domingo, 26 de mayo de 2024

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: Sin duda soy pesimista con respecto al futuro inmediato de la nación, sobre todo la “suerte” que tendrá la próxima presidenta de México, sea quien sea, la ganadora Claudia o Xóchitl, Xóchitl o Claudia.

A mi juicio, la triunfadora de la elección del dos de junio, se sacará la rifa del tigre, ya que vislumbro una severa crisis económica para empezar a digerir el pastel; además de tratar de enmendar lo que el malhadado gobierno de Andrés Manuel López Obrador, destruyó y durante ya casi seis años, negó o cerró los ojos a la terrible realidad: espantosa inseguridad que ha dejado 188 mil muertos hasta el día de hoy; un sistema de salud colapsado y que en nada se parece, ya no digamos a Dinamarca, ocurrencia criminal del tabasqueño, y menos, tal lo pretende y presume: “en agosto tendremos el mejor sistema de salud del mundo”. Es delirante lo que sale de los belfos abiertos de nuestro presidente. Por supuesto, tratar de levantar un poco a las dos principales paraestatales: CFE y Pemex, ambas al borde de la quiebra o de plano, ya quebradas.

Muchos males más esperan a la próxima mandataria federal, como frenar la corrupción, hoy en caballo de hacienda, aunque el dueño del palacio de los virreyes, diga, con una mano en la cintura, que ya se acabó, mientras con la otra mano defiende a verdaderas lacras y rateros como Rocío Crimi-Nahle y otros de igual jaez, como Arturo Zaldívar.


Una de las principales desdichas que deja AMLO al país, es la tremenda división que se ha generado entre sus habitantes. Hoy por hoy, durante este sexenio separatista, los mexicanos estamos ubicados en dos bandos: chairos y fifís; liberales y conservadores (como en la guerra de reforma); entre los que están de acuerdo en lo que dice el presidente y son sus aliados, y los que, por el contrario, refutan lo que él dice y somos traidores a la patria; pueblo sabio y bueno contra oligarcas y neoliberales. No será tarea fácil, porque el presidente se dedicó a pelear contra muchos mexicanos: periodistas, universidades, científicos, intelectuales, feministas, madres buscadoras, el poder judicial, la clase media, empresarios, partidos políticos, organismos autónomos y mil etcéteras.



Esa afrentosa polarización tiene divididas a las familias, a los grupos organizados y a todo aquello que reúna gente a su alrededor. Por supuesto, en estos momentos de decisiones electorales, todos andamos muy sensibles y los pleitos —que no debates— están a flor de piel. Si queremos que este país vuelva al sitio que le corresponde, no hay forma si no vamos unidos y con la vista fija en el mismo destino para todos. Vamos en el mismo barco y, excepto muchos políticos con vocación de rata, la inmensa mayoría no saltaremos por la borda.


DE DULCE: En una de mis caminatas matutinas, escuché este breve saludo entre dos buenos camaradas. Uno de ellos, en bicicleta, vio a su amigo que, en un puesto ambulante acomodaba su mercancía y le saludó con un sonoro: “¡Ora joto!”, a lo que el comerciante le replicó: “¡Quiubo pinche viejo maricón!” Esto, que para algunos puede resultar prosaico y majadero, es la vida diaria del mexicano que gusta de saludarse así con los mejores compas y a los que más confianza le dispensa. Ninguno de los dos se ofendió, más por el contrario, me queda la idea de que el día mejoró para ambos con ese intercambio brevísimo de pullas.

En un México, donde la hipocresía, la mentira y la doble cara andan haciendo proselitismo electorero casa por casa, comercio tras comercio, calle por calle, ondeando banderas de partidos políticos impresentables, con muchos aspirantes de dudosa reputación —no todos por supuesto, porque no se puede ni se debe generalizar, porque hay gente muy honorable y distinguida buscando hacer valer un derecho constitucional—, pegando calcas en muros y automóviles, prometiendo shangrilas perdidos, honestidades efímeras, patriotismos de ocasión, bonanza perpetua y garantizando la igualdad para toda la raza de bronce. Ante esto, que muchas veces es más falso que un billete de 3 pesos con cincuenta centavos, resulta refrescante el saludo de los dos amigochos: franco, derecho, sincero y campechano, sin mentiras ni poses olímpicas.

