Por Juan Manuel Estarrón.
El senador Raúl Mejía González, pre-pre-candidato a la gubernatura de este aguantador estado de Nayarit, nos sigue ofertando la idea de ingresar al Horario del Centro por sus múltiples ventajas entre la que destacamos las relaciones comerciales y turísticas con Jalisco principalmente, y en un cercano futuro con Aguascalientes, Zacatecas y demás estados norteños con la apertura de las dos carreteras transerranas. Como se sabe, hasta el 05 de enero de este año todo Nayarit formaba parte del huso horario del Pacífico -meridiano 105 oeste- pero a raíz de una reforma al artículo 2, párrafo II de la Ley de Sistemas Horarios de los Estados Unidos Mexicanos, el municipio de Bahía de Banderas pasó a formar parte del citado horario del Centro para estar a la par con Puerto Vallarta, Jal. Los impulsores de este cambio habrían sido el Gobernador del Estado y el propio senador Mejía González -cuñado de Ney González- quienes esta vez han emprendido una segunda ofensiva para convencer a los nayaritas la conveniencia de sumarnos al “municipio 20” para que crezcamos juntos con los beneficios de la Riviera Nayarit, sueño más que imposible porque la mayor riqueza que genera ese importante polo de desarrollo turístico sale del Estado vía rendimientos como inversiones extranjeras y el resto queda como migajas al municipio.
El 02 de febrero de 2009 escribíamos algunos comentarios cuando una legisladora jalisciense comentaba que estaba en contacto con senadores nayaritas para empujar en el Congreso esta idea que -para fortuna- sólo se concretó en BaDeBa; en aquel momento declaró a la prensa de su estado “Porque no es posible que a sólo un brinquito ya tengamos una hora de diferencia”. El documento de hace más de un año lo remataba así este escribano: “nada más imaginemos adelantar otra hora al reloj para alcanzar a los vallartenses cuando las siete de la mañana aún está en penumbras y la puesta del sol ocurra a las ocho de la noche y nos manden a dormir como a las gallinas; como para condolerse de los ‘gallardos y altivos’ nayaritas pero más de los chavos estudiantes. De veras nos convencemos que una cadena de hoteles es más influyente que un millón de náyaros juntos; bastaría con el chantaje de ‘nomás no sigo invirtiendo y a ver cómo le hacen’. Ahí está por si de algo sirviera un grito a tiempo”. Y el grito a tiempo es este ¡Otra vez con lo mismo, senador Mejía González! Habiendo otros asuntos más urgentes en la agenda legislativa estos senadores del PRI van a perder dos años utilizando nuestro dinero para inventar ocurrencias con la esperanza que los “pele” el electorado, como esta de adelantar nuestros relojes una hora más para sumar dos con la de verano que acabamos de añadir el 04 de abril. Si con el horario de verano que dura siete meses ya es un verdadero drama para quienes estudian y trabajan -hasta para los “ninis”- porque el primero en protestar es nuestro “reloj biológico” que rechaza comida y sueño fuera del horario habitual; enseguida el descontrol de las tareas domésticas, de estudio y trabajo especialmente para quienes salen a cumplirlas fuera de sus lugares de origen con traslados hasta de una hora de camino, en algunos casos hasta dos. Luego están los peligros al salir en madrugadas oscuras y solitarias a enfrentarse a la inseguridad en cualquier punto o lugar, principalmente las mujeres estudiantes y maestras; es por eso que la escuela preparatoria Benito Juárez de Acaponeta recorrió su horario de entrada a las 7:00 porque a las seis representaba un serio peligro para estudiantes y maestros, ahora si lograran imponer el horario del Centro se verían obligados a volverlo a recorrer a las ocho porque apenas estaría amaneciendo. Como puede verse el cambio de un huso horario no es nada más “enchílame éstas” como coloquialmente se dice; no aseguro pero tengo derecho a dudar en sobre los “grandes aciertos” que trajo para el municipio de Bahía de Banderas su entrada reciente al horario del centro al que pertenecen la mayoría de los estados, y hasta diría que fue un error. Explico. Es el primer caso que conocemos en que un estado comparte dos husos horarios y quizá nunca previeron algunos inconvenientes derivados del sistema administrativo estatal y municipal, entre ellos el desfase de horarios de oficinas a oficinas; pero el colmo es lo que ocurre con el sistema educativo cuyas oficinas centrales -SEPEN y SEB- abren una hora después de que los centros escolares inician labores en Bahía ¿Cómo estarán respondiendo a situaciones de emergencia? No sería nada extraño que ahora, para corregir la plana, estén tratando de homologar todo el estado con Bahía de Banderas y de Jalisco por eso anda muy activo nuestro senador Raúl Mejía González visitando los municipios y dialogando con sus diferentes actores aunque sean minorías que no debieran decidir por todos nosotros, pero así como se decidió la suerte de los badebadenses en el Senado bien pueden volverlo hacer, y antes de que pida licencia para lanzarse a conquistar una candidatura. Qué cosas veredes, en primer lugar que Nayarit pasa por una tragedia en el campo como nunca se había visto y nuestros modernos quijotes la viven displicentemente nada más ensalivando frases y dando “golpes de timón” donde ven la oportunidad porque casi nada cuesta “subir” una reforma de ley susceptible de ser aprobada sin muchas dificultades, pero cuánto daño hacen. Por último, un llamado a las seis bancadas del Senado de la República para que no caigan en otra complicidad, los descendientes de Nayar, Corinca y Nervo viviremos eternamente agradecidos; si ya les resulta difícil -mas no imposible- darle para atrás al decreto que aprobaron el 10 de diciembre de 2009, al menos no le sigan para adelante porque a los nayaritas nos favorece más el horario del Pacífico.
