miércoles, 5 de septiembre de 2012

¡A FUERZA , NI LOS ZAPATOS ENTRAN!


Por: Georgina Morales

 ¿Cuántas veces no nos encontramos entre la espada y la pared cuando alguna persona nos insiste en realizar algo que nos resistimos a hacer?

A veces, nos sentimos presionados en determinadas situaciones, ya sea por nuestros amigos, familiares, o incluso por nosotros mismos. Es aquí cuando comienzas un proceso de discernimiento entre lo que los demás quieren que hagas, y lo que tú quieres hacer.  ¡Qué confusión y qué estresante situación!

Cuando nos fuerzan o nos insisten demasiado en algo, nos desesperamos. Es importante aprender a decir NO cuando es necesario. Muchas veces, nuestros allegados se toman atribuciones que no tienen, pero que por el simple hecho de ser parte de nuestra vida, se adjudican. Muy común, y es importante tenerlo en mente.
Ejemplo, la típica amiga que ha probado un producto nuevo y le ha funcionado. Acto seguido, nos intentará convencer de probarlo también aunque no queramos. Otro caso, el compañero de trabajo que tomó un curso de superación personal y ahora su vida “ha cambiado” y pasa todo el tiempo hablando de lo maravilloso y milagroso que es y nos insiste en tomarlo también.

Siempre existirán fuerzas externas que nos afecten, nos intenten persuadir, o disuadir sobre alguna situación.  Lo mejor que podemos hacer en estos casos, es tener claro lo que queremos en este momento, y lo que no. Cuando las cosas son forzadas, muy difícilmente se obtendrá un buen resultado de ellas.  Una cosa es la perseverancia, y otra muy diferente es la terquedad u obsesión hacia algo.

Retomando sobre las capacidades humanas. Otra de ellas, es la obsesión. Somos capaces de obsesionarnos fácilmente, pero ese es otro cantar.
En la medida en la que aprendamos a no forzar circunstancias o decisiones, y a no acceder a dicha insistencia, nos sentiremos más libres.  Y es que a fuerza…
NI LOS ZAPATOS ENTRAN.
 
G
@Georginna_M
gina.m88@gmail.com



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