Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
En verdad que no me explico cómo es posible Sr. Nicolás Sarkozy, Presidente de una nación de "primer mundo" cuál es la calidad de su Francia y que se atreva a decir las burradas tan soberanas que han salido de sus desafortunados belfos. Mira que querer que nos humillemos ante la soberbia gala y le entreguemos a esa pirujilla de cuarta que es Florence Cassez, quien vino como muchos europeos "a hacer la América" e impresionar a esos salvajes del otro lado del Atlántico.
Nicolás Sarkozy, no las has tenