sábado, 31 de diciembre de 2011

EL FACEBOOK NUESTRO DE TODOS LOS DÍAS




¿QUÉ TANTO CREES QUE VALE TU PRIVACIDAD ?

Por: Juan J. Gaspar G. (basadas en información de CNN)

Hace algunas décadas, husmear tenía definiciones muy claras: forzar con un cuchillo el candado del diario de Lupe y leer sobre sus torpezas cada vez que se topaba con  Chepe; escuchar detrás de una puerta cerrada con un vaso pegado a la pared, o abrir algún sobre de tu vecino. Pero esto último es ilegal, por lo que cada vez que un niño de diez años que se da cuenta de que abrió accidentalmente una tarjeta para su hermana, se aterroriza y espera que en cualquier momento llegue la policía para esposarlo y llevárselo de cantarito allá donde las rejas te separan de las monotonías de este mundo libre. Hace unas horas, una amiga hizo bien en compartirme una nota algo más que interesante, vital...


Sucede que en días pasados, un estudiante austríaco hizo pública su situación algo más que bochornosa.  El chico declaró que al urgar sus archivos personales advirtió que todos sus archivos se encontraban abiertos, aún cuando muchos de ellos ya habían sido eliminados...  más de 1200 páginas, que volcados en una memoria física, llenaban varios discos de información, que para él ya no existían...  Estos ha alertado a muchísimos usuarios, acerca de la disponibilidad de estos archivos y de la extrema facilidad con la que suelen ser intervenidas las cuentas personales, en esta que es la red más popular de todo el orbe...

¿Sientes que tu pareja esconde algo?  No espíes en su correo electrónico.

Tomas el teléfono celular de tu novia para ver la hora, y ¡oh, sorpresa!, tiene un mensaje de texto de su ex novio. Abres la computadora de tu hija para mostrarle un álbum de Flickr, y ¡qué maravilla!, ahí está el Blogspot de sus amigas, listo para que tú lo veas. Puedes meterte a tu Gmail un día después de que tu amigo usara tu computadora, y ¿qué tenemos aquí?: la bandeja de entrada de tu amigo.

Si sospechas de algún mal comportamiento, las investigaciones electrónicas son muy fáciles. Te guste o no, de vez en cuando tus ojos caerán sobre algo que no fue escrito para ti, y cuando eso pasa, eres un enorme invasor de privacidad...  Cuidado, más vale decir, como dicen en mi pueblo:  ¡Ojos que no ven, corazón que no siente!

¡Deja esas insanas intenciones, no seas parte de las estadísticas!

De hecho, un sondeo británico reciente descubrió que el 14% de las esposas espían los correos electrónicos de sus maridos, el 13% lee sus correos y el 10% revisa su historial de navegación. El mismo sondeo descubrió que los hombres espían a sus esposas en una proporción 50% menor que las mujeres.
Un sondeo australiano descubrió que el 73% de las personas que revisan los textos de sus parejas encontró cosas que hubiera deseado nunca haber visto.

Ya deja de hacerlo, fisgón. Puedes minimizar el daño tanto para tu conciencia como para tu relación si sigues las más elementales reglas para dejar de espiar en línea...

Evítate enredos emocionales... contrólate, recuerda que "la curiosidad mató al gatito" 

En cuanto haces algún movimiento para leer el resto del texto o bajas la pantalla para ver más de ese correo ilícito, pasaste de ver accidentalmente a husmear intencionalmente.
Sin importar lo intensa que sea tu curiosidad, sin importar lo tentadoras que sean las primeras palabras, date cuenta de que estás entrando a un camino oscuro y peligroso y debes evitar tomar cualquier ruta que te lleve más lejos.
Haz como si fueras un viajero incómodo que ve a un hombre muy gordo entrar a la máquina de escaneo de cuerpo completo en el aeropuerto, ¡nada más cierra los ojos!

La mejor manera de proteger tu privacidad es no andarte entre las ramas, o las redes ...

El asesino de gatos favorito (la curiosidad) es una fuerza poderosa, pero para la mayoría de nosotros no es lo suficientemente fuerte como para abandonar nuestros códigos personales de moral. Si te mueres de ganas de revisar la computadora o el teléfono de tu pareja, quizás se deba a que hay algunas alertas en la vida real que te hacen sentir ese impulso.

Lo bueno es que si eres una persona de confianza (que no explora maniáticamente el teléfono de su pareja cuando se hace de noche), eso no significa que seas totalmente ingenuo.

CONCLUSIÓNES... Algo inconclusas, por cierto...

No hagas click en nada, sin antes meditarlo...
Depura a la voz de ya, tu milenaria lista de espectadores y espías...
No te publicites como un gran político o una estrella de moda...
Deja que tu pareja concluya sus ciclos de vida...
Haz un razonado y valiente ajuste de relaciones...
Conócete a tí mismo y evítate problemas...
Dale a tu privacidad el máximo valor de tus intimidades...
Éntrale a la red, mas no te enredes...
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P.D  Espero que hayas disfrutado, a lo largo de este año, de esta serie... Facebook nuestro, de todos los días...

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