Camino al delicioso
paisaje de Los Otatitos, es necesario pasar por el pueblo de San Cayetano, que
tiene a las puertas de la localidad un hermoso, pero abandonado casco de la
vieja hacienda de San Cayetano.
Este edificio que
data seguramente del siglo XIX, de milagro no se ha venido abajo y no parece
que a nadie importe si se cae o se desploma, ya que hoy las raíces de árboles
naturales de la región escalan y horadan sus muros, dejando sin duda un
espectáculo bueno para una fotografía, pero malo para la infraestructura del
inmueble.
Hace tiempo publicamos en este mismo espacio que la Hacienda
de San Cayetano, fue fundada aproximadamente en el año de 1820, alcanzando gran
fama por su excelente ganado, que aun se ve pero muy decaído a las orillas del
camino de tierra, y por su abundante producción de algodón, así como por su
excelente cecina, la cual se comerciaba en Tepic, Guadalajara, Tuxpan y
Santiago. Fue importante también la producción de las salinas, donde trabajaban
muchos de los peones de las haciendas que existían en Nayarit en aquellos años
del siglo XIX en el norte de la costa de Nayarit, donde se encuentra una
franja de tierra de más de 100 km de longitud que comprende
maravillosas playas y exóticas comunidades, como Rancho Nuevo, San Andrés,
Santa Cruz, Puerta de Palapares, Palmar de Cuautla, El Novillero y San
Cayetano, entre otras. Desde principios del siglo antepasado se estableció ahí
una importante industria ganadera que funcionó con enorme éxito por varias
décadas, periodo durante el cual se construyeron tres haciendas; de éstas sólo
la de San Cayetano no ha sucumbido al paso del tiempo, como sucedió con las de
Santa Cruz y Palmar de Cuautla, que prácticamente han desaparecido; sin
embargo, los lugareños siguen refiriéndose a la región como “Las Haciendas”.
Estas ruinas en San Cayetano, esperan su final triste y definitivo, pues ahora
no es más que un cúmulo de ladrillos, habitaciones vacías y arcadas muy
deterioradas por el paso del tiempo y sus inclemencias.
Mostramos aquí una vieja fotografía que muestra aún
parte del esplendor que tuvo este casco productivo de la zona norte del Estado
de Nayarit.
Ojala que los habitantes de este pueblo, las
autoridades de Tecuala y el propio INAH, implementaran un proyecto para
convertir el deteriorado inmueble en un centro cultural o museo de atracción
turística.
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