De los candidatos, en realidad no esperamos nada, porque a veces nada o muy poco tienen —como el presupuesto mensual del Ayuntamiento de Acaponeta—, como el tiempo, que después de esas visitas luego se pierde en un mar de complicaciones, pues es común que ya no volvamos a ver a los otrora candidatos, cuando se convierten en servidores públicos.


Lo que sí me llama la atención, es la calidad moral y ética de algunos de los que hoy ruegan por un voto. Me desilusiona mucho pensar que existe gente como aquel famoso caco de poca ambición —recuerden que robaba “poquito”— Hilario Ramírez “Layín”, quien por tercera vez busca ser el primer edil de San Blas o ese otro ladronzuelo que es Nacho Flores, bandido con espuelas de plata, el cual goza de ese mal que padecemos los mexicanos y que, sin duda y a mi juicio, es la principal ruina de la nación: la impunidad; pues este tipo de negras mañas, hasta orden de aprehensión tenía y huyó a Jalisco, donde un gobernador de su partido —Movimiento Ciudadano— le dio cobijo y buen recaudo a este pillo, que lejos de estar tras los barrotes de oscura mazmorra, anda libre y con total descaro y sin empacho pide el voto para ser senador. Desafortunadamente, estos dos casos y muchos más a lo largo y ancho de la nación, tienen grandes oportunidades de ganar: “Layín” de ser presidente municipal y el tal Nacho senador. En ese sentido no hemos progresado mucho los tristes habitantes de México lindo y qué herido.


Por eso, a los gobiernos federal, estatal o municipal en turno, la educación es solo “esa cosa enfadosa” que adorna el discurso, pero que en la práctica sigue generando ciudadanos manejables, fáciles de convencer, de poca ambición y mediocres, los cuales venden su voto por 500 varos o una despensa que le quitará el hambre —si bien le va— una quincena. Entre menos lea un mexicano, mejor para los gobernantes que pueden seguir robando con la complicidad de una ciudadanía ciega, engañada y conformista. De ahí que Layines, Nachos, Gachos y otros “piores”, buscan el voto para seguir mamando y dando de topes a la inacabable ubre presupuestal. ¡Hay que mandarlos mucho a la China Hilaria!

 


DE MANTECA: El único día que tenemos los mexicanos para mandar en este país, para tener el poder un efímero momento y tratar de poner orden a este caos lleno de violencia, corrupción y mentiras, es el día de las elecciones, cuando con nuestro voto, podemos patear en salva sea la parte, a los tiranos y a las lacras del poder. No dejemos pasar la ocasión o vendamos ese precioso momento por una despensa, una vana promesa o un billete de 500 varos.

No desperdiciemos tan valioso recurso como es el voto, otorgándoselo a quien no solo no lo merece, sino que aprovechará su puesto para satisfacer intereses personales y de su partido político, o corruptelas de las cuales nos podemos convertir en cómplices por aplicar mal o equivocadamente nuestro sufragio.

Ya conocemos a los candidatos, sabemos de qué pie cojean y la larga cola que algunos traen. Desde el puesto de la máxima magistratura del país, hasta el más humilde regidor, hay que fijarnos bien, analizar y hacer reflexión sobre sus personas. Midamos bien las palabras y decires con que pretenden encandilarnos, hasta pierden la brújula de lo que nos dicen, como el candidato de Morena a la gubernatura de Tabasco quien, obnubilado u ofuscado por su propia retórica expresó sin rubor lo siguiente: 

Cuando fui senador de la República yo presenté la iniciativa de ley para que la corrupción fuera delito grave en el país. Hoy, gracias a la fracción de Morena, a nuestras senadoras y senadores, hoy es ley la corrupción en México y desde luego hay que aplicarla”. Ni cuenta se dio de su yerro, o quizá fue simplemente una confesión.


Que no nos usen para sus negros fines. ¡Ojo, mucho ojo, amiguitos! Como decía el siempre bien recordado Tío Gamboín.

 


lunes, 20 de mayo de 2024

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: Recientemente estuve en hermosa y siempre cambiante Ciudad de México, donde me llevé la desagradable sorpresa de encontrar una ciudad sucia y contaminada visualmente, a causa de la propaganda política que, literalmente, cubre y afea a todo la otrora Gran Tenochtitlan.



