martes, 2 de agosto de 2011

¿HAY EN MÉXICO LIBERTAD DE EXPRESIÓN?



Por: Francisco Cabral Bravo

Si el PRI regresa al poder, como sinceramente creo que sucederá, será porque ha aprendido su lección. Hay una nueva generación de priístas cuyos miembros crecieron en un ambiente democrático. Enrique Peña Nieto pertenece a esa generación.

Los “ninis” también votan. Y esta situación es particularmente alarmante para los estrategas del primer círculo calderonista, pues está vinculada al hecho de que el único referente de estos pocos más de siete millones de mexicanos que ni estudian ni trabajan, es la crisis de los gobiernos panistas.

Y a este escenario poco alentador para los planes de continuidad del partido gobernante, se añade el hecho de que en una década el PAN comenzó a alejarse de los principios ideológicos que le dieron origen, para dejarse absorber por la burocracia del Estado.

Hace unos días el polémico Diego Fernández de Cevallos comentó que en 2012 el PAN podría quedar en tercer lugar.

Mientras el presidente Felipe Calderón está pensando qué hacer para no entregarle la banda presidencial a un priísta en 2012, el ex presidente Vicente Fox parece empeñado en hacer su parte para que el PRI regrese a los Pinos.

¡Que todos los ex presidentes hablen, que opinen, que denuncien, que se agarren a trancazos con los presidentes en funciones!

Ya sabrá el respetable público, la afición, el auditorio, los televidentes, la ciudadanía, lo que antes se denominaba el pueblo, si toma o no en cuenta las declaraciones de los integrantes del “Salón de la Fama ex presidencial”

El silencio de los ex presidentes equivale a una complicidad con sus sucesores que en nada beneficia a la consolidación de las prácticas democráticas en el país.

Es preferible escuchar “tonterías” de los ex, como califica a sus declaraciones el mismo Vicente Fox, que tener ex presidentes condenados al mutismo y, casi a la muerte civil.

Ya encarrerado el “ratón vaquero” (o sea Fox), la agarró contra su partido y sus dirigentes cuando le preguntaron ¿porqué el PAN no tiene aún candidato capaz de enfrentar a Peña Nieto?

“No es problema de candidatos sino de mi partido. Mi juicio es que el PAN no ha hecho su tarea, y ahora se asocia con quien no debe asociarse, con el PRD, representante de una izquierda desdibujada, sin sentido, sin norte” ¡Están oyendo Inútiles!

Y cambiando de tema, ser periodista en nuestro país es un empleo de alto riesgo. No cabe duda que los verdaderos periodistas se exponen a ser amedrentados o hasta asesinados, y esto se debe a que la libertad de expresión ha sido captada por el miedo.

Los periodistas de vocación sienten la necesidad de dar a conocer la verdad y las verdades en nuestro país, que son generalmente ocultadas para después sepultarlas bajo comunicaciones confusas.

Los medios de comunicación eso hacen, comunicar, dan información. La diferencia entre la comunicación y la información mediática es una delgada línea de ética, que muestra o no el compromiso con nuestra verdad y con la necesidad de poner en evidencia aquello que está mal para ser mejorado.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos, presidida por Raúl Plasencia, se ha empeñado en insistir que se aclaren las muertes de los periodistas en México y curiosamente es la única institución que no ha quitado el dedo del renglón. Yo creo que cuando se amenaza o se asesina a un periodista, se está asesinando a la democracia misma, pero sobre todo cuando las autoridades no actúan con toda la fuerza para resolver los casos. Los políticos y gobernantes saben que no hay periodista serio que sea cómodo, y esa incomodidad representa la posibilidad de una mejor democracia- durante años hemos vivido con mentiras mediáticas o verdades atropelladas por el poder de unos cuantos y son los periodistas quienes tienen la capacidad de mostrarnos la realidad, sólo informando, sin sesgo originados siquiera por sus propias convicciones políticas, religiosas, sociales o de cualquier otra índole.

Información pura y dura es lo que necesitamos para conocer nuestra realidad y así tomar las medidas conducentes.

Todavía no entiendo cómo es que los mexicanos, cuando se mata a un periodista, no tomamos las calles de nuestra ciudades y exigimos que se esclarezcan los hechos, repudiando los hechos y exigiendo también el derecho que tenemos a ser informados fehacientemente, construyendo, insisto, nuestra democracia.

Por lo pronto, mi más sentido pésame a las familias de los periodistas muertos y a todos los ciudadanos que, mediante la muerte de los periodistas, perdimos todos la oportunidad de conocer y saber nuestra realidad.

¿Cómo es que se dice? Ah sí, “condición humana”.

0 comentarios: