Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
Una asignatura pendiente en los planes educativos en los distintos niveles de gobierno, es el de la historia regional, archivero riquísimo que gira en torno de los grandes hechos nacionales y los relevantes procesos sociales; basamento de los catalogados y distinguidos períodos históricos que van llenando la bibliografía histórica de un país que se precie de tener identidad.
Pero lamentablemente, si algo están perdiendo nuestras comunidades es precisamente su sentido de identidad y pertenencia, males derivados quizá, del pobre o nulo conocimiento del pasado de nuestra casa, del terruño, de la patria chica, en este caso en particular, de ese pedazo de patria perdido entre la llanura costera del Pacífico y la Sierra Madre Occidental, llamado Acaponeta. No conocemos esa historia y pocos se han preocupado por rescatarla, no tenemos ese sentido, uso y disección del costumbrismo de los pueblos olvidados y hasta la tradición oral ha venido a menos.
De ahí la importancia de un cronista municipal, que sepa recoger los pedazos y evidencias de los hechos de ayer, para comprender los tenebrosos e intrincables procesos contemporáneos, no deteniéndose a pensar si lo que va brotando de sus concienzudas indagaciones revelen hechos terribles o situaciones comprometedoras que no se ajusten a la historia oficial. Ya lo dijo un sabio pensador del pasado: el historiador tiene que vivir con un sentido de lo inevitable de la tragedia.
Por otro lado, el célebre historiador Erick van Young opina que la región es una hipótesis por comprobar, que, dicho de otro modo, es amplia la tela que el cronista profesional puede cortar. Esto lo sabe bien el acaponetense investigador Néstor Chávez Gradilla, quien ha venido ampliando el panorama histórico de los nacidos en la tierra de Alí Chumacero, a través de sus libros y ensayos sobre la asombrosa e interesante historia regional de esta zona.
Acaponeta, tiene una rica, pero poco conocida cronología local. La región norte del Estado de Nayarit y el sur de Sinaloa, han transitado por todas las etapas del proceso histórico nacional, incluso desde muchos antes de los primeros asentamientos que derivarían en el tiempo en el gran señorío de Aztlán-Aztatlán, hasta las nuevas crónicas que nos hablan de una región convulsionada por la violencia actual. Y uno de los más documentados períodos, es el capítulo de la Revolución Mexicana.
Por ello, el cronista del lugar donde el frijol se enreda a la caña, ha elaborado un amplio catálogo de hechos, anécdotas, situaciones, perfiles, circunstancias, relatos, leyendas, cuentos y mitotes que giran en torno al levantamiento maderista de 1910, del cual surgió el movimiento que luego sería conocido como la Revolución Mexicana, y en la cual se insertó nuestro municipio, aportando hechos y personajes de relevancia, sobre todo estos últimos, en aquellos acontecimientos dramáticos de un país que buscaba abrirse paso rumbo a la democracia en el incipiente siglo XX.
No perdamos nada del pasado. Sólo con el pasado se forma el porvenir, explicaba algún cronista a sus alumnos y efectivamente, una de las formas de conocer el actuar, las consecuencias y las alternativas de solución a muchos problemas actuales, es conociendo a fondo la historia local, de la región. “Acaponeta en la Revolución Mexicana”, estoy seguro habrá de convertirse en un referente histórico y de consulta para los acaponetenses y en general para los historiadores nacionales, así como en su momento fueron sus libros “Breve bosquejo histórico descriptivo de Acaponeta” y “Monografía de Acaponeta”, del mismo autor.
La presentación del libro será el próximo viernes 13 de septiembre en el Museo Juan Escutia de la Ciudad de Tepic, a las 19 horas y lo presentarán, aparte de su autor, su servidor y se contará con la presencia del Prof. Sergio Eugenio García Pérez, Secretario de Cultura del Estado de Nayarit y la Directora del Museo, Lic. Socorro Varela.
Diríamos, inspirados en este tipo de bibliografía que el bienestar general de un pueblo y su futuro, descansan en el conocimiento individual de sus hechos históricos.
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