El 02 de febrero de 2009 escribíamos algunos comentarios cuando una legisladora jalisciense comentaba que estaba en contacto con senadores nayaritas para empujar en el Congreso esta idea que -para fortuna- sólo se concretó en BaDeBa; en aquel momento declaró a la prensa de su estado “Porque no es posible que a sólo un brinquito ya tengamos una hora de diferencia”. El documento de hace más de un año lo remataba así este escribano: “nada más imaginemos adelantar otra hora al reloj para alcanzar a los vallartenses cuando las siete de la mañana aún está en penumbras y la puesta del sol ocurra a las ocho de la noche y nos manden a dormir como a las gallinas; como para condolerse de los ‘gallardos y altivos’ nayaritas pero más de los chavos estudiantes. De veras nos convencemos que una cadena de hoteles es más influyente que un millón de náyaros juntos; bastaría con el chantaje de ‘nomás no sigo invirtiendo y a ver cómo le hacen’. Ahí está por si de algo sirviera un grito a tiempo”. Y el grito a tiempo es este ¡Otra vez con lo mismo, senador Mejía González! Habiendo otros asuntos más urgentes en la agenda legislativa estos senadores del PRI van a perder dos años utilizando nuestro dinero para inventar ocurrencias con la esperanza que los “pele” el electorado, como esta de adelantar nuestros relojes una hora más para sumar dos con la de verano que acabamos de añadir el 04 de abril. Si con el horario de verano que dura siete meses ya es un verdadero drama para quienes estudian y trabajan -hasta para los “ninis”- porque el primero en protestar es nuestro “reloj biológico” que rechaza comida y sueño fuera del horario habitual; enseguida el descontrol de las tareas domésticas, de estudio y trabajo especialmente para quienes salen a cumplirlas fuera de sus lugares de origen con traslados hasta de una hora de camino, en algunos casos hasta dos. Luego están los peligros al salir en madrugadas oscuras y solitarias a enfrentarse a la inseguridad en cualquier punto o lugar, principalmente las mujeres estudiantes y maestras; es por eso que la escuela preparatoria Benito Juárez de Acaponeta recorrió su horario de entrada a las 7:00 porque a las seis representaba un serio peligro para estudiantes y maestros, ahora si lograran imponer el horario del Centro se verían obligados a volverlo a recorrer a las ocho porque apenas estaría amaneciendo. Como puede verse el cambio de un huso horario no es nada más “enchílame éstas” como coloquialmente se dice; no aseguro pero tengo derecho a dudar en sobre los “grandes aciertos” que trajo para el municipio de Bahía de Banderas su entrada reciente al horario del centro al que pertenecen la mayoría de los estados, y hasta diría que fue un error. Explico. Es el primer caso que conocemos en que un estado comparte dos husos horarios y quizá nunca previeron algunos inconvenientes derivados del sistema administrativo estatal y municipal, entre ellos el desfase de horarios de oficinas a oficinas; pero el colmo es lo que ocurre con el sistema educativo cuyas oficinas centrales -SEPEN y SEB- abren una hora después de que los centros escolares inician labores en Bahía ¿Cómo estarán respondiendo a situaciones de emergencia? No sería nada extraño que ahora, para corregir la plana, estén tratando de homologar todo el estado con Bahía de Banderas y de Jalisco por eso anda muy activo nuestro senador Raúl Mejía González visitando los municipios y dialogando con sus diferentes actores aunque sean minorías que no debieran decidir por todos nosotros, pero así como se decidió la suerte de los badebadenses en el Senado bien pueden volverlo hacer, y antes de que pida licencia para lanzarse a conquistar una candidatura. Qué cosas veredes, en primer lugar que Nayarit pasa por una tragedia en el campo como nunca se había visto y nuestros modernos quijotes la viven displicentemente nada más ensalivando frases y dando “golpes de timón” donde ven la oportunidad porque casi nada cuesta “subir” una reforma de ley susceptible de ser aprobada sin muchas dificultades, pero cuánto daño hacen. Por último, un llamado a las seis bancadas del Senado de la República para que no caigan en otra complicidad, los descendientes de Nayar, Corinca y Nervo viviremos eternamente agradecidos; si ya les resulta difícil -mas no imposible- darle para atrás al decreto que aprobaron el 10 de diciembre de 2009, al menos no le sigan para adelante porque a los nayaritas nos favorece más el horario del Pacífico.
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