Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
De manera por demás estúpida, la FIFA pretende sancionar a algunos seleccionados nacionales por presunto "racismo" en la tribuna por parte de sus respectivos seguidores. A México le achacan que los aficionados que fueron a Brasil, le gritan ¡Puto! al portero cuando hace un despeje de meta y, en su nubladas neuronas (los fifos, no los porteros), piensan que es un acto de homofobia (palabrita por demás "inventada" al vapor).