HIZO EL RIDICULO ACOSTA NARANJO EN ACAPONETA

Este domingo 14 de Marzo se presentó en Acaponeta el diputado federal Acosta Naranjo. La cita fue en el pequeño salón de fiestas infantiles "El Novillero", que no se llenó, pues es poco el arrastre del Diputado que hoy por hoy está ya en franca decadencia. Desde temprana hora, los perredistas encabezados por Catón, Director del OROAPA y el Síndico Sr. Don Hector Bañuelos Espinosa, anduvieron en busca de la Banda El Llano de la Cruz, "cueste lo que cueste"- decían, "para que le toque a Naranjo"- añadían. La gente vio con muy malos ojos ésta actitud ya que es bien sabido que todo lo que se gastó en recibir y dar gollete a Naranjo es dinero que se le robó al pueblo por medio del OROAPA y del DIF.

La cita era a las 12, pero Naranjo llegó con dos horas de retraso, parecía que la cruda le había jugado una mala pasada y tuvo que detenerse antes en Tecuala, en el bar "cuatro vientos" para alivianarse. Al llegar fue recibido de inmediato por el Síndico Municipal Sr. Don Hector Bañuelos Espinosa quien se avalanzó efusivamente sobre Acosta Naranjo, abrazandolo y besandolo en las mejillas como si fueran amigos de antaño, lo que provocó cierta pena y perturbación en el Diputado. "Tu eres mi candidato para gobernador" le espetó el Síndico a Naranjo, pero tan cerca de la cara que el diputado se tuvo que limpiar la saliva. Acosta Naranjo al ver que en el lugar no había ni 100 personas optó por sólo dirigir un breve discurso a la escasa concurrencia, excusarse y retirarse de inmediato no sin antes agarrar un taco de puerco de los que regalaban a los mirones que pasaban por ahí. Antes de que esto sucediera, el Negro Saulo y sus empleados interceptaron a Naranjo y el director de seguridad publica, cual "Rambo", le cerró el paso al Diputado Acosta Naranjo y lo "invitó" a que hiciera un recorrido por las calles en compañía del Dr. Saulo. Así, a fuerzas, salió Naranjo con un contingente que a la sazón no superaba las 50 personas debido a que se habían terminado ya los tacos gratis. No le quedó de otra a Naranjo, que entrarle a hacer el ridículo en aquel bizarro desfile una tarde de Marzo en Acaponeta.