viendo y comentó que si no confiaba en su palabra, y le contesto ella: "Sí, pero a las palabras se las lleva el viento". ¡Saco una pluma y lo firmó! (lo que nunca me quedó claro es si tenia un plazo perentorio, ¿ya la hicieron?...tengo mucho sin ir).
Al paso del tiempo, mandaron a una persona del Estado Mayor Presidencial (de civil) para recuperar la carta.
Comento esto como una referencia de la fecha en que aconteció eso.
Pero, el apelativo de "La Atenas Nayarita"....se acuñó antes.
Estamos hablando de 1948.
En Tepic, en la secundaria Federal No. 1 Tipo B para hijos de trabajadores fundada por el Gral. Lázaro Cárdenas, Presidente de la República en ese entonces; había un maestro llamado Lic. Roberto Villalobos Sandoval llamado por sus alumnos "El Angelito Blanco".
Él, impartía la clase de Literatura e Historia, fue quien bautizó a Acaponeta como "La Atenas Nayarita" ya que comentaba que había mas pianos y academias que en otra parte del Estado, incluyendo Tepic....¡Y era cierto!
Era la época de Eloísa Robles que hacia cuadros sobre pedido al óleo, junto con otro de apellido Bonilla y un señor que trabajaba de tránsito en Tepic de apellido Larios.
Para muestra, basta una pequeña lista de los que en aquel entonces, contaban con piano en casa: Estaba la academia de música de Agapita Jordán, la de la Sra. Yola Alduenda, había piano en la casa de Don Carlos Partida, en la casa de los Ahumada, en la residencia de Doña Livier Tejeda; también en la casa de don José Algarín, sin olvidar al querido profesor Don Inocente Diaz; el siempre recordado Pedro Cuevas, así como en la casa de la famosa modista de la época: Petra Núñez, no podía faltar en la casa de la familia de Don Juan Algarín, el hogar de la siempre distinguida Ana María Gutiérrez de Rentería, también contaba con un piano; la querida Nelly Díaz en su preciosa casa; el entrañable Dr. Rodolfo Castillo, también contaba con piano Don Raúl Espinosa Ávalos, no podía faltar Liliana Espinosa de Abud. Contaban con piano también el Sr. Don Esteban Pérez Zapata, en la casa de Doña Mercedes López Aguiar, igual pasaba en la casa del Sr. Enrique Encinas Maldonado, en la residencia de la familia Sánchez Rendón, en la casa del constituyente Don Juan Espinosa Bávara, así como en la de Concha Zamudio, y la de Mariano S. Robles por mencionar algunos.
Mención aparte, merece el cuarteto de cámara conformado por: Yola, Danilo, Mario, y don Pancho Alduenda, uno de los mejores a nivel nacional.
Músicos de altura como el Wilo Díaz y Chilo Moran son "Hechos" en esa época.
Como es lógico suponer, no es ni remotamente mi época, estos los tengo de datos que extraje de un libro intitulado "Remembranzas" de mi tío José B. Algarín González.
Ojala te sirvan de algo.
Espero saludarte pronto, personalmente.
Atentamente Héctor Algarín Espinosa.
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