sábado, 15 de enero de 2011

COMO PLAGA BÍBLICA REGRESAN LAS CAMPAÑAS POLÍTICAS A NAYARIT



Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

Cuando Moisés, se enfrentó con todo el apoyo de Jehovah, a las decisiones de Faraón, que se negaba a dejar salir a los judíos de Egipto, el hombre que fue rescatado del cauce del río, mandó toda suerte de calamidades –en total diez-- a los pobladores alrededor de la famosas pirámides, a saber: transformó al Nilo en sangre; hordas de ranas invadieron las ciudades; nubes de mosquitos se abatieron sobre la gente; animales salvajes aparecieron mágicamente, causando daños en personas y bestias domésticas; enfermedades epidémicas agudas que diezmaron a los animales de crianza; una terrible tormenta de granizo y fuego que arrasó los campos de cultivo; enjambres de langostas terminaron de arruinar las tierras agrícolas; tres días de la más completa oscuridad y finalmente la muerte de los primogénitos, que terminaron con la paciencia de Faraón.
Así ahora el Estado de Nayarit, se agobia con una plaga recurrente, las “malditas” --así les parece a muchos-- campañas políticas, donde una serie de individuos, poniéndose su mejor máscara, salen a convencer a la ciudadanía alegando que nos conviene elegirlos a ellos como los mandamases de una entidad o de un municipio, tal como sucederá en este 2011 en las tierras del Rey Nayar.
Luego de que los tiempos parecían haberse vuelto en contra de estos presumibles candidatos de otros tantos partidos políticos, por las disposiciones de la nueva ley electoral para el estado cuna de Amado Nervo, que finalmente fue aprobada por el Congreso local en agosto del pasado 2010, y que obligó a los funcionarios con aspiraciones a ocupar nuevas posiciones públicas a abandonar sus cargos a más tardar el 7 de enero del 2011 como establecía la ley, los que aspiran a los cargos de gobernador, diputados locales, presidentes municipales, síndico y regidores que estarán en juego en la elección del domingo 3 de julio de 2011, han cumplido el requisito.
Por ello, como las mencionadas catástrofes egipcias, han llegado y se desarrollarán en  Nayarit, si no ríos rojos, si agresiones verbales que van de un simple “tonto”, “borracho”, a mentadas de madre, veladas pero al fin mentadas, amén de las consabidas acusaciones de nexos con el crimen organizado y los infaltables escándalos sexuales y de recámara; si no, un ejército de ranas, sí oradores de todo tipo con discursos muy elaborados pero aburridos, a verdaderas barrabasadas, o como dice la voz popular “más de lo mismo”: “defensa de la democracia”, “bienestar para las familias”, “preocupación por el campo”, “atención a los sectores más vulnerables de la sociedad” y mil ofrecimientos más, que van desde el simple billete de 100 pesos para unas tortas, hasta bajar la luna que es de queso. Si bien no llegarán las nubes de mosquito, si arriban a las plazas públicas los camiones repletos de acarreados, con todos sus males: basura, esquinas convertidas en baños públicos, camiones estacionados frente a las cocheras de los vecinos, aglomeraciones y hasta uno que otro despistado asaltado por gente que llegó de quién sabe dónde, con un tamal y una coca caliente en las manos. Las bestias salvajes que llevó Moisés a los hijos de Keops, hoy son guaruras, ayudantes, edecanes o “momegachos” (mozos, mensajeros, gatos y choferes), que borran con la cola, lo que sus jefes construyeron con el pico. Las plazas, los postes de las ciudades, sus muros, las defensas de los autos, las estaciones de radio, de televisión y hasta los molestos perifoneos, nos llenan con los mensajes mesiánicos y locuaces de los pretendientes, acabando con la tranquilidad de barrios y comunidades, porque estas plagas se meten como las langostas, los mismo en la capital Tepic, que el rancho del Alacrán o el Cerro Bola, al norte de la entidad. La más completa oscuridad cunde en el ánimo del elector, cuando ve las inicuas alianzas, entre perredistas y panistas; la molesta sensación de que algo está mal en los mini partidos que solo son pingües negocios de familia; el brincoteo interminable de los chapulines que se fajan cualquier color en su camiseta, si eso los beneficia, así como el regreso de los traidores de ayer, que vuelven hoy en la más completa impunidad, ante el azoro de los que sí se la rajan campaña tras campaña. Y si bien no se mueren los primogénitos de los coras, huicholes, tepehuanos o mexicaneros, si fallece la esperanza “por exceso de escasez” en las propuestas de los candidatos y la siempre presente coacción y presión sobre los electores.
Se vienen las alianzas incomprensibles del agua y el aceite PRD-PAN; las convenenciaras PRI-PANAL-Verde Ecologísta, las gigantescas erogaciones en forma de bailes, fiestas públicas, camisetas, birriadas, gorras y hasta mandiles con la efigie del “mono” –porque ahora se dice que no se vota por el partido, sino por el mono—tratando de justificar la posibilidad de traicionar a la querencia política; los miles de spots publicitarios, los pleitos “ideológicos” (¿será?) que separan familias, rompen compadrazgos y enemista vecinos; las incómodas visitas domiciliarias; que te caen cuando estas en lo más sabroso del desayuno o haciendo "carita de león" en el baño; los compromisos que habrán de colocar en pomposos puestos a los changos que mejor silbaron y tragaron más pinole durante la campaña, aunque no tenga ningún perfil para ocupar puesto alguno, pero que se van a ver bien como el Director de alguna área.
Hoy en Nayarit, contienden por la gubernatura del Estado, hasta el momento, tres exsenadores: Raúl Mejía González –cuñado de Ney González, actual mandatario estatal; el Prof. Gerardo Montenegro Ibarra, --muy ligado al sindicalismo educativo--; Javier Castellón Fonseca –un magnífico ex rector de la U.A.N.--. La ex diputada federal Martha Elena García Gómez –esposa del exgobernador Antonio Echevarría Domínguez--; Guadalupe Acosta Naranjo, excelso líder perredista; el ex presidente municipal de Tepic, Roberto Sandoval Castañeda; Alejandro Galván quien es un empresario colado en esta privilegiada lista y, como los pronósticos deportivos, los que se acumulen esta semana. Por lo pronto dos ya "corrieron" Manuel Pérez Cárdenas y Manuel Humberto Cota Jiménez.  Eso sin contar los que se apuntarán para ocupar las 30 curules del Congreso local, las 20 alcaldías, todos con sus respectivos síndicos y un número casi infinito de regidores que se eligen cada uno en su demarcación.
Ante esta perspectiva y cuando ya se escuchan golpes bajos y se ven bardas pintarrajeadas, bocinas escandalizando en las otrora tranquilas calles nayaritas, pensamos que el buen Moisés, regresó a la vida para hacernos la vida infeliz. Ojala, al mismo tiempo,  como  hizo con el Mar Rojo, separe con su milagroso báculo las hordas de la grilla local y nos permita el paso a los tristes mortales a un mundo donde prosperen las propuestas y no se reduzca todo a una simple despensa que condiciona mentes y preferencias.

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