Por:
José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
DE
CHILE: Fuerte declaración soltó en la Feria Internacional del
Libro en Guadalajara la periodista y escritora Elena Chávez, autora de ese libro que tanto enojó a mi presidentito Andrés Manuel López Obrador, “El Rey del Cash”. Pero ahora en su nueva
investigación intitulada “El Gran
Corruptor”, narró que personas que trabajan en la Secretaría de Bienestar,
le dijeron que hay dinero que se desvía para caer en una “partida secreta” de la que está a cargo la propia secretaria de esa
dependencia Ariadna Montiel Reyes. Y eso —lo digo yo— que, según AMLO, en este
gobierno “libre de corrupción” las partidas secretas ya no existen.
Lo grave es que Elena Chávez, concluye que en el primer semestre de 2022 se habrían desviado casi 42 mil millones de pesos del programa para pensionar a los viejitos. Asimismo, con la periodista Carmen Aristegui, Chávez manifestó que: “Si en ese semestre de 2022 desviaron 42 mil, casi 42 mil millones de pesos de ese programa, y luego checamos que en enero de 2023 ya llevaban 7 mil millones desviados nuevamente, entonces la trampa está en el padrón”.
Manifiesta la escritora que el padrón del programa para pensionar a adultos mayores de este gobierno de la 4T, está sumamente inflado, ya que al contrastar el registro de beneficiarios con el número de personas de entre 65 años o más que tiene el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la cifra no checa. Cobran hasta los ancianos muertos. Serio un asunto muy serio por la falta de honradez en el gobierno de la honradez a toda prueba.
DE DULCE: Es terrible la guerra que la sociedad mexicana libra contra el crimen organizado, obviamente sin el apoyo del gobierno federal, ni del estatal y menos los municipales. Asesinados, torturados, extorsionados, secuestrados, destazados, degollados y humillados, los pobladores de este pobre país tienen que resignarse con ver como desaparece la gente, sus patrimonios y hasta la dignidad.
Pero ya lo ha dicho alguien por ahí: “no hay mal que dure cien años, ni pueblo que lo aguante”, y ante
tanto abrazo del gobierno a los criminales, los pobladores de Texcaltitlán en
el Estado de México, salieron a dar balazos y machetazos a los criminales que
ya los traen hasta el cogote, con saldo de 11 malosos muertos, aunque también
estos se cargaron a cuatro civiles inocentes.
Ante esta grave situación, que mucho tiene que ver con el narcotráfico, habría que hacer la pregunta: ¿cómo es que los gringos nunca agarran a un capo allá en los “yunaites”? ¿Solo México tiene la exclusiva? ¿Los “primos” no tienen por esos rumbos un capo como el Chapo, Caro Quintero o el “Señor de los Cielos”? La droga, sea del tipo que sea ¿se distribuye sola? ¿Por qué hacen tanta alharaca cuando el gobierno mexicano —casi siempre presionado por ellos— atrapa a un criminal de altos vuelos y ellos guardan sospechoso silencio con la basura que tienen allende la frontera y a la que no tocan ni con el pétalo de una rosa? Trinches gringos exigen que extraditen a todo capo detenido, pero ellos nunca ven por “los padrinos” tipo Don Corleone, que dominan calles, policías y hasta a la propia DEA.
Eso sí, los hijos del “pelos de elote” trump, no se cansan
de vender armas de todo calibre a los facinerosos totonacas y cuando se les
hace notar eso, se hacen tontejos y voltean la choya para el otro lado. ¡Ira
que a gusto! Decía la viejita aquella…
DE
MANTECA: Lo que no es parejo es chipotudo, decía mi
bisabuelo Rucailino Rugama. Al inicio de su gobierno, mi presidente Andrés
Manuel, quiso reclamar --demagógicamente por supuesto-- el famoso penacho de
Moctezuma, que algunos indígenas de utilería exigen a los austriacos desde hace
algunos años allá en Viena. ¿De dónde sacan dinero estos indios de estampita de
papelería? Es un enigma. Al principio me daba escozor pensar que AMLO llegó a
la presidencia solo para encabezar esta y otras "defensas" de lo que él considera la Madrecita Patria...como exigirle al rey de España que nos pida
perdón por lo que sucedió hace más de 500 años. Dijeran mis ex alumnos..."no manche profe".
Siendo así, se me ocurre, que,
ante tanto valor y fervor patrio, que también le exija a Joe Biden que nos
regresen la "pata de palo"
de Antonio López de Santa Anna, que se encuentra en el Museo Militar de
Springfield, cerca de Chicago. Ya lo ha dicho el museo austriaco que tiene el
penacho, que este está por deshacerse, casi como en "cenizas" si se le mueve, aunque sea un poco. Aun así, el
presidente necio quería lo trajeran, así fuera en pedacitos a México lindo y
querido. Pero la pata de palo está íntegra y hasta los soldados gringos jugaron
béisbol con esa histórica prótesis cuando la rescataron en el momento que
sorprendieron a Antonio López de Santa Anna allá por Veracruz. Y eso, ya duele...
¿O qué, presidente? ¿Se anima a reclamarle a Biden? o ¿Zacatito pal conejo?
Hay que hacer mención para completar este hecho de la historia, que Santa Anna perdió su pierna durante la invasión francesa. Eso sucedió en 1838, en Veracruz, cuando los franchutes desataron desde sus barcos fuerte cañoniza sobre el puerto, tocándole la metralla directamente a la pierna izquierda del zafado presidente, misma que le tuvo que ser amputada para evitar perder la vida.
Por ello, tiempo después mandó hacerse una prótesis de madera (pata de palo) y anduvo no sin cierta incomodidad por todos lados, hasta que, en 1847, cuando se registró la invasión gringa y en una de tantas batallas, en este caso la de Cerro Gordo, cerca de Xalapa, fue sorprendido, porque este generalote, era bueno para muchas mañas, menos para dirigir militarmente a su ejército, y tuvo que salir despavorido cuando los gabachos se le vinieron encima. Su carruaje cayó en manos del enemigo y en su interior, había 16 mil pesos que Santa Anna había recibido un día antes para sostener las operaciones militares, pero también su pata de palo que los soldados norteamericanos se llevaron como trofeo de guerra y hasta, haciendo un grosero agravio, jugaron béisbol con la prótesis. ¿Debería AMLO exigirle al mandatario gringo, que nos pida perdón, como hizo con el Rey de España? ¿Sorprendente?
Pues más me llama la atención, que desde esos tiempos ya existía el besamanos y los lamebotas, barberos y agachones, quienes queriendo quedar bien con su “jefecito”, llevaron a un panteón la pierna mutilada del “prócer”. El monumento en el camposanto constaba de: “unas gradas que sostenían una columna que en su base tenía cuatro lápidas para poner inscripciones, en cuyo capitel dorado se pondría la urna, que era un sarcófago que tenía encima un cañón sobre el que reposaba un águila. El mausoleo estaba protegido por unas rejas, cuyas esquinas estaban adornadas por insignias consulares romanas que simbolizaban la república”, según historiadores que investigaron sobre el tema. Ya existía, como hoy, el culto a la personalidad al presidente.
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