Son miles y miles de pendones, lonas y carteles pegados en prácticamente todo: postes, puentes peatonales, casas, comercios, edificios, muros y, en fin, todo espacio en lo que entre un clavo, es bueno para ensuciar la ex hermosa macrourbe. Mensajes en muros y paredes hay por cientos. Anuncios espectaculares, impresos y electrónicos se suman a esa exagerada promoción política. En muchos puntos cuelgan solo jirones de letreros plásticos y de lona, ya sea por vandalismo de los contrarios o por la acción del medio ambiente. El caso es que la metrópoli, esta visualmente contaminada por millones de elementos que, después del dos de junio, se irán directamente a la basura, a continuar contaminando, ahora la tierra, porque casi todo es plástico. Dicho de otro modo, se arrojarán a los muladares citadinos, cientos de miles de millones de pesos.


La danza de miles de millones de pesos es alucinante, dado que en esta mega elección se disputan, además de la presidencia de la república, nueve gubernaturas de los estados —incluido la CDMX—; la renovación total de ambas cámaras —500 diputados federales y 158 senadores—; 1098 diputados locales, 1802 presidentes municipales, 1975 sindicaturas, 14,764 regidurías y 431 cargos auxiliares, o sea, un puño y dos montones de canijos que nos prometen “cambiar” al país en esos anuncios basura. Y para darnos una leve idea de este gasto inútil y gigantesco, tan solo decir que el INE autorizó a los candidatos a presidente de México, que pueden gastar cada uno de los tres contendientes, la módica cantidad de 660 millones 978 mil 723 varos, que multiplicado por tres da la cifra de mil 982 millones 936 mil 169 pesos, y todo eso sin contar lo que van a erogar los diputados, senadores, gobernadores, ediles y regidores. 


Con tal solo con los gastos de los tres aspirantes presidenciales la Sheinbaum, la Gálvez y el Máynez, se pueden construir 123 escuelas perfectamente equipadas; montar 416 quirófanos como los de Dinamarca, o bien, adquirir 4105 tractores. ¡Viva México Cabrones!

 


 DE DULCE: Con decepción veo que entre los muchos pendientes que va a dejar López Obrador, ahora que se vaya a “La Chingada”, que es como se llama su rancho en Palenque, está el tema de la energía. Ya casi no hay petróleo y el poco que queda no puede ser extraído con eficiencia, comenzando porque Pemex —esa empresa que nos dicen que es tuya y mía amable lector— está financieramente quebrada y endeudada hasta el copete, y lo peor, es que la estrategia para rescatar la paraestatal es negar que está en quiebra. AMLO desde el inicio de su administración —desastrosa, por cierto—, optó por la energía sucia que tiene que ver con el carbón, el petróleo y las gasolinas, despreciando lo demás como la energía eólica, la solar, la hidroeléctrica, entre otras y encaprichándose en construir la refinería de Dos Bocas, que sigue sin refinar un solo litro del combustible.


Es verdad, Petróleos Mexicanos, lo recibe López Obrador como la empresa petrolera más endeudada del mundo, y ese descalabro debe facturarse a los anteriores gobiernos, priistas y panistas, pero hay que decir asimismo que llegó a manos de la presuntuosa “Cuarta Transformación” con la obligación de reforzar lo poco que le quedaba a Pemex en la exploración y extracción de petróleo, olvidarse de lo improductivo y dejar los otros negocios a los privados. Pero no, como en muchos temas, Pemex lo maneja un solo hombre y sus decisiones son ley: Andrés Manuel López Obrador, resultado: Petróleos Mexicanos dejará de exportar 436,000 barriles diarios de petróleo para tratar de echar a andar la refinería de Dos Bocas, Tabasco, por lo que “la empresa de todos los mexicanos”, perderá 33 millones de dólares en exportaciones que implicarán una merma mensual de 1,000 millones de dólares, para echar a andar el capricho presidencial de tener una refinería en su estado natal.

Los recientes apagones de energía eléctrica en buena parte del país, nos indica que este sector también está en caída libre. Otra vez, por una decisión unilateral, la Comisión Federal de Electricidad no invirtió en sus procesos e infraestructura, sacando el falso tema de la privatización del patrimonio nacional, la soberanía y asuntos que, en este siglo XXI, ya no tienen validez en ningún lugar del mundo.

El aumento de calor, que ha llegado a niveles inusuales en la nación —acabo de estar en la CDMX y la temperatura era de 34 grados Celsius, lo cual nos muestra el daño que sigue causando el cambio climático—provoca un mayor consumo de energía, pero la CFE, no tiene, hoy por hoy, márgenes adecuados de reserva y el sistema funciona a partir de los límites se seguridad, por lo que se han comenzado a registrar apagones en diversos puntos del territorio mexicano, eso incluyó a Acaponeta.


