martes, 28 de febrero de 2012

¿POR QUÉ EL ABANDONO Y TANTA DIFERENCIA ENTRE LOS PUEBLOS NAYARITAS?

Vista de Rincón de Guayabitos.

Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

Una de las cosas que más me sorprendo cuando visito otros pueblos o municipalidades del Estado de Nayarit, es la diferencia que existe entre ellas y nuestro Acaponeta, incluso visito pueblos, que no son de Nayarit, pero que pertenecen a la misma región y hallo enormes diferencias que incluso me hacen envidiar las comunidasdes visitadas.
Naturaleza que igual se ve en El Novillero
 Digo lo anterior por sendas visitas que realicé recientemente a Guayabitos en el municipio de Compostela y un nuevo arribo a Teacapán, muy cerca de aquí, pero en el Estado de Sinaloa.
Antes de llegar a Guayabitos, platiqué con un taxista de Tepic, quien me decía que hace algunos años, esa ciudad, hoy destino turístico, era un pueblecito infame, donde no había más que unas cuantas cabañitas o ramadas de palma, donde ofertaban bebidas y comida a los ocasionales visitantes que tenían a bien llegar a las playas; algo así, me dijo sin dudarlo, "como El Novillero de allá de Ustedes", cosa que me dejó pensando --una vez más-- sobre el atraso de este lugar del vecino municipio de Tecuala.
El turismo extranjero llega por legiones a la zona, derramando muchos miles de dólares

Por principio de cuentas, y aquí comienzan las grandes diferencias, los autobuses que hacen el viaje a este punto costero de la Señorial Compostela, son de primera calidad y no los viejos y achacosos camiones tercermundistas que vienen o salen de Acaponeta. ¿Alguna vez tendremos camiones dignos para una población digna como la nuestra? Son aquellos transportes cómodos, amplios, limpios, puntuales y da gusto viajar en ellos.
Otro complejo hotelero accesible al turismo nacional.

Rincón de Guayabitos, y conste que yo no la conocí como me la refirió el taxista, es una comunidad pequeña que ha crecido a la sombra de la llamada Riviera Nayarit, progreso que Ney González hizo crecer en el sur, con la promesa, fallida por cierto como muchas otras, de extender al norte y que nunca llegó, dejándonos de nueva cuenta con la esperanza de ver algún día los beneficios del turismo en los bolsillos de los pobladores de la antigua rica región de Aztlán-Aztatlán.
Muchas actividades recreativas en Guayabitos, los avistamientos de ballenas son comunes

El pueblo y creo que más bien debemos llamarla la ciudad, se ha ido llenando de hoteles de muy buena calidad que han atraído por decenas de cientos a turistas estadounidenses, canadienses y europeos, que dejan sus dolaritos en los muchos locales comerciales de todo tipo, los cuales se ven en bonanza, cosa contrario a los comercios de por acá que desgraciadamente languidecen ante la pobre entrada de divisas y se conforma con lo que gasta el burócrata, los maestros y uno que otro campesino que tuvo la suerte de librar las plagas, las sequías o las inundaciones, amén de los consabidos coyotes y las torpes decisiones gubernamentales.
Hoteles de magnifica calidad y bellos en Rincón de Guayabitos.

Por supuesto, y tendrá razón, alguien que Rincón de Guayabitos, no tiene las mismas condiciones que El Novillero --ya que lo mencionamos--, porque aquel, nació del franco desarrollo del fideicomiso Bahía de Banderas, allá por los años 70 del siglo pasado y que benefició a esta región conformado por Guayabitos, La Peñita de Jaltemba y Los Ayala; dirán, y quizá vuelvan a tener razón, que ni siquiera es un pueblo como los conocemos, que simplemente son conglomerados de hoteles y bungalows que dan cabida a una población flotante que va y viene, por la cercanía de los megadesarrollos de Nuevo Vallarta en Nayarit y Puerto Vallarta, ya en Jalisco.

La cosa es que ahí se ve, si no riqueza, al menos bienestar y mucho trabajo para la población local, lo que se agradece dadas las condiciones económicas del país y el Estado. No son pocos los turistas nacionales que también llegan por miles a esas playas.
En contraparte, El Novillero, sigue siendo el mismo que conocí desde que desapareció "el chalán": malos servicios, una comunidad pobre, restaurantes donde la higiene y la atención de calidad brillan por su ausencia, suciedad apabullante, hoteles tercermundistas e incómodos, transporte pésimo y casi inexistente, inseguridad y decadencia, a pesar de que las playas tecualenses, son mucho más atractivas que las de Guayabitos, dicho con todo respeto para los habitantes de aquellos hermosos lugares.
Amplio malecón en Teacapán, Sin. Enfrente la isla de El Novillero

Repito, hay hoteles y bungalows de calidad, si bien no son hoteles de Gran Turismo, no le piden nada a nadie, con paquetes promocionales baratos y atractivos, al alcance del turista mexicano; meseros y trabajadores de hospedajes perfectamente capacitados y serviciales, restaurantes de buena calidad e higiénicos, servicios marítimos que fomentan y promueven la pesca deportiva, los paseos para ver a las ballenas y hasta un Festival Cultural que atrae lo mismo a los pobladores locales que a los turistas nacionales y extranjeros.
Las preguntas que podemos hacer al respecto son muchas: ¿por qué las autoridades no voltean para acá? ¿somos nayaritas de tercera? ¿nuestros recursos humanos y naturales son menores o de una calidad inferior que a los de aquellos sitios?
Nadie me va a responder y mientras otros lugares crecen, se desarrollan, evolucionan y progresan, acá seguimos igual que hace 50 ó 70 años. Usted vea una foto de El Novillero de los años 60 del siglo pasado y una de este 2012 y verá el amable lector que son iguales.
Confort en los autobuses
 Estuve en Teacapán, de nueva cuenta, pues me gusta regresar una y otra vez, y veo también muchos cambios cada vez que voy. Ahora me encontré un malecón que sigue creciendo y desarrollos habitacionales de turistas extranjeros que han decidido quedarse a vivir con los sinaloenses, ampliando las posibilidades económicas de este destino de playa, que se encuentra justo frente a la isla de El Novillero, que repetimos, vive la misma triste realidad de hace décadas. El mega proyecto que anunció Calderón para esa zona, hace unos tres años, al parecer crece más al norte de Teacapán y --otra vez-- no tocará tierras nayaritas.
Quizá en la otra vida lo veremos, esperando que no reencarnemos en una vaca y si así fuera, solo le pido a Dios que sea una vaca de Sinaloa y no de Nayarit. 
 
Vaca de Sinaloa
Vaca de Nayarit

1 comentarios:

Roxana dijo...

Me encanta leer su blog, porque no solo es interesante, pero nos pone al tanto de acaponeta nayarit. Y creo que tiene toda la razon, si hay algunas parte de nayarit donde nada a cambiado mientras que en otras parte es un paraiso.
Saludos.