Por: Juan
Manuel Estarrón
Por lo
visto el Goberney tuvo una infancia muy cabrona que está reflejando en el poder
que ya no le corresponde repartirse pero lo está haciendo a discreción como
claramente lo manifiesta; golosamente quiere quedarse con todo el pastel y
repartir el betún y unas cuantas rebanaditas como hostias a los pocos invitados
del cascarón que quedó de su partido.
Como se sabe, el mandatario corrió de la
fiesta a dos niños buenos que ni siquiera lograron aporrear a la piñata
principal mucho menos quedarse al reparto del pastel; ellos ya se reintegraron
a sus antiguos juegos al lado de 126 compañeritos, no sin antes dedicarle
algunas mentadas por su trato despótico.
Casi junto con ellos abandonaron la fiesta
otros dos niños quienes también se pintan solos como a toda madre, sin embargo
no aguantaron la carrilla de
mandarlos a la cola –pues qué se creían- para surtirle golpes a la piñata; el
más encabronado de ellos pronto buscó las malas compañías de una pandilla de
enfrente. Ellos les llaman tribus.
En menos de 24 horas hizo buenas migas con
los pesados de esa tribu, principalmente con el jefe de esta barriada con
apellido de cítrico y quien le ofreció un buen pedazo de pastel a condición de
renunciar a su pandilla, pero el de apellido color pastel no negó la cruz de su
parroquia y en ella se queda, sin embargo acepta jugar con ellos sin separase de sus
amigos de aventuras tricolores.
Así transcurre la fiesta del niño grande;
más adelante verán sus demás “amiguitos” que el ambiente dista enormemente del
contenido de la invitación “lloverá parejo para todos” “Cuenta conmigo”. Los
que se quedaron al final de la fiesta verán que ni los dulces se repartirán en
cantidades iguales, que a la hora de vendar los ojos seleccionaron a los que
podían ver la piñata por debajo del pañuelo, que…bueno, se presume que la
mayoría saldrá echando chispas del coraje.
Hasta aquí una breve alegoría del que tiene
el férreo control del Partido y su proceso interno que culmina el 27 de este
mes, que está dispuesto a quedarse con la mayoría en la XXX Legislatura y las
presidencias municipales que pueda; alguien a quien se le disparó el apetito de
“ahora es cuando” al tronar la alianza Nayarit, Paz y Trabajo, le sigue
vibrando Nayarit como para gobernarlo otros seis años aunque confiese su
migración al DF.
Sabe que con una oposición dividida es
posible construir un congreso muy similar al actual pero sin la presencia de
ningún coordinar que barajaban: Raúl Mejía o Gerardo Montenegro ¿Por qué?
Obviamente ninguno servía de tapadera; cuando estos se fueron Ney debió
respirar aliviado de no tener en casa a gentes pensantes.
Sólo que, estos niños berrinchudos que se
despidieron del proceso electoral en apariencia, no estarán afuera del todo;
alguno de ellos hará pagar caro el atrevimiento de Goberney y es posible que
del gran pastel que se negó a compartir no disfrute ni el betún. Es más, cuando
el autócrata necesite ser palomeado para ir al Senado puede que encuentre
obstáculos serios; aunque todo esto esté por verse.
Por lo pronto en el jaloneo de la cobija de
aquí a finales de mayo seguirá habiendo descobijados inconformes debido a que
no es creíble que en un partido secuestrado para robarse las candidaturas haya
voluntad política para levantar 38 encuestas para presidentes municipales y
diputados simultáneamente, sin contar con las candidaturas a regidores.
Como siempre se ha señalado fuerte y
quedito a Goberney nunca le importamos como ciudadanos y Nayarit le vibra en
función de los muchos beneficios que ha obtenido al amparo del retorcimiento de
las leyes y la colaboración lacayuna de políticos corruptos y empresarios
deshonestos.
En estas condiciones va desbocado tras un
poder transexenal que le permita disfrutar tranquilamente de una enorme riqueza
que ha acumulado sin que pueda ser molestado por los órganos auditores, mejor
conocidos como las “Carabinas de Ambrosio” porque jamás han metido a la cárcel
algún gobernador o ex gobernador ladrón.
Eso explica en parte que sus baterías estén
enfocadas a llenar el congreso de camisas rojas y a este paso es muy posible
que lo logre por una elemental observación: en la oposición están distraídos
por la gubernatura en un pleito encarnizado entre Martha Elena y Acosta
Naranjo, abrigando una pequeña esperanza de concretar una alianza de facto que
no ocurrirá conociendo el temple y temperamento del segundo.
Entonces, mientras el jaguar del Mololoa
llega los opositores se ponen a jugar a la “gallinita ciega” y cuando ni menos
sospechen la “Olla Roja” estará ocupando la mayoría de las curules; de todo
esto se desprende que si Goberney apenas compartirá las zurrapas del pastel con
sus adversarios internos ¿Le sobrará vocación demócrata para compartir algo con
sus enemigos políticos?
Aún en el supuesto de que Martha Elena
doblara a Roberto Sandoval, gobernaría copada por un congreso que echaría abajo
las mejores propuestas, entre ellas la última: eliminación de las tenencias
vehiculares. Pero en fin, todavía están a tiempo de cerrar filas en los
distritos y municipios. ¡No tienes llenadera, Lulú!
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