Por:
Georgina Morales
Los celos, las envidias, las malas
vibras, los malos deseos. Los días nefastos, los corajes, las discusiones y
peleas; los tropiezos y caídas, las vergüenzas, los estereotipos.
Tenemos tanto contra qué luchar todos los
días.
Personas hay de todo tipo. Algunas nos
ayudan a crecer y otras no. ¡Pero, no todo está perdido! Lo bueno también
existe. Siempre tendremos obstáculos qué vencer y podemos salir adelante.
Es muy normal que veamos el lado negativo
de las cosas. Nos cegamos ante lo malo. Si siempre estamos pensando en las
cosas malas que nos suceden nunca aprenderemos la lección. El chiste es vivir
ligeros y sin ataduras ni rencores. Las cosas malas suceden por alguna razón. A
veces debemos caer para poder levantarnos con más fuerza.
En este mundo tan diverso, hemos de
encontrarnos y enfrentarnos a todo. Los retos están a la orden del día. La
manera de sobrellevarlos es lo que nos hace madurar y entender que existen
opiniones de todo tipo. Eso es lo rico de la vida.
Todos estamos expuestos. Nadie se salva.
No hay nadie que tenga una vida color de rosa. La gama de colores que se nos
presenta, es la más pura oportunidad de crecimiento y fortalecimiento del ser
humano.
Esas experiencias son únicas y diferentes
en cada persona. Cada uno de nosotros tendrá su manera de hacerle frente a lo
que sabemos que no podemos evitar. Y todo se vale. Venimos a aprender y a ser
mejores.
Las adversidades y los vientos en contra
simplemente sustentan la idea de que somos mortales y en cualquier momento
podemos caer, pero siempre podremos levantarnos.
G
@Georginna_M
gina.m88@gmail.com
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