LAGO DE PÁTZCUARO COMPLETAMENTE SECO

Un tercer recurso que está en el límite es el agua. Sequía en toda la geografía nacional. Las presas en sus límites más bajos y los grandes lagos y lagunas como Chapala, Pátzcuaro, Cuitzeo y otros, están en estado de extinción. Nos debe llamar la atención que hasta existe ya, un guachicoleo de agua, ejemplo claro de que las próximas guerras, no serán por petróleo, sino por el agua y México no contempla planes de reserva del vital líquido. Graves temas que deberán ser atendidos ya con el sello de urgente por la próxima presidenta de México.

 


DE MANTECA: En la edición pasada, comenté el caso del brazo y mano de Álvaro Obregón que perdió de una granada lanzada por las fuerzas villistas y prometí a contarles una anécdota del encuentro de dos mancos: el llamado manco de Celaya, Gral. Álvaro Obregón y el manco gallego, Ramón del Valle-Inclán, poeta de “rostro español y quevedesco, de negra guedeja y luenga barba” como él mismo se definía. A diferencia del mexicano, el también novelista y dramaturgo, perdió la extremidad, en un burdo y vulgar pleito de cantina, a pesar de que gustaba inventar historias por la falta del brazo izquierdo, como cuando narró lo siguiente durante su estancia en un palacio de Galicia, donde su sirviente le comunicó apesadumbrado que se habían agotado todos los ingredientes disponibles para cocinar un estofado. 

Después de estudiar una situación tan delicada, le pidió que trajera un cuchillo carnicero de la cocina. Así, remangó su camisa, estiró el brazo y exclamó: «¡Corta un buen trozo de esto!». «En esta casa nunca va a faltar la comida», aducía muy serio y algunos se tragaban ese cuento. La neta es que todo sucedió en un cafetucho llamado “Café de la Montaña”, por la calle de Alcalá, donde sostenía fuerte debate con otro poeta, este Manuel Bueno, que más bien le salió malo a Ramón, quien bilioso por lo que le decía su contraparte, alzó la voz, se insultaron y hasta llegaron a las manos, siendo así que Manuel, quien usaba bastón, acertó fuerte bastonazo en el brazo izquierdo de Ramón, con tan mala suerte, que el golpe dio directo al gemelo de su camisa, hundiéndose en su piel, provocando seria herida, que a los días se infectó, luego se gangrenó por lo que fue necesario amputar el miembro.


LA MANO DEL GRAL. OBREGÓN QUE SE EXHIBÍA EN SU MONUMENTO

Años después, el poeta autor de “El Esperpento”, visitó México, siendo presidente Obregón. Se conocieron y fincaron una gran amistad, quizá por sufrir ambos la misma pena. Iban a espectáculos, teatros, corridas de toros, etc. y cuando algo les gustaba de más, Valle-Inclán le preguntaba a Obregón: “¿aplaudimos General?” y Don Álvaro contestaba: “¡Aplaudimos!”, chocando ambos sus manos sanas. ¡No veremos en la próxima queridos amigos!

 

 


miércoles, 8 de mayo de 2024

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: La última vez que se vio esto, fue en España, a donde el expresidente Enrique Peña Nieto “se autoexilió”, seguramente por ser parte del trato que realizó con Andrés Manuel López Obrador. Al salir de un hotel lo esperaba un grupo de mexicanos, que le gritaron lo que realmente es: ¡Ladrón, ratero y corrupto! Esto nos recuerda cuando a otro renombrado caco, también ex mandatario de esta pobre nación, él, José López Portillo y Pacheco, quien juró, con enormes lágrimas de cocodrilo, que defendería como un perro el peso más devaluado que su ética; donde se paraba el moderno Quetzalcóatl, la gente le ladraba: en la calle, en restaurantes o aviones en los que viajaba, se soltaba la ladriza, recordándole que, en efecto, era un perro sarnoso y repudiado. Otro notable del bajo mundo es el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, quien también fue duramente increpado por estudiantes mexicanos en Inglaterra, a la salida de una conferencia que el hijo predilecto de Agualeguas dictó. De vulgar ratón no lo bajaron y hasta se escuchó un fuerte grito de: ¡Salinas fuck you! ¡Zas!


