jueves, 7 de abril de 2011

RECUPERA EL CENTRO INAH NAYARIT IMPORTANTE COLECCIÓN ARQUEOLÓGICA



 
* Se trata de una muestra de 287 piezas procedentes de sitios ubicados en la planicie costera

* La restauración y curaduría de este acervo permitirá montar una exposición temporal sobre la cultura regional Aztatlán



 Derivado de un largo proceso de gestión, el Centro INAH Nayarit recuperó recientemente una de las más importantes colecciones arqueológicas del septentrión costero mesoamericano, que durante años se mantuvo en posesión de un coleccionista particular residente en la ciudad de Acaponeta, cabecera de uno de los municipios del norte del estado. Esta muestra, integrada por un total de 287 piezas manufacturadas en diversos materiales, fue entregada al INAH por el artista plástico Vladimir Cora, quien a lo largo de más de 25 años reunió y conservó esta colección con la intención de que este importante acervo, culturalmente vinculado con el desarrollo Aztatlán de las tierras bajas noroccidentales de Nayarit, no fuera traficado ni comercializado fuera del estado.


La colección está integrada principalmente por objetos cerámicos entre los que destacan elaboradas vasijas decoradas con diseños alusivos al sacrificio ritual y al culto solar, por artefactos de cobre (cascabeles), cuentas de concha y de piedra verde finamente labradas, urnas zoomorfas de tecali, sellos, malacates lisos y decorados, puntas de proyectil y figurillas de los periodos Clásico y Postclásico, entre las que sobresalen cuatro ejemplares de figurillas antropomorfas estilo Mazapa que conservan todavía residuos de pigmento adheridos a su superficie.


El arqueólogo Mauricio Garduño Ambriz, adscrito al Centro INAH Nayarit (INAH-Conaculta), quien se ha especializado en el estudio de la arqueología de la zona nuclear costera Aztatlán, señaló que la recuperación de este patrimonio arqueológico “reviste de gran relevancia para la arqueología regional, pues constituye una excepcional muestra de la cultura material representativa de estas poblaciones a través del tiempo y es reflejo de la experiencia social acumulada a lo largo de por lo menos quince siglos de ocupación continua en la fértil planicie aluvial localizada en la franja costera, abarcando un largo periodo desde el Formativo Terminal hasta el Postclásico Tardío”.

Dentro de los diseños simbólicos identificados en las vasijas del complejo Aztatlán (850/900-1350 d.C.) recuperadas dentro de esta colección se encuentran bandas celestes, cuchillos sacrificiales, plumas, caracoles seccionados, crótalos, serpientes de fuego (xiuhcóatl) y grecas escalonadas. Además, fueron representados personajes de alto rango ricamente ataviados portando máscaras de Tláloc, así como numerosos cráneos asociados a bolas de zacate (zacatapayolli) que servían para incrustar los huesos largos y las espinas de maguey que eran comúnmente utilizadas en las ceremonias de autosacrificio dentro del ciclo ritual anual, elementos que por primera vez son identificados dentro del repertorio iconográfico Aztatlán, al igual que el glifo del planeta Venus.

“Con este cúmulo de información será posible conformar un esquema más completo sobre las concepciones religiosas y prácticas rituales vinculadas con el complejo ceremonial Aztatlán”, apuntó el especialista.

El inventario preliminar y el embalaje de las piezas estuvieron a cargo de la Rest. Paula García Reyes y de la Arqlga. Geylú Valderrama. El traslado oficial de dicha colección desde la ciudad de Acaponeta se ejecutó siguiendo estrictas normas de seguridad, contando con el apoyo de una escolta permanente por parte de la Policía Federal de Caminos a todo lo largo del trayecto, hasta alcanzar su destino final en la ciudad de Tepic. Esta colección se encuentra actualmente resguardada en la bodega de bienes culturales del Museo Regional de Nayarit y a partir de su registro, restauración y curaduría ya se tiene contemplado el diseño y montaje de una exposición temporal sobre la arqueología costera Aztatlán, proyectada para finales del 2012.

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