Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
No hay nada como el sabor del triunfo. Ya lo decía alguien
que sabía mucho de eso, Napoleón Bonaparte, quien expresó que el mejor orador
del mundo es el triunfo, lo cual es verdad, pues el que gana en cualquier tipo
de competencia deportiva, laboral, social, cultural o política puede
vanagloriarse y todo lo que diga, nadie se lo puede refutar. Por otra parte,
que importante es para un pueblo como México, lograr de vez en cuando un laurel.
La mejor experiencia son los mundiales de fútbol en los cuales los equipos
mexicanos, por ya 80 largos años, no ha visto una y siempre aparece la oncena a
media tabla y su lugar de fijo es entre el sexto y octavo puesto.
Las derrotas mexicanas son muchas y abarcan todos los campos,
la historia nos lo muestra, estamos llenos de batallas perdidas, territorios
arrebatados, caudillos asesinados, gobiernos “triunfalistas” que dejan al país
devastado. Aunque los que han escrito la historia oficial hacen en muchas
ocasiones de las derrotas grandes triunfos, igual que los corifeos de las
televisoras, hacen de una derrota del “tri”, un auténtico logro. Piense el
lector en la batalla del 5 de mayo de 1862 en Puebla contra los franceses, fue
un efímero y engañoso triunfo, que celebramos año tras año, por todo lo alto,
pero el resultado final, fue que los franceses ganaron la guerra final y hasta
impusieron un emperador. El seleccionado nacional hizo el ridículo en Sudáfrica
–una vez más—y para algunos fue un éxito que hasta aplauden.
Al estar llenos de derrotas y sufrir una crisis económica
–que los distintos gobiernos, nos hacen ver como grandes victorias—cuando nos
llegan noticias de un triunfo, en cualquier campo, nos llena de satisfacción.
Es un poco el betún del pastel.
Por ello, a todos nos llena de orgullo que los Cachorros de
Acaponeta, equipo de beisbol local, hayan logrado llegar a la final de la
temporada 2010-2011 que lleva por nombre “José Luis ¨Canalla¨ García” de la
Liga de Beisbol del Noroeste. En realidad no importa si uno sabe o no del
deporte del diamante, si conoce o no conoce, si le gusta o prefiere otra cosa,
se trata simplemente de un logro y es de
todos, recuérdese que las derrotas son huérfanas y los triunfos tienen muchos
padres, o bien la cínica frase, sobre todo en los procesos mundialistas,
“ganamos” si conquistan o “perdieron” si caen vencidos. Por ello el triunfo de
los Cachorros, es un palmarés para todos, diría un insolente: “ganamos”.
La
nota informativa nos dice que los Cachorros de Acaponeta es una sucursal de
cuatro equipo de la Liga Mexicana de Beisbol: los “Pericos” de Puebla, “Tigres”
de Quintana Roo, alguna vez de la Ciudad de México; Sultanes de Monterrey y
Broncos de Reynosa. Ellos, la novena gardeniona, barrieron a los Coqueros de
Tuxpan para llegar, como el primer equipo clasificado a la fiesta grande de la
final, en espera, ya sea de Diablos Rojos de Tepic o los actuales campeones,
Tabaqueros de Santiago.
Muchos
aún recuerdan aquel sonado triunfo de los acaponetenses en la temporada
1986-1987 en la antigua Liga de Beisbol del Noroeste, donde conquistaron el
título y los peloteros fueron recibidos en la plaza municipal de Acaponeta por
una multitud entusiasta, que echó todos sus problemas y dificultades por la
borda con tal de sumarse a la conquista de todos, pues el aficionado lleva su
parte también, y en esta temporada ellos, los verdaderos amantes de la pelota
caliente, han llenado el estadio municipal hasta el tope, ovacionando y
lanzando vivas y cohetes a los peloteros que por este año, no decepcionaron
como los anteriores, donde la constante era los juegos perdidos y las cabezas
bajas.
Por
supuesto hay que reconocer al timonel del equipo de Cachorros de Acaponeta,
señor Alfredo “Tyson” Meza, quien por junto con su cuerpo técnico y peloteros,
puede brindar al aficionado acaponetense y en general a toda la población, la
alegría de un nuevo campeonato.
Bien
sabe el amable lector que la dirigencia del equipo está en manos del
Ayuntamiento de Acaponeta, que luego de un año desastroso, como fue el de la
temporada 2009-2010, se han reivindicado con la sociedad y la afición
conformando un equipo ganador que satisfizo las demandas de los fanáticos al
Rey de los Deportes. Como decíamos líneas arriba, el ganador puede y debe decir
todo lo que quiera, sabemos porque los vemos, que el Presidente Municipal de
Acaponeta y directivo de los Cachorros, se han dedicado en los últimos días a
la novena y lo comprendemos pues es uno de los pocos logros de su
administración y, finalmente qué bueno que así sea, pues siempre se ha
comentado: si le va bien al presidente municipal, le va bien a Acaponeta. Tal
es el caso que nos tiene aquí.
Sin
embargo, vale la pena hacer una reflexión que además interesa también a los
acaponetenses: el uso transparente de los recursos del pueblo, porque hay que
partir del hecho de que un equipo de
esta naturaleza es en realidad un negocio para el que lo administre, así lo
entiendo yo. Nadie puede llevar sobre la espalda un muerto que solo causa
pérdidas económicas y el mejor ejemplo es el del Ayuntamiento de Tecuala, que
el año pasado reportó pérdidas por muchos miles de pesos el manejar el equipo
de los Camaroneros y, esta temporada, prefirió cortar por lo sano y dejar el
equipo a otros más valientes.
Nos
dicen que las entradas al estadio municipal de Acaponeta, han estado más que
satisfactorias, pues los llenos son totales, tanto que algunos alegan que ha
habido sobrecupo. Eso conlleva sus riesgos y queremos suponer que la Dirección
de Protección Civil está al tanto de ello y preparados para cualquier
contingencia, máxime ahora que se ha llegado a la final y el estadio estará,
como decían los antiguos en las corridas de toros, “hasta el reloj”.
En
ese sentido, independientemente de la alegría del triunfo y del jolgorio que le
sigue, así como de las satisfacciones del pueblo que gusta de ver volar por las
bardas a “doña blanca”, queremos suponer que el dinero de las entradas y la
venta de la cerveza algo han dejado de beneficio al pueblo, que es finalmente
el que aporta y “mantiene” a la novena deportiva.
La
máxima dice que “la burra no era arisca, la hicieron” y ante tantas anomalías
de corrupción que hemos visto en la administración saulista, debemos preguntarnos,
¿qué destino han tenido esos ingresos?, ¿a dónde llegan?,¿ qué uso se hace de
ellos que beneficie directamente a la población y a los contribuyentes?
Y
esto lo mencionamos simplemente, porque uno de los cuatro ejes del gobierno de
Saulo Lora, que mucho presumen es el de la honradez y, al respecto este rubro
ha dejado mucho que desear.
Que
un triunfo que a todos agrada, no se empañe por la falta de transparencia de la
directiva del equipo. Acaponeta, apoyó sin cortapisas al equipo, ahora que, con
las ganancias –si las hubo—el equipo apoye la obra pública del municipio,
porque en ese sentido, no tendría validez salir “tablas” como se dice en el
argot deportivo, pues recuérdese que es dinero del erario.
Que
en este punto y otros muchos, se exhiban al pueblo, todos queremos saber el fin
que tienen esos ingresos, ¿qué para eso no es la página web del Ayuntamiento?
Alguien le está fallando una vez más al Dr. Lora Aguilar.
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