No culpo a estos ciudadano agraviados por la gran corrupción que demostraron estos tres zopilotes de la grilla totonaca. Ante la perversa impunidad que existe al respecto, al mexicano de a pie, solo le queda el recurso de mentar madres y desearles negro porvenir a estas lacras.

Aunque yo dudo mucho que AMLO se vaya a Palenque como lo ha prometido, sí me queda la maldita incertidumbre de que, el macuspano, pueda salir libremente a la calle, meterse a un cine, o a una taquería, sin que nadie le grite dos o tres verdades y un par de recordatorios a su mamacita Doña Manuelita. Creo que dejará de ser un honor estar con Obrador.


Hay una novela excelente de ese gran escritor que fue Luis Spota, se llama “El primer día” y trata sobre lo que le sucede a un mandatario tan poderoso como los presidentes mexicanos, al dejar el poder e irse a su casa. Aurelio Gómez-Anda, es el personaje principal de esta novela que forma parte de una serie de seis libros titulados “La costumbre del poder”. Muy recomendable todos.

Y no es que me preocupe el destino final del actual dueño del palacio virreinal, pero debe él entender que, durante seis años, se dedicó a dividir a los mexicanos entre fifís y chairos, y a pelear todas las mañanas contra lo que se movía: periodistas, intelectuales, clase media, universidades, científicos, madres buscadoras, padres de niños con cáncer, feministas y en general con las mujeres, los partidos políticos, los ex presidentes y no pocos políticos, incluso de su mismo corral como Marcelo Ebrard y otros; los organismos autónomos, gobiernos extranjeros, el poder judicial, etc. La lista es larga, porque el final de cuentas, AMLO no es amigo de quien piensa diferente a él, lo que nos habla de la terrible autocracia que nos gobierna.

 


 DE DULCE: Devastador para el gobierno de la cuarta transformación, pero muy ilustrativo, resultó el informe del manejo de la pandemia de covid 19, que elaboró la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia del Covid-19 en México, conformado por especialistas que decidieron hacer un análisis sobre lo que sucedió durante aquellos momentos tan terribles para todo el planeta y que en México resultó catastrófico en razón del número de muertes. Muy importantes personajes conformaron este comité, entre otros, el Dr. Julio Frenk, Sergio Aguayo, Julia Carabias, Carol Perelman y Jaime Sepúlveda, quien coordinó estos trabajos, entre otros.


El balance general, por supuesto no fue bueno, lo que nos habla de un mal manejo por parte del gobierno de López Obrador y el dizque zar de la pandemia, el ahora llamado Dr. Muerte, Hugo López Gatell. Se calcula que hubo 800 mil difuntos por covid tan solo en este rincón del mundo que llamamos patria y, el informe dice, que al menos 300 mil no debieron de haber fallecido, pero desafortunadamente sí pasaron a mejor vida debido a la indolencia gubernamental y a la errática política pública sanitaria. También hay que recordar que murieron más de 4500 personas que se dedicaban a los servicios de salud: médicos, enfermeros, camilleros y personal administrativo de los hospitales, cifra que es la más alta en el mundo. Súmele a eso estimado amigo lector, que la esperanza de vida en el país cayo cinco años, lo cual es terrible.


A pesar de todo eso, el gobierno de la 4T insiste que el manejo de la crisis del covid 19, fue el mejor. Lo más grave es que si sumamos esos 800 mil muertos a los 185 mil asesinados en este sexenio y los 50 mil desaparecidos, muchos de ellos quizá eliminados también, tendremos la pavorosa cantidad de un millón 35 mil personas que ya no están con nosotros, configurando al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como el sexenio de la muerte, quizá por ello, ahora presumen en sus camisetas a la santa muerte.


Este interesante informe que puede encontrar en internet siguiendo la línea: https://www.comecso.com/wp-content/uploads/2024/05/Informe-Comision-Independiente.pdf, concluye lo siguiente, además de los graves errores de los que tomaron decisiones, existen tres claves para comprender el fracaso de México en su respuesta a la pandemia: la permanente subestimación de la gravedad del virus, la centralización y personalización de las decisiones, y la política de austeridad. Este importante documento no viene a sumarse a las “politiquerías” que siempre mira en su horizonte el presidente víctima que hoy padecemos, es solo una manera de poder evitar en el futuro, otra circunstancia igual, porque de que vienen más pandemias en el futuro, eso no está a discusión.

