sábado, 17 de septiembre de 2011

VERACRUZ Y FCH COMPITEN A TORQUEMADA



Rogelio Gómez Mejía
(Cortesía de Periodistas en Línea)

“Cuando ven moros con tranchetes”
Dicho popular.


Nada más impresionante que los terribles acontecimientos que laceran el ánimo de la población a últimas fechas, podría ser más significativo que la tortuosa persecución de los “twiteros” jarochos, María de Jesús Bravo Pagola y Gilberto Martínez Vara, profesores y confesos “Fidelistas” encarcelados por terroristas y saboteadores, y la nada recomendable anatema del presidente designado Felipe Calderón Hinojosa contra jueces y diputados por sus acciones “refinadas y suavecitas” en la aplicación y castigo a la delincuencia, más como veladas amenazas, que como sapientes advertencias, pues ni duda cabe que de realizarse tan inconmovibles propósitos se abrirían los caminos para el arbitrio del castigo al comportamiento de los sujetos al juicio de quienes detentan el poder y punto.
Porque resulta innegable que del naciente gobierno veracruzano del doctor en derecho, priísta Javier Duarte de Ochoa, su robusto procurador de justicia(?) pues, Reynaldo Escobar Pérez, quien volvió a flaquear del mismo pie al consignar en vertiginosa acción a los maestros “twiteros” con la misma ligereza que evidenció la necesidad de investigar la relación de la reportera de “Notiver” Yolanda Ordaz con la narco-delincuencia, resultó más que una persecución de ilícitos, la práctica tortuosa del verdugo ajusticiador de todos los malvados como lo fue en sus mejores tiempos don Tomás de Torquemada.
Cualquier otro profesional sin afanes justicieros revanchistas, hubiera aplicado cuando menos el beneficio de la duda a las acciones de los mentores acusador de terroristas y saboteadores para agradar al gobierno de Duarte de Ochoa, conociendo los transparentes antecedentes de los inculpados, igual que el ejecutivo designado maduraría su opinión respecto al proceder de legisladores y jueces con sus deberes al punto de que en apego a la Carta Magna no se puede incidir en la paja en el ojo ajeno cuando no se mira la viga en el propio.
Porque la causal que motivó la actuación del primero, pasó por alto que los maestros en cuestión reaccionaron por la alarma generalizada que cundió cuando cientos de padres y madres de familia corrieron a las escuelas por sus hijos que recién dejaran en sus escuelas, segundos después fueran alertados por la angustiada mamá de un pequeño que regó como pólvora la versión de que hombres armados se habían llevado en una camioneta a cinco niños de la primaria “Alfonso Anaya”.
Podría discutirse como una irreflexiva reacción de los mentores citados el subir al “twiter” la versión a juicio, como también podría considerarse un aviso oportuno en prevención de graves tragedias, de ser cierto el conflicto dado el estado de histeria que prevalece actualmente en razón del peligro que acecha a la población, por el estado de terror que azota a la ciudadanía expuesta a ataques inverosímiles de grupos armados que han logrado con amenazas, que el magisterio de Acapulco por citar un caso, haya cerrado la mayoría de las escuelas primarias y, afortunadamente, el gobernador de Guerrero no los ha acusado de “terrorista y saboteadores” por ese hecho.
Ni tampoco parece atinado que Felipe Calderón siembre en el espacio nacional el juicio severo a legisladores y jueces por actuar por ejemplo en los casos del ex-funcionario de la CFE, Néstor Moreno Díaz acusado de defraudado y de Jorge Hank Rhon por portación de armas con leyes cautas, cuando lo cierto es que aún no han sido exonerados de los cargos en congruencia con las endebles imputaciones en su contra, que hacen deseable esa actuación en todos los casos a juicio, para evitar los primeros abusos del poder, y los segundos la aplicación puntual de las garantías constitucionales pensando en la seguridad de la población inocente y trabajadora aún a riesgo de que es preferible que haya diez delincuentes libres a un inocente preso por esa aparente laxitud tan acremente criticada por el severo ejecutivo, más fiscal inquisidor que el gran
estadista con el que seguramente soñamos todos los mexicanos.

BALA PERDIDA

Una muestra fehaciente del magnánimo poder político que la ciudadanía deposita en los diputados, quedó manifiesto con la reforma al artículo 214 del Código de Instituciones y Procedimientos Electorales del D. F. decretado por la ALDF, permisiva de la formación de nuevos partidos políticos a pesar de la acción de inconstitucionalidad promovida reaccionariamente por el monopolizador PRI, y a la que le dio “palo” la SCJN para abrir un poco la puerta a la democracia, a la que solo le falta el voto por mayoría absoluta, plebiscito, referéndum y revocación de mandato, para decir, ¡“sí se puede”!

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