DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

El pasado viernes fui temprano a la estación de radio local, con la intención de solicitar de favor a mi amigo Chuy Cervantes, de que me permitiera anunciar en su noticiero matutino el evento del homenaje a Alí Chumacero. Ahí me encontré a Zeferino Lora, aguerrido integrante de las filas del Partido de Trabajo en Tecuala, quien a su vez iba para invitar a la ciudadanía a una conferencia del ínclito diputado federal Gerardo Fernández Noroña, conocido porro de San Lázaro, quien venía a Tecuala a dar una conferencia, según me informó Zeferino.

Él, Zeferino, entró primero a la cabina con Chuy Cervantes y habló maravillas de Fernández Noroña, al grado que me pareció que Juan Escutia envuelto en la bandera, era un pobre ñoño de estampita escolar. Luego entró su servidor a cabina e invitó a la población al acto del primer aniversario de la muerte del Mago de las Letras. Al salir de ahí, Zeferino me dijo que asistiría al evento y que llevaría al diputado federal que al parecer tiene licencia para insultar a todo lo que se mueva. No dije nada, pero le pedí a San Currutaco a las Papayas y a San Rompopeo de los Volados, que impidiera tal desaguisado, pues no quería que ese tipejo agarrara el micrófono a mitad del acto y, de acuerdo a su invetarada costumbre arremetiera contra nosotros y reventara la actividad de la Junta Vecinal o que, hiciera grilla de la más rupestre que existe. Gracias a mis santos milagrosos y a la Virgen de las Agruras, no asistieron al acto y qué bueno.

Por supuesto que no es nada personal contra Fernández Noroña, simplemente me aterra y disgusta sobremanera ver lo que hace en la Cámara y que salga de esos desmanes propios de vándalos como el tipo del whisky aquel: tan campante. Sobre todo porque no conozco ninguna aportación del susodicho legislador que haya beneficiado a la patria; por el contrario, él, junto con otros 499 tipejos de la peor ralea, desangran a la pobre población de este riquísimo país y digo riquísimo por lo siguiente:

Un reciente trabajo que realizó la Profa. María Amparo Casar Pérez, investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), develó la ingrata realidad en que nos vemos inmersos los mexicanos, para sostener esta lacra. Aquí algunos datos y reflexiones: 

En 2010, más de 9,500 millones de pesos se destinaron al poder legislativo de los cuales 4 mil 754 millones fueron para la Cámara de Diputados, presupuesto que por cierto ha crecido bastante ya que del año 2000 al 2011 se elevó en un 50.5%, para una entidad que sigue teniendo las mismas funciones y el mismo elevadísimo número de diputados (500 vaquetones); a pesar de ello, cada día nos cuesta más a los sufridos contribuyentes, categoría ciudadana en que los dilectos diputados no entran, pues los impuestos que pagan se les regresa en ciertas "prestaciones".

Volviendo al tema del dinero que reciben "nuestros representantes", hay que decir que el Presupuesto de Egreso de la Federación en el 2010 previó para el IMSS-Oportunidades 7 mil 300 millones de pesos; y para el apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa solo 5 mil 890 pesos; a Diconsa y el programa de Apoyo Alimentario, únicamente 5 mil 110 millones de devaluados varos y al programa de Infraestructura Social Básica para la Atención de los Pueblos Indígenas, o sea esos seres pobres y paupérrimos que no vale la pena molestarse en ellos, por sucios e incultos, la bicoca de 4 mil 754 millones de pesos, tan solo el 54% de los recursos que le dan a los talegones legisladores que reciben en conjunto 9500 millones de pesos.

Para tan solo hacer una comparación, ya que a los políticos que se "precian" de serlo, siempre comparan a México con otras naciones, hay que decir que solo Brasil nos gana en cuanto al gasto de sus diputados, pero los hueytlatoanis meshicas gastan el doble que Colombia y mucho más del doble que Uruguay. En el caso de los sueldos, los mexicanos están por abajo de los cariocas, pero muy por encima de la media internacional, ya que en América Latina, los diputados ganan un promedio de 6 mil 712 dólares, en Mexicalpán de las Tunas, se embolsan casi el doble 12 mil 310 dólares, pero, fíjese Usted amable lector que lindura, si añadimos las prestaciones, la suma se va a las nubes: ¡17 mil 800 dólares!

Para los economistas que todo lo miden de acuerdo al Producto Interno Bruto (PIB) per capita, el salario de uno de estos parásitos, es decir, lo que perciben en relación al nivel de riqueza promedio por habitante en México, ese recurso les representa 22 veces el PIB per cápita. Y, en el colmo de la desfachatez, cuando los "queridos" diputados se enteraron que esas cifras eran casi iguales a las que reporta la OCDE para los Secretarios de Estado, gritaron desde la tribuna: que estos tenían que ofrecer una explicación a la sociedad respecto a lo que ganan en relación con los resultados que ofrecen (!!!!!!)

La remuneración de los diputados se compone de la "dieta", que es la retribución mensual que se cubre a los susodichos vampiros de la nación; también los apoyos para las actividades legislativas, que no es más que una asignación para sus labores y las prestaciones (estas últimas se encuentran tan dispersas y son tan difíciles de calcular que se convierten en un desmadre al que cada quien le entra como puede y de la forma más discrecional que se puede por parte de los órganos de gobierno de la Cámara y de los diferentes grupos parlamentarios...recuerde amigo lector que hablamos del dinero de nuestros impuestos; por ejemplo a estos chupacabras se les otorga una asignación especial para "atender compromisos de fin de gestión", del cual no dejan ningún registro y nadie sabe qué es eso y para qué se destinan esos dineros, además les añaden partidas adicionales para pagar asesores, secretarias, choferes, autos, personal de apoyo, viajes, estudios, asesorías, ayuda para difusión, etc.

