jueves, 30 de diciembre de 2010

BITÁCORA DE UN INMIGRANTE EN LOS ÁNGELES


Por: Juan J. Gaspar G.

 BLANCA, BLANCA NAVIDAD

Sí, muy blanca, blanquísima navidad... Sí, casi todo el territorio estadounidense está cubierto de níveo color, las casas, automóviles, árboles e infinidad de objetos han quedado sepultados bajo gruesísimas capas de hielo. Debo dar gracias a Dios que en el sur de California, el clima siempre ha sido tan benigno que no ha pasado de dejarse caer en forma de molestas lluvias, que hacen un poco mas difícil el traslado de ida y vuelta al trabajo.  Los Ángeles, la ciudad más hospitalaria de los EEUU, luce muy bien, recién bañadita, mucho más vistosa, agradable, atractiva y alegre, vestida de rojo y blanco como Santa Claus. Miles de turistas podrán venir hasta estas latitudes, sin tener que angustiarse por temperaturas extremas, descarrilamiento de trenes, cancelación de vuelos y todas las calamidades que se han quedado atoradas en la franja fronteriza. Invierno, el solsticio más hermoso que he vivido en estas lejanas tierras, del Sur de California. Contento, sí, muy contento me encuentro, pues a pesar de mis limitaciones actuales y la cauda de problemas aun sin resolver, ¡por fin regreso al México de mis amores!

2010, EL  NECESARIO RECUENTO

Este año casi, ya casi llegó a su fin, solo me falta despegar las últimas hojas, medio amarillentas y arrugadas del calendario. 2010 sí que fue para mí y para miles de inmigrantes un año verdaderamente difícil...  Bueno, para empezar, nos tocó compartir la tragedia del pueblo haitiano, los terremotos en Turquia, en Chile y en las fuertes sacudidas aquí, muy cerquita, en varias poblaciones de la zona fronteriza. En este bicentenario, la tierra si que se portó algo mal con los mortales, aunque a la vez fue generosa, al mantener con vida a los veintitantos mineros chilenos, que se hicieron famosos desde el momento en que "se los tragó la tierra". Año de fuertes tensiones en el mundo, el peligro inminente entre las dos Coreas (Las famosas "chinas" de la geógrafa y politóloga Alicia Machado)... Los estremecedores episodios que en nuestro continente han provocado los excesos de la naturaleza, pero tambien el doloroso tormento de ver correr la sangre, producto de una guerra absurda.
 Mexico-EEUU... La visita de comadres entre Obama y Calderón, en el marco de un Bicentenario cuya máxima gloria, celebrada por los amos del dinero, fue haber legitimado por fin al hombre más rico del mundo.
EEUU-Mexico, una guerra dirigida a distancia por grupos peligrosamente enquistados en los aparatos económicos de ambas naciones... El Plan Merida, que solo ha servido para alentar la guerra sucia dirigida por la CIA y el stablishment norteamericano, moviendo como juguetes a un gobierno ususpador y a innumerables bandas de cobardes criminales, que mantienen secuestrada a la Patria de Hidalgo, de Morelos y Guerrero, sometidos al miedo y a la cobardía cada vez más contagiosa.
El centenario de una revolución prostituida y enajenada, impuesta a base de hambre y opresión... la Revolución que se aposentó por más de setenta años y, cambió, poco después, de piel, como las víboras.
100 años que en la heráldica de estos nuevos tiempos equivalen a mas de sesenta millones de mexicanos en pobreza extrema, miles de pequeños y medianos emprendedores que están al borde de la ruina, como los miles de elementos parasitarios. improductivos y retrógradas de una burocracia castrada por los amos de la política, la cultura y las finanzas... Maestros, ferrrocarrileros, telefonistas, empleados municipales, estatales o federales,  que terminarán haciendo fila, mes con mes, como pordioseros, afuera de los bancos.100 años de sufragio inefectivo y de vergonzante transmisión e imposicion cuasi absoluta de poderes. La tierra y libertad que solo se verá en los panteones y museos, la letra muerta que intentará continuar envileciendo a los viejos, ante los gritos de rebelión de una juventud  que esta comenzando a tomar las riendas y el camino.
 2010, año de profundos contrastes, para mí el cierre de un aleccionador, aunque doloroso, episodio de mi vida.

