Por:
José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
DE CHILE: Hoy voy a dedicar este “Chile, Dulce y Manteca” completo al tema de Acapulco, por todo lo que sucedió no solo por el golpe del meteoro, sino por toda la locura, sobre todo gubernamental que se suscitó. Son terribles las imágenes que vemos con las consecuencias que dejó el tremendo huracán “Otis” que entró de manera devastadora por el afamado, internacional y muy conocido puerto de Acapulco.
Para nosotros,
aquí en Nayarit que padecimos el embate del huracán “Roslyn” hace un año, conocemos en carne propia el terror de
enfrentar una fuerza tan tremenda de la naturaleza y lo que se sufre en las
horas posteriores. Si bien es cierto que no hay poder humano con toda y su
tecnología y el enorme ego humano que pueda detener una tormenta como la que
vieron en Guerrero, sí debe haber acciones de prevención, que no se vieron por
parte de las autoridades estatales lideradas por una mujer que llegó al
gobierno guerrerense por una carambola orquestada desde palacio nacional de
parte de nuestro sublime y singular presidente de la república, en defensa de
su amigote, el violín de tierra caliente Félix “El violador de Pungarabato” Salgado Macedonio, que lejos de estar
tras los barrotes de una prisión, sigue feliz y mamando del presupuesto desde
su cómoda curul en el senado, y la grácil impunidad que los poderosos tienen.
Estos siniestros también nos
muestran la flaqueza del ser humano y su condición perversa de algunas personas
que sacan provecho de la tristísima situación. Por ejemplo, se entiende que
haya necesidad de alimentos y agua y que, al no haber por ningún lado, y además
la mínima esperanza de ayuda de gobierno, se produzcan saqueos y rapiña en un
Oxxo, por ejemplo, pero aprovechando el caos de un gobierno asustado,
sorprendido e incapaz, se llegue a robar en todos los comercios de la ciudad,
lo mismo una refaccionaria de autos que una tienda de enseres domésticos o
trastos de Tupperweare. Lo verdaderamente patético es que, en Acapulco, no hay
policías municipales, ni estatales, ni guardia nacional o soldados ni marinos
que contengan esa voracidad insana de una población indefensa, pero con hambre.
Por supuesto, los buitres de la política ya saltaron al pérfido escenario grillesco. En el senado se desataron las pasiones y entre mentadas de menta, frívolos e inanes discursos y acusaciones mutuas, hasta la senadora nayarita Cora Cecilia Pinedo Alonso, muy “solidariamente” propuso que cada uno de los senadores aportara un día de salario para “aliviar” el desmadre y destrucción que dejó “Otis”. Es patético, ellos, los senadores son los que aprobaron la desaparición del Fondo Nacional de Desastres (FONDEN), que realmente robó el gobierno federal por una cantidad de 18 mil millones de pesos.
Para darnos una
idea, cada legislador de la cámara alta gana al día 3520 pesos. Ellos, son 128
y si las matemáticas no fallan, con un día de salario de tan augustos
personajes sumarían 450 mil 560 devaluados bilimbiques. Estos tipos se llaman a
sí mismos patriotas y defensores de la nación…yo preguntaría: si ganan tanta
lana, sobre todo los de morena que solo se dedican a alzar el dedo que el
presidente les ordena, si tienen prestaciones inauditas y gozan de toda clase
de privilegios, ¿por qué no donan un mes completo de su “dieta”? Y entonces sí, llegarían a Guerrero 13 millones 516 mil 800
varos. Dijera Cantinflas: ¡Ya cambea!
DE DULCE: A
alguno no le va a gustar lo que voy a decir. Me molesta mucho pensar cómo nos
ven a los mexicanos en el extranjero. Bien dicen que en este país Kafka sería
un escritor costumbrista. Lo que le sucedió al presidente Andrés Manuel López
Obrador es en verdad dramático y causa dolor en todos los que tenemos una pizca
de vergüenza. Ocho horas después del golpe tremendo de “Otis” en Acapulco, el mandatario de la nación no tenía idea de qué
había sucedido ni el tamaño de la tragedia. Sus defensores dirán que el daño
fue tanto que no había posibilidad de comunicación con el exterior. A ver, ¿no
tendría nadie del ejército o de la marina, o la gobernadora un teléfono
satelital comunicando lo que pasaba? ¡¿Nadie?!
Esta charada increíble se realizó así: el presidente sale de palacio en una hermosa y magnífica Suburban negra, y se pierde unas tres o cuatro de horas…¿a dónde fue? Solo Dios y él (que en su mente son la misma persona) lo sabe. Reaparece en la caseta al inicio de la Autopista del Sol que lleva a Acapulco. ¿Será posible, que nadie, ni el secretario de la defensa, o el almirante de marina o Rosa Icela, la de seguridad o la responsable de protección civil, nadie, nadie en lo absoluto le hubiera aconsejado que no se fuera por tierra a una zona devastada, con decenas de deslaves, con ríos desbordados, con miles o millones de árboles caídos y que lo mejor era hacerlo por aire en algún helicóptero fregón de la Fuerza Aérea Mexicana? ¿O son tan arrastrados que, aunque el presidente diga pendejadas, todos lo siguen y hasta le besan la mano?