Numeritos hablan: la dieta mensual de un "tribuno" es de 75 mil 631 pesos, pero súmele Usted la asistencia legislativa de 45 mil 786 bilimbiques y 28 mil 722 pesos más de un rubro que se llama "Atención Ciudadana", lo que eleva la dieta a 150 mil 139 pesos. Por cierto, en este último rubro, una encuesta entre la población señaló que solo el 4% respondió de manera positiva cuando se les preguntó si su representante ante el Congreso les había hecho una visita, una llamada telefónica o algún tipo de comunicación, el resto tuvo que decir que no.

A los 150 mil 139 pesos, hay que agregarle un 12% de la dieta bruta, o sea, unos 12 mil 645 pesos por concepto de fondo de ahorro; apoyo para transporte --seguramente en el Metro de la Ciudad de México o en un combi repleta de nacos-- por 3 mil 540 pesos. Seguimos...la parte proporcional de la gratificación regular de fin de año (40 días de la dieta), que suma 11 mil 708 pesos al mes; un seguro de gastos médicos mayores para sus gripitas o sus cirugías plásticas por una suma asegurada básica de hasta 1500 salarios mínimos generales mensuales vigentes en el D.F. con una cobertura adicional en el extranjero, lo cual cuesta y hay que pagarles a nuestros "amigos" 7 mil 658 pesos al mes, amén de un seguro de vida que tiene un costo de 2 mil 962 mensuales, lo que habla de un total de 218 mil 449 pesitos.

¿Eso es todo? Claro que no, hay que adicionar otras "prestaciones" de las cuales en ocasiones no se pueden obtener datos fidedignos: gastos funerarios por fallecimiento a sus beneficiarios equivalente a un mes de dieta, claro, no bastan los seguros médicos y los dráculas del pueblo tienen ISSSTE, FOVISSSTE y SAR y todavía en el 2010 hubo "gastos médicos menores" para curarse los callos de las patas.

Dice el informe de la Profa. María Amparo Casar, que estas cifras revelan tan solo parte de la historia, pues si se analiza el presupuesto total de la Cámara, se encuentra que a través de otros capítulos y partidas se transfiere una cantidad importante de recursos a los diputados y pone de ejemplo que el presupuesto ejercido por concepto de boletos de avión de enero a diciembre fue de 87 millones 851 mil 772 pesos. Mire Usted amigo, si no se ha desmayado le continúo diciendo que de esa cifra, hay un rubro llamado "dotación ordinaria" por 66 mil 450 pesos y que es para aquellos diputados que viven a más de 300 kilómetros de distancia de la Ciudad de México, o sea 329 legisladores, que repartido entre ellos hay que darles para se vayan a sus "ranchos".  ¿Qué tal?

Sigue la mata dando: la partida de Productos Alimenticios a la que le toca a cada "representante del pueblo" un monto igual de 15 mil 417 pesos. Y todo lo anterior solo para los diputados "pobretones", porque aunque ante la ley todos ellos son iguales (de babosos diría yo), hay unos legisladores más "iguales" que otros: coordinadores parlamentarios, los integrantes de los órganos de gobierno, los presidentes de la distintas comisiones, quienes reciben una asignación mensual total de 35 mil 880 pesos para "gastos de operación" y 5 mil 440 pesos para tortas y refrescos.

Adicionalmente cada presidente recibe un "fondo fijo" para hacer frente a gastos dignos de su alcurnia por la cantidad de 9 mil 360 pesos para el uso de su vehículo, teléfono celular --por cierto, le pregunto ¿"Su Amigo Telcel", tiene saldo?--, además de recursos para contratar un "secretario técnico" --o "momegacho" (mozo, mensajero, gato y chofer)--, dos asesores y un asistente parlamentario cuyos sueldos --también comen los pobrecitos-- suben hasta 131 mil 041 pesos.

Ahora, hay que preguntar, ¿todo ese dinero justifica la labor de esos servidores públicos?

La respuesta es NO: ya que la suma de todos los productos lesgislativos: iniciativas, proposiciones, excitativas, dictámenes de iniciativas y permisos, independientemente de si fueron atendidos o no, fue de 3 mil 109 "acciones legislativas" (así les llaman estos descarados), por lo que cada una tuvo un costo de 1.6 millones de pesos.

Sesiones solitarias

Por otro lado en ese año del 2010 hubo 10 nuevas leyes, 107 reformas, adiciones o derogaciones; 9 reformas constitucionales y 11 decretos, o sea 137 actividades. Si tomamos esta cifra como el total de productos legislativos, tendremos que cada uno tuvo un enorme, gigantesco y desorbitado costo de ¡35.9 millones de pesos! O bien, cada sesión costó ¡94.6 millones de pesos!  Con la salvedad de que México, junto con Costa Rica tiene el período más corto de sesiones, apenas 195 días naturales y eso cuando van, ya que cada rato vemos en la TV que suspendieron actividades por falta de quórum.

Juan Escutia se queda corto

Por ello, me parece una grosería recibir a Gerardo Fernández Noroña en nuestros pueblos y pintarlo como héroe o adalid de la justicia, sobre todo porque no se le recuerda ninguna propuesta o iniciativa; solo groserías, ataques y pullazos a sus congéneres salvajes y actividades grotescas y patéticas en la calle. ¡Uta, de la que nos salvamos! ¡Chusma, chusma!