 


DE MANTECA:A la tierra que fueres, haz lo que vieres” decía aquel viejo y muy cierto adagio que nos enseñaban los abuelos. Esto nos instruye a que no podemos llegar a un lugar, ya sea de visita, o de plano para radicar en él y tratar de cambiar las tradiciones o la cultura de esos pueblos, que ya tienen bien arraigadas sus costumbres, usos y creencias. Recuerdo que mis padres y mis abuelos me recomendaban que, al pueblo, ciudad o cualquier localidad a la que llegara, comiera los platillos tradicionales de ese lugar, cosa que hago hasta la fecha. Estoy cierto que se debe respetar la identidad, el pasado y el folclor de los pueblos.


De ahí que, me parece muy mal, que el nuevo sacerdote que ha llegado a hacerse cargo de la parroquia de Acaponeta, llegue con ínfulas que lo dejan muy mal parado, a él y por su puesto a la propia iglesia como autoridad. No sé el nombre de este digno señor, pero lo que sí sé, es que no es la primera vez que sucede en este noble pueblo, ni será la última. A la comunidad han llegado sacerdotes que prácticamente han salido por piernas, por la forma en que han tratado a la feligresía, que no se ha dejado del trato, a veces, incoherente y un cuanto tanto prepotente del cura en turno.

Este que hoy padecen los fieles acaponetenses se parece a otro que, hace pocos años, trato de imponer su autoridad groseramente, eliminando lo que no le parecía, y “transformando” la relación pastor-corderos, a su modo y equivocada voluntad. Ciudadanos inconformes con lo que ven, me dicen que el nuevo cura ha tratado de acabar con los grupos organizados dentro de la iglesia, que por años vienen colaborando con la parroquia en los grupos de cursillos, de pláticas y hasta el tan benéfico grupo de Cáritas, solo porque, al augusto capellán no le gusta o no les ve beneficio. 

Mucha gente quedó asombrada y molesta porque en la pasada semana santa, no se llevó a cabo la tradicional peregrinación del Domingo de Ramos, que partía desde la secundaria “Leyes de Reforma” y hasta el Templo de la Asunción, donde se remataba con algún rito de tan importante fecha. Lo mismo sucedió con el Vía Crucis, siempre tan solicitado y apoyado por la congregación de fieles, quienes marchaban del templo parroquial al santuario de Guadalupe y que este año no se hizo porque —me dicen—, el cura alegó que aquello se convertía en una pachanga donde la gente iba en la peregrinación platicando o haciendo otras cosas y no atendían a la celebración del acto que recuerda el sacrificio de Jesús. No permite el prelado, que otro rito de muchos años, que es cambiarle los ropajes a una de las figuras religiosas del templo, eso, se acabó también.

Qué triste, que alguien que viene a encabezar el destino de una institución tan importante como es la parroquia de Acaponeta, se enfrente, sin razón y motivo importante a la ya de por sí endeble asistencia a las actividades eclesiásticas, pues en todo el país, incluido este municipio, los fieles se van alejando por diversas razones del culto católico.


SR. CURA DON LEANDRO ROCHA

Confieso que no soy hombre apegado a las cuestiones religiosas por motivos que no vienen al caso, pero si me parece mal, que este señor cura no haga como hicieron otros “padrecitos” de perdurable grato recuerdo como Leandro Rocha, a quien le tocó reabrir los cultos en Acaponeta, luego de la terrible guerra cristera provocada por el “comecuras” Plutarco Elías Calles, encabezando el sacerdote Rocha, un solemne Te Deum, con el pueblo detrás de él. 


SR. CURA DON JOSÉ DE JESÚS VALENCIA

O el caso enorme del Señor Cura José de Jesús Valencia, que fue capaz, con la colaboración y simpatía de la comunidad católica acaponetense de levantar el hermosísimo Santuario de Guadalupe, obra monumental que ahí luce orgulloso y altivo, al otro lado de la vía del ferrocarril. Son muchos los sacerdotes que habría que reconocer por la comunicación, el cariño y el apego que tuvieron cuando radicaron por estas nobles tierras: Antonio Lerma Nolasco, Jesús Ulloa Macedo y otros más, que algunos, que sí son apegados a la iglesia recordarán con cariño. Ojalá, el nuevo sacerdote tome conciencia de ello y evite que la gente, justamente enojada, vaya con el mitote al obispo pidiendo que lo manden a Jerusalén. Amén.