viernes, 20 de abril de 2012

DE LO QUE ESCRIBEN SOBRE ACAPONETA EN OTROS MEDIOS


 
Por: Leopoldo Rivera
Periódico Express de Nayarit
 
La hoy famosa mujer, logró poner el nombre de la ciudad de Acaponeta, Nayarit, en el ámbito nacional, y Antonio Tello experto en exponer por escrito con todo detalle la desgracia sucedida en esa ciudad, han logrado, que “la puerta norte del estado” sea conocida nacionalmente. Acaponeta la calurosa, también conocida como la “Atenas Nayarita”, la de los Juegos Florales literarios renombrados, la cuna del ilustre político Juan Espinoza Bávara, del poeta Alí Chumacero, del artista Ángel Infante Cruz hermano de Pedro de los mismos apellidos, de Blanca María Luisa Díaz Tejeda primera mujer nayarita “Miss México” y del pintor y escultor “Vladimir Cora”, por ventura permanece vigente en la memoria mexicana.

Por supuesto que estamos hablando de Consuelo Sáizar y de Fray Antonio Tello. No de los internéticos Mayte Rosas y Antonio Tello quienes han colocado los nombres de Acaponeta y Nayarit en el submundo informativo. Una por sus maniacas acciones huérfanas de ética médica, al exponer en las llamadas “redes sociales”, fotografías con comentarios burlescos sobre pacientes en procesos quirúrgicos en la clínica acaponetense del IMSS; y el otro, comunicador nayarita pro carroñero, por superar con creces a la revista de nota roja “Alarma”, la de crueles, morbosas, humillantes y anti decorosas exposiciones con imágenes de crudeza inaceptable. ¿Y quién es más de culpar, aunque cualquiera mal haga, la que peca por la fama o el difusor por destacar?


Consuelo Sáizar Guerrero nacida en Acaponeta es actualmente en México directora del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública que promueve el apoyo y patrocinio de eventos que propicien el arte y la cultura. Ha dado lustre nacionalmente con su desempeño, a su ciudad natal y al estado nayarita en sí.
Lic. Consuelo Sáizar Guerrero
 

Fray Antonio Tello (1567-1653), considerado uno de los Cronistas más notables de la Historia, escribió sus importantes obras sobre la Crónica Miscelánea de la Sancta Provincia de Xalisco en seis Libros, de los cuales, lamentablemente uno se perdió. Narró con detalle las peripecias de conquistadores españoles y conquistados nativos, mencionando la región acaponetense desde hace varios siglos con su capítulo: “De la conquista del valle de Acaponeta, y un gran diluvio que allí cogió al ejército cristiano”.

“Una de las tierras que más lloran la desolación de sus antiguos moradores en este reino, es el gran valle de Acaponeta, donde mostrando las señales de sus muchas poblaciones, mueven a lástima a cuantos la miran. Pero a esta gran tranquilidad se siguió una tormenta tan deshecha de trabajos, que en ella naufragaron todos y se perdieron los más; y fue la causa que como era tiempo de aguas, y aquella tierra tiene tantos y tan caudalosos ríos, en lloviendo mucho salen todos de madre, con que se unen e inundan todos los campos, como se ha experimentado muchas veces; pero en esta ocasión fue con tanto extremo, que todo aquel valle en más de dos leguas a la redonda se llenó de agua, sin que quedasen descubiertos sino sólo algunos árboles grandes; y así se llevó la agua las tiendas de campaña y cuanto traía el ejército para su conducta; y se hubiera llevado a toda la gente, si subidos en los árboles no se hubieran puesto en cobro; pero con todo, se llevó como la tercera parte de los indios cristianos, y a muchos de los que subidos en los árboles se libraron de ahogarse, la hambre los mató, y los que quedaron vivos era comiendo algún maíz que sobrenadaba, cuando llegaba hacia donde lo pudieran estirar.
 
Nuño Beltrán de Guzmán
El más afligido era el gobernador (Nuño de Guzmán), viéndose con la más gente muerta, y la que quedaba tan sin peltrecho ni ajuar, que hasta las armas y corazas tiraban por muy pesadas y enmohecidas, y así todo era una confusión, hasta que el famosísimo y muy valeroso capitán D. Cristóbal de Oñate se llegó y le dijo: «Señor, V. S. se anime y no se eche a morir por lo sucedido, que de tales accidentes ¿quién vive seguro en el mundo? y más de los que a fuerza de sus infortunios y a costa de sus trabajos, buscan honra y bienestar, como nosotros. V. S. no desmaye, que el hombre valeroso tan buena cara ha de hacer a la fortuna en siendo mala, como se hiciera en siendo buena; para estos casos se hizo el ánimo y la conformidad: busquemos, pues, parte más cómoda donde hallemos mantenimiento y algún resguardo a las aguas, que pasadas estas, fácil será con la ayuda de Dios nuestro Señor reforzarnos de gente y lo necesario con que prosigamos la conquista». Oídas estas razones cobró ánimo D. Nuño de Guzmán, y sacudiendo de sí sus pesadumbres mandó que guiasen para Acaponeta; y la bondad infinita de Dios nuestro Señor dispuso que los indios de este pueblo los recibieran pacíficamente, y no sólo ellos, sino los de la sierra que eran muy indómitos y crueles, les traían maíz y carne con que pudieran mantenerse hasta salir de allí. Pasadas las aguas envió el gobernador al alguacil mayor Juan Sánchez de Olea para la audiencia de México, con cartas en que contaba sus trabajos, y pedía socorros de gente y bastimentos, y se los enviaron muy cumplidos, y con orden al dicho Juan Sánchez para que sacase de Tlajomulco, de la provincia de Ávalos y de la de Colima, hasta seis mil indios: hízolo así, y con tan buen despacho y mucha prontitud llegó a Acaponeta, siendo de su gobernador y de todos sus compañeros recibido con el placer que más que decirse puede considerarse”.


0 comentarios: