La Hacienda de San Cayetano en los años 70 del siglo XX |
Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
En la exposición "La Fotografía. Lecturas Múltiples" que se está exhibiendo en la Casa de la Cultura "Alí Chumacero", hay una foto tomado no hace mucho, pues indica que se realizó en los años 70 del siglo XX, misma que muestra la vieja Hacienda de San Cayetano, población que se encuentra en el municipio de Tecuala y que muchos conocen porque es paso obligado para llegar a un centro botanero llamado “Los Otatitos” que cuenta ya con cierta fama entre los que gustan del marisco
ricamente condimentado con ambarinas a gélidas temperaturas.
Las ruinas de la Hacienda de San Cayetano hoy. |
Llegar a San
Cayetano no tiene pierde, se encuentra a unos metros del ejido El Novillero,
prácticamente bajando del puente y el crucero que lleva a la comunidad está a
mano derecha. Por un camino de terracería de regulares condiciones es posible
arribar a este pueblo de pescadores ubicado no del lado del mar sobre la playa
del Novillero, sino del lado de la barra o del llamado Estero de Cuautla, largo
brazo de aguas salobres que se extiende desde esa población en la punta sur de
la isla del Novillero, considerada parte del municipio de Santiago Ixcuintla (y
aun más allá, pues forman parte de la enorme laguna de “Agua Brava”), hasta la
comunidad de Teacapán en la parte continental de Sinaloa o bien “La Puntilla ”, el extremo
opuesto de la misma isla, pertenecientes todos a las llamadas “Marismas
Nacionales”, localizadas en la costa norte de Nayarit, desde el municipio de
San Blas hasta las Marismas Las Cabras en Sinaloa. Estos humedales, como
también se les llama, se encuentran alimentados por los ríos Santiago,
Acaponeta y arroyos tributarios, incluyendo el delta del río San Pedro y
conforman el más extenso y productivo bosque de manglar del Pacífico mexicano y
casi la cuarta parte de todos los manglares de México.
Al llegar a la población que
refiero, de golpe aparecen de manera casi mágica, las ruinas de esa antigua
hacienda que según me dicen es la de San Cayetano, la cual fue fundada
aproximadamente en el año de 1820, alcanzando gran fama por su excelente
ganado, que aun se ve pero muy decaído a las orillas del camino de tierra,
y por su abundante producción de algodón, así como por su excelente cecina, la
cual se comerciaba en Tepic, Guadalajara, Tuxpan y Santiago. Fue importante
también la producción de las salinas, donde trabajaban muchos de los peones de
las haciendas que existían en Nayarit en aquellos años del siglo XIX en el norte de
la costa de Nayarit, donde se encuentra una franja de tierra de más de 100 km de longitud que
comprende maravillosas playas y exóticas comunidades, como Rancho Nuevo, San
Andrés, Santa Cruz, Puerta de Palapares, Palmar de Cuautla, El Novillero y San
Cayetano, entre otras. Desde principios del siglo antepasado se estableció ahí
una importante industria ganadera que funcionó con enorme éxito por varias
décadas, periodo durante el cual se construyeron tres haciendas; de éstas sólo
la de San Cayetano no ha sucumbido al paso del tiempo, como sucedió con las de
Santa Cruz y Palmar de Cuautla, que prácticamente han desaparecido; sin
embargo, los lugareños siguen refiriéndose a la región como “Las Haciendas”.
Estas ruinas en San Cayetano, esperan su final triste y definitivo, pues ahora
no es más que un cúmulo de ladrillos, habitaciones vacías y arcadas muy
deterioradas por el paso del tiempo y sus inclemencias.
Estos retos con 192 años de antigüedad se van a
derrumbar, pero, de ahí la importancia de la fotografía antigua, en la exposición se aprecia todo el lujo y boato que tenía ese espacioso lugar. Sus tabiques de un rojo intenso muy notable, brillan y
se multiplican a la vista, conformando los viejos arcos del añoso casco de la
hacienda, donde aún se ve parte de su cocina, habitaciones en la parte baja y
el piso superior, la escalera que lleva al segundo piso y lo que debió ser un
jardín central tipo claustro, todo asentado en una base de concha de ostión muy
común en toda la región, ya que los antiguos pobladores de esta zona del país,
acostumbraban a basar el piso en el que habitaban con millones de concha de
ostión y otros mariscos, formando lo que hoy se llaman “concheros” y son
algunos de ellos considerados sitios arqueológicos. De hecho en una habitación
de la hacienda hay una excavación de donde se sacaron cientos de conchas de
ostión, lo que nos convence de que esta construcción ahí fue levantada sobre
esa superficie con restos de la concha del molusco, muy abundante en toda el
área que se menciona, como los de Boca de Camichín, tan famosa área ostionera, otra
marisma que hay que visitar.
El pueblo de San Cayetano, no
tiene gran atractivo en si, es un pueblo común como tantos otros de Nayarit,
Sinaloa o cualquier entidad del país, donde campea la pobreza y la necesidad de
los lugareños. Tiene como todos su iglesita, una plazuela y el caserío.
Muestro al amable lector las fotos de la Hacienda de San Cayetano de ayer y fotos de la Hacienda de San Cayetano del siglo XXI, con la noble y onírica intención de que alguien de Tecuala se preocupe por levantar esa ruinas como un espacio digno de admiración y de atracción turística.
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