domingo, 18 de marzo de 2012

LETRAS Y MONOS POR R. TEJEDA


Tal vez suene algo intolerante al criticar la insistencia de la iglesia a participar en la educación. Pero no, no tengo nada contra ella, pues ella seguirá haciendo su lucha por dominar las voluntades de un pueblo con el único fin de engrosar más sus repletas arcas. No, lo que me enoja es que; a los que se supone deben defender los intereses de un cada día más empobrecido pueblo, a los que se les paga y se les paga muy bien para defendernos, SI, A LOS SENADORES. Que sean ellos mismos, con la finalidad de perpetuarse en el poder, los que le sigan ofreciendo a estos pederastas “servidores de Dios” la formación educativa de nuestros hijos. 

 Me pregunto, estos ¿NO HAN LEIDO LA HISTORIA? (recórcholis, se me olvidaba la FIL) ¡Claro, no han leído nada! No han leído que; hubo una vez… que, estos clérigos, se opusieron a un presidente (el mejor presidente que ha tenido México) el Benemérito de las Américas, si, Juárez, consciente que la ignorancia era el gran problema del país, en 1868 se dedicó a expandir la educación en todo México y, para que fuera GRATUITA Y LAICA, les quitó la función de educar a los sacerdotes. En ese tiempo la República estaba sin dinero, debido a tantas guerras. Para hacerse de recursos, Juárez redujo el ejército, “vamos a cambiar soldados por maestros”- decía- y afectó los intereses del clero, por el bien del país (recontrarrecórcholis, ahora lo hacemos al revés). Pero, hubo otra vez… otro presidente; Álvaro Obregón, que instalado en medio del agotamiento del país por haber sufrido diez años de revolución; mas de un millón de muertos, sin producción agrícola, vías de comunicación destruidas, agobiados por una lacerante deuda externa, y una (otra vez) creciente población analfabeta. Lo primero que hizo este manco de Celaya (súperrecontrarrecorcholis, lo seguimos haciendo al revés), fue estabilizar la economía fomentando la producción y creando la Secretaría de Educación poniendo al mando de esta nueva secretaría a José Vasconcelos, (un gigante en la educación, no como los enanos que hemos tenido últimamente Vázquez Mota y Alonso Lujambio); quien realizó mucho por la enseñanza, llegando a lugares recónditos del país, con misiones de jóvenes creando las escuelas rurales, restaurando el exconvento de la Reencarnación para que fueran las oficinas de la Secretaría, y ¿se imaginan quiénes fueron los máximos oponentes? ¡claro! La iglesia, y había que enfrentarla y le estalla al presidente Plutarco Elías Calles el movimiento cristero. Únicamente es cuestión de echarle una mirada a la historia para saber que la iglesia NUNCA ha estado a favor de los “hijos de la prole” ¿por qué los diputados del PRI y del PAN insisten en modificar el artículo 24 de la Constitución? Dicen que no se le modificó nada, que lo único que hicieron fue ser más ¿claros? En la redacción, veamos: 
Así decía: ARTÍCULO 24.- Todo hombre es libre para profesar la creencia religiosa que más le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley. El Congreso no puede dictar leyes que establezcan o prohíban Religión alguna. Los actos religiosos de culto público se celebrarán ordinariamente en los templos. Los que extraordinariamente se celebren fuera de éstos se sujetarán a la ley reglamentaria...

Y ahora queda así: 

“Toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión, y a tener o adoptar, en su caso, la de su agrado. Esta libertad incluye el derecho de participar, individual o colectivamente, tanto en público como en privado en las ceremonias, devociones o actos de culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados, proselitismo o de propaganda política”. 
Es decir que lo único que queda claro es que la iglesia podrá realizar ceremonias religiosas en donde se le pegue la gana, pues lo que antes decía: Los actos religiosos de culto público se celebrarán ordinariamente en los templos. 

Ahora queda diciendo: Esta libertad incluye el derecho de participar, individual o colectivamente, tanto en público como en privado en las ceremonias, devociones o actos de culto respectivo. 

 Muy bien, todos sabemos que la iglesia hace cultos religiosos fuera de sus recintos y lo hemos aceptado, pero se ha suprimido la última parte que dice: Los (actos) que extraordinariamente se celebren fuera de éstos se sujetarán a la ley reglamentaria. Y esto acotaba la participación de la iglesia en las Escuelas, es decir garantizaba el Laicismo en la educación. Los Senadores que integraban esta comisión del PAN y del PRI se aferraron a hacer estas modificaciones, que según ellos no modificaba nada (megasuperrecontrarrecórcholis, entonces para que lo modificaban). Pero se omitió lo último. Esperemos, mis estimados lectores que observemos el comportamiento de nuestros políticos y como cuando en nuestros años infantiles, les decíamos a nuestros enemigos de escuela “a la salida nos vemos” ahora les digamos a estos políticos “EN LAS VOTACIONES NOS VEMOS” REFLEXIONEMOS NUESTRO VOTO

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