 TIRANDO A LA BASURA CACHUCHA, MANDIL Y BOTAS

 Este Domingo presente mi Quit en la compañia en la que por escasas semanas tuve que revivir la experiencia, no siempre tan agradable de la cultura laboral del yanqui, con su "Good Job" de sus abusivos capataces, sobre el mojado que intenta mejorar sus salarios con la práctica estresante del trabajo repetitivo.
 No quiero ser pesimista, ni tampoco malagradecido... Durante más de tres años pude obtener ciertas ventajas económicas, desempeñando múltiples ocupaciones, todas de bajo perfil, obviamente... cambiar de camiseta, bajo este sistema injusto equivale no solamente a cambiar de amos, sino a explorar nuevos ambientes poco más o menos diferentes o mejores, aunque también con la constante de chingar al que se puede o chingar al que se deja. Tuve que cambiar mis horizontes laborales y profesionales, y no en pos de una aventura...  Me involucré en tareas productivas rústicas, pesadas y de lo más asquerosas... Sí, y no lo digo porque me ande creyendo muy salsa, sino por las condiciones tan insalubres en las que laboran miles, millones de paisanos nuestros, aca en la Unión Americana.
Cachuchas, cachuchas de todos colores, que uno se quita, a veces por cansancio, con las sienes empapadas de sudor... cachuchas que volaban por los aires, cuando de plano botábamos algun trabajo, y no por pereza, mas bien por dignidad... cachuchas que yo nunca guardé como artículos de colección, ya que simbolizaban los esfuerzos, poco o nada reconocidos por los inmigrantes más pobres en este país, los indocumentados...
Los mandiles, que servían, no para higiene nuestra, sino para que a los ojos del patrón y sus secuaces, cubriéramos con los requerimientos de seguridad y salud, que merecían nuestros clientes, pero que al fin solo encubrían las deshonestas prácticas de adulteración en el manejos de los alimentos y la alta corrupción existente en los lugares de trabajo, donde los de traje y corbata cobraban los más altos sueldos, a costa de la sobreexplotación y las malpasadas de la mayoría de trabajadores enmandilados... Botas que si bien te protegían de algun resbalón o golpe, te provocaban dolorosas ámpulas y escoriaciones.
 Regresaré a mi escuelita rural, satisfecho de haber sacado adelante los problemas familiares, sin haberle quitado un quinto a nadie.  Como maestros me esperaran otras viscisitudes tal vez, pero tendré la fortaleza que la fe me ha dado y la ayuda generosa, la voz de aliento y el cariño de mis hijas y su madre, de toda una familia y mis grandes amigos, que en ningun momento me han dejado. Hacia allá vamos, hacia allá seguimos, no sabemos hasta dónde, ¡pero sí sabemos del por qué!

 EL MEXICO QUE ESPERO VER

 Seré el menos indicado para exigir seguridad, cuando he dejado a mis hijas y abandonado los barrios donde he vivido y mi aula, único territorio de combate, en esta guerra que no tendra fin.
 En el México de mis antepasados y el de mi descendencia, los siglos no cuentan, mas bien los instantes gloriosos de realización. Tomar el gis como arma, trazar en la pizarra la mejor estrategia de guerra para luchar contra los vicios, la ignorancia y sus efectos. La declaración de guerra, con la que habré de luchar no admite de verdad ninguna enmienda... cada quien avanza, se fortifica y sale a luchar día con día... algunos de mis antiguos compañeros de lucha, ya han claudicado... otros están en la trinchera enemiga... algunos mas ya forman parte de la gendarmería intelectual del Estado, al lado de los poderosos. Caminaré, al cruzar la frontera, seguro de que mi Patria saldrá adelante, con el impulso de un magisterio que comienza a caminar, bajando de la sierra, saliendo de los barrios pobres, seguro de que pronto, muy pronto protagonizará gloriosos episodios.
Encontraré un México temeroso, al cual hay que infundirle fe... Encontraré un México golpeado, al cual hay que atender, cuidar y dar alivio... Encontraré a un México desesperado, al cual hay que orientar y preparar, para impulsarlo a su crucial encuentro con la historia... Encontraré al México ensangrentado, mutilado y ensombrecido... Nada me acobarda, todo me lleva hacia adelante, hacia el reencuentro de mis amigos, ¡los maestros de México!

POR LOS CAMINOS DEL SUR

Ya tengo en la mente los mas recónditos y fascinantes lugares... salir del aula, en compañía de mis alumnos al contacto del mundo natural que ya quisieran ver y disfrutar los niños estadounidenses... convivir con las familias, sin distinción de grupos y posición económica... ¡Ahhh, que dicha estar vivo!

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