MIS REFLEXIONES DE AÑO
Por: Rocío López Medina
“Otro año que queda atrás mil momentos que recordar otro año mil sueños más hechos realidad”.
Queridos amigos de Acaponeta, la región y pueblos circunvecinos (siempre me ha gustado esta frase, me siento como locutora de partidos de base bol en estadio municipal de Acaponeta). Envío un afectuoso saludo para todos desde tierras casi congeladas, añorando el regreso y la patria.
Estos momentos vividos lejos de casa y de la familia, lejos de las raíces y en soledad han sido muy fértiles, pues me han permitido cosechar grandes reflexiones, pensamientos liberadores. Echar la vista atrás y ver cuál ha sido el camino andado en este 2010 que está a nada de concluir, contemplar tranquila sin mayores sobresaltos la senda hasta ahora trazada permite conceder toda la razón a aquella mente que un día concibió: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Hace dos años por estas fechas me encontraba en Acaponeta rodeada de mis familiares con un nudo muy grande en la garganta y con una opresión mayor en el pecho debido al miedo que me provocaba el pensar en el salto que estaba a punto de dar, miedo porque no sabía con qué me iba a encontrar, pero en cambio sabía perfectamente qué dejaba.
Dejaba la cotidianeidad, el día a día, las risas de mis hermanas, las nuevas palabras, los significados que sólo te da el contexto, dejaba la mirada fiel de mi madre y la fuerza de mi padre, dejaba a un grupo de personas que siempre confiaron en mí, en algunos momentos incluso más que yo, todo esto y mucho más quedaba atrás, pero ¿para qué era tal renuncia?
Durante mucho tiempo resonó en mi mente la pregunta que me hizo mi abuela materna justo antes de venir, pregunta que tiene la característica de toda pregunta rotunda: la sencillez. Hija, ¿por qué te vas tan lejos? , mi respuesta: -Porque quiero estudiar, su interpelación, -Pero que no terminaste ya de estudiar. ¿Qué podía responder ante frases tan contundentes?
Han pasado casi dos años de mi estadía por estas tierras y segura estoy de que ha valido la pena, cierto que nunca recuperaré el tiempo perdido y todas las cotidianidades que durante estos dos años han pasado y siguen pasando en mi ausencia, pero también es cierto que lo que he aprendido y lo que he visto no tiene comparación ninguna.
Ahora puedo comprender que el miedo que sentía antes de venir era natural, es el miedo a lo desconocido es aprender otro lenguaje, los códigos de comunicación no son ni por asomo los mismos, las manifestaciones de las personas, sus tradiciones, creencias y formas de reconocer e interpretar el mundo son diametralmente distintas.
Y sólo para compartir un ejemplo de lo que digo, les contaré que esta navidad pasada me he deleitado con una cena casi en silencio en comparación con el bullicio mexicano, aquí por ejemplo Santa Claus no viene, este más bien es un invento gringo que incluso ahora se intenta instaurar a fuerza de publicidad, en su lugar los niños tienen a Caganer, pero ¿Quién es Caganer? Es un simpático personaje de la tradición Gironí que los niños ven con mucho cariño y alegría, es la figura de un tipo cagando, que en estas fechas los niños esperan y cantan para que Caganer cague los regalos navideños.
Cuando pregunté en alguna reunión cuál era la relación de la cultura catalana con la mierda para considerarla tan especial, nadie me supo responder. En principio que los niños esperen que sus regalos sean cagados por alguien resulta un poco asqueroso, pero si alguno de ustedes ha leído La inmortalidad de Milan Kundera entenderá que el autor en un pasaje del libro intenta reivindicar la imagen de la mierda en la cultura occidental, viene a decir que esta no sólo es natural sino que está relacionada con el placer del individuo. Entendido bajo estos términos puedo comprender que para quien saca su mierda puede resultar no sólo placentero sino una apoteosis (máxime si hay algunos que les cuesta mucho trabajo), pero la relación con recibir la mierda como regalo o que alguien cague tus regalos no me queda aun muy clara.
Tal vez si la relacionamos con los signos oníricos podamos sacar más luz, por ejemplo, cuando tenía 18 años un sueño era muy recurrente, soñaba que me bañaba en un lago lleno de mierda, la imagen me causaba tanta curiosidad que comenzaba a recoger montoncitos de ella, aquel sueño a aquella edad me causaba más vergüenza que asco y en la búsqueda del significado del sueño encontré que estas cuestiones escatológicas tienen una relación directa con el “dinero”. Pero la relación sigue sin ser clara, ¿cuáles son los elementos que pueden relacionar la mierda y el dinero?
Una enseñanza medieval que habla sobre los cuatro elementos ubica al oro como signo de dinero perteneciente al ámbito tierra que es el elemento considerado más aburrido, fatigoso y pesado, pero que es en él (aquí en la tierra) donde se logra la riqueza económica porque este elemento comprende la realidad y la acción. El dinero está ligado a la tierra y a la realidad y se convierte en una medida del grado de arraigo que el hombre tiene con su realidad.
Los problemas de dinero son problemas de la realidad; ahora pensemos en las ideas que la religión dominante ha implantado en el imaginario social con vigencia hasta nuestros días asociando el dinero a su aspecto más negativo casi despreciable, pensemos por ejemplo en expresiones como -¡sólo lo hace por dinero!, expresión que presupone una categoría baja del dinero frente a un valor supremo al que se puede aspirar, valor no terrenal. La imagen para los niños en esta concepción es un gordito en un trineo por los aires o un niño dios, algo irreal.
Es entonces el dinero relacionado con lo terrenal, con lo real, con lo fatigoso, con el trabajo, con el compromiso con la acción aquí en la tierra, con el hombre y no con lo divino, como se explica el porqué de la figura de un hombre cagando como la imagen real del esfuerzo y del placer, -¿quieres regalos? Ponte a cagarlos, la mierda como sinónimo de abundancia. En contraposición a la idea fantástica de un gordo en un trineo por los aires, ¿a ver quien lo alcanza?.
Que tengan un cierre de año estupendo y para el próximo 2011 les deseo ¡Mucha mierda!
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