domingo, 3 de abril de 2011

EL MITO DE NUESTRA SEÑORA DE HUAJICORI EN EL ALTIPLANO Y PLANICIE DE LA REGIÓN TEPEHUANA (4a. parte)


Por: Dr. Efraín Rangel Guzmán

C) TERCERA ETAPA:
ELIGE EL LUGAR DONDE QUIERE QUEDARSE
 

Finalmente la virgen concluye su viaje, encuentra el espacio buscado. Pero el trabajo de la divinidad no ha terminado, es el momento de preparar a los fieles para que fijen el lugar sagrado donde quiere que se le rinda culto. Para esto pone a prueba a sus nuevos devotos para convencerles por completo de que ese es su destino final.
En Huajicori, el indígena que encuentra la imagen sigue el mismo procedimiento que los anteriores personajes de los otros sitios, lleva el aviso a los habitantes del pueblo y los conduce a donde se encuentra. Al percatarse los pobladores que efectivamente es real lo manifestado, deciden trasladarla a la iglesia de San Sebastián, pero dicho recinto sagrado está en malas condiciones materiales por la fuerte inundación que había azotado el poblado. Al parecer ese espacio sagrado no es de su gusto porque durante la noche desaparece y se regresa al guaje. Los indígenas salen a buscarla y la encuentran en el lugar donde se aparece por primera vez, nuevamente la llevan a la iglesia y al día siguiente retorna al guaje. Este acto lo repite en tres ocasiones, finalmente los huajicorenses se convencen que no desea estar en el viejo puesto del santo, que quiere su propio edificio y no hay duda de que debe ser donde está el árbol. En este momento la elección del lugar es incuestionable, es una elección atribuida al símbolo, el espacio donde se ubica el guaje resulta para la imagen el más apropiado para que se le edifique su iglesia.


Tercera etapa: 
Pos se apreció la Virgen de aquí de nosotros en esa parte, y pues que se la trajieron a la iglesia de San Sebastián, pero que nomás duraba un rato allá, oscurecía y se venía otra vez al guaje, no le gustaba seguro estar allá porque a la mejor también se la llevaba el río. Y pos entonces idearon en hacerle su capillita ahí donde ella quería y pos queriendo y no la gente se movió para esa parte donde la Virgen estaba [...] (Sr. Pedro Guzmán Juárez y Sra. María de Jesús Cortez Mesa).

D) CUARTA ETAPA:
SEERIGE EL TEMPLO
 

Una vez que ha localizado el lugar concreto, la imagen es reificación de lo sagrado, pero el lugar objetualiza aún más al símbolo y la vinculación símbolo-lugar se hace indisoluble (Velasco 1989: 403). En ese momento el lugar del hallazgo se convierte en centro de culto. La determinación de la imagen era indiscutible, ahora la población tenía que apegarse a sus exigencias, para transformar el espacio sagrado y elevarlo al rango que se merecía junto con la imagen protectora. 
Al ver los lugareños que la virgen no quería estar en la iglesia de San Sebastián optaron por mover el poblado de la orilla del río al sitio que ella había elegido. Pero las condiciones económicas en las que se encontraban tales indígenas y la carencia de conocimiento para edificar iglesias los obligo a solicitar ayuda a los españoles, ya que ellos sí tenían los conocimientos arquitectónicos para construir un edificio acorde con la imagen. El convenio que establecieron con los europeos, fue que les daban libertad de explotar los yacimientos mineros de la zona a cambio de su colaboración para construir el recinto sagrado, además los indígenas pondrían la mano de obra. Así fue como cumplieron con las exigencias de la imagen y con su sueño de tener una iglesia impresionante para rendirle culto. Indiscutiblemente desde el momento en que la virgen desea quedarse con ellos pasa a ser su imagen y recibe el nombre del lugar, es ya la “Virgen de Huajicori”.
 
Cuarta etapa:  
Entonces así fue como empezaron a hacer el pueblo donde está hora, [...] fue mejor, así la gente no peligraba tanto de que fuera a entrar el río, [...] Entonces si no se aparece la virgen allá estuviera el caserío por la orilla del río. Y dicen que porque la virgen se apareció en el árbol de “guaje” le pusieron Guajecora, por los guajes y porque aquí los indios eran coras. Entonces [...] los indios de Huajicori le dijeron a los españoles que les ayudaran a hacer una iglesia bonita [...] a cambio les dejaban que explotaran las minas del Canjilón y de las Piedras Gordas (hoy Mineral del Tigre). También que ellos les ayudaban a acarrear las piedras y pos todos los trabajos en los que se ocuparan, no pos a los españoles si les convino así y le apusieron mano a la iglesia. Y ahora es la iglesia más bonita de todas las estas partes, más bonita que la de Acaponeta y la virgen de nosotros es más querida por la gente que la de Acaponeta y por muchas partes. La quieren tanto que casi siempre vienen a verla hasta acá, igual a la fiesta se vienen todos para acá, porque seguro les ha hecho muchos milagros. [...] sí fue esa historia de la virgen, yo ni siquiera vide eso, pero así platicaba la gente de aquí [...] yo que esperanza que naciera, eso fue hace mucho tiempo”. Y si se presentara otra (inundación) de ese pelo, él puente picachero no le serviría de nada porque según decían las gentes de más antes que la iglesia esta estaba como la de orita de grande. Y pues de modo que no fuera cierto todavía hay vestigios, han encontrado enterradas unas piedrotas así como pilares bien labradas, ese es señal que si fue cierto todo eso. Y pues digo esto porque yo las he visto, tuve ganas de haber escarbado allí, decirle a mi tío Pedro que me diera permiso, pero nunca le dije nada y pueda que hubiera hallado algo de valor pero ahora ya va a estar más trabajoso por los nuevos dueños, son muy envidiosos y cabritos, casi se querían comer en vida a mí tío. (Sr. Pedro Guzmán Juárez y Sra. María de Jesús Cortez Mesa)....... (Continuará)

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