Así y todo, la caravana logra pasar hasta Chilpancingo y un poco más allá, pero ya no pudieron avanzar más. Lodo, arroyos, troncos y rocas bloquean la Autopista del Sol. Otra vez, en su locura inconmensurable o demencia senil, AMLO ordena irse por la carretera libre o federal y, obviamente, lo mismo, lodazales intransitables; ahí cambia de vehículo, se apea de la Suburban y se trepa a un Jeep todo terreno y en su obnubilada mente cree que ya la hizo, que la siguiente parada es el puerto acapulqueño…15 metros más adelante, el jeep se atasca y no puede avanzar más, ante el pasmo del chofer militar, que, pobre, debió ir sudando la gota gorda.
Corren funcionarios y militares a tratar de desatascar el auto militar, le meten troncones entre el lodo y las llantas, con otro largo palo hacen palanca para ayudar y nada. En un acto desesperado, muchos se suben a las orillas del jeep, no sé por qué diablos, ya que eso hundió más al vehículo salvador. No hubo poder humano que lo pudiera hacer avanzar. Existe una foto que nos muestra cómo es México hoy, un país atascado mientras un presidente soberbio y necio, mira el lodazal esperando que alguien lo socorra. Es tremendo pensar que mientras los guerrerenses esperaban con ansia la ayuda —ya que eso representa el dirigente de este remedo de nación—, los responsables se entretenían rescatando al presidente que se convirtió en un damnificado más, atrapado en un carro hiperchingón. Ni pex, a caminar entre lodo, arroyos, piedras de todo tipo, troncos, ramas, etc.
Hasta que, en el colmo de los ridículos, pasa una camionetita de redilas, de esas llamadas “estaquitas” y se suben en ella…en la cabina, el propietario y por supuesto López Obrador y atrás, amontonados entre las redilas, los superfuncionarios federales, eficientes y dignos. Nueve horas después, llegan a su destino, y AMLO es recibido por la virreina de Guerrero, Evelyn Salgado, se abrazan, se saludan, se dan picoretes y tan tan. De regreso, ahora sí en helicóptero, directo a la mañanera del día siguiente. Eso sí, el jueves, en su mentecata perorata matutina, que todos esperábamos para enterarnos cómo seguían las cosas en Guerrero, el macuspano personaje se dio a la tarea de presumir que seguía en el segundo lugar en el ranking de los mandatarios del mundo. ¡Jesús me ampare! Diría mi abuela Nina.
DE
MANTECA: En
medio de la tragedia acapulqueña, la clase política nacional, nuevamente enseñó
el cobre y su insensibilidad, comenzando por el hueytlatoani tabasqueño, dueño
absoluto de palacio nacional quien echó la culpa del desastre a Loret,
López-Dóriga y a los medios nacionales. No tiene mesura la obsesión del
presidente frente a los medios. En el senado, ya mencionamos lo de la donación
de un día de salario y el zafarrancho que se armó entre acusaciones de los
morenistas y la oposición, tratando de usar la tragedia para llevar agua a su
molino y todo para llegar a nada.
Xóchitl Gálvez también desde la tribuna del senado, aprovechó la ocasión para hacerse la funcionaria buena onda y prometer todo su apoyo al estado de Guerrero. La Sheinbaum, aún peor, en medio de la tragedia declara que es justificable la desaparición del Fonden, no tanto por la corrupción, de la cual a nadie han acusado, sino porque así lo ordenó en emperador.
En el propio Chilpancingo, capital del Estado de Guerrero, la presidenta municipal, esa mujer que gusta desayunar con los jefazos del crimen organizado para “ponerse de acuerdo”, al día siguiente del drama en Acapulco, dio su informe de gobierno y al término festejó en grande con una verbena popular, comilona y fuegos artificiales, como si en Acapulco hubiera un carnaval y no la destrucción total. Y hasta la señora esposa del jefe del ejecutivo nacional, Dra. Beatriz Gutiérrez Müller, a través de sus redes sociales, compartió imágenes de un usuario quien comparó momentos de López Obrador, cuando era opositor y su reciente y fallida visita a Acapulco, donde hizo monumental ridículo y tuvo que caminar varios kilómetros entre charcos y lodazales, la cual comparó con una foto donde se observa a López Obrador caminar descalzo en su natal Tabasco, junto a personas indígenas y añadió: “Siempre a ras del piso. Es un ejemplo a seguir”, expresó la esposa del presidente López Obrador. ¡Vaya pues! Dios los cría…¡Saludos amigos y pidamos a los dioses mexicas y aztecas, que el nuevo huracán que se forma en el Pacífico no llegue a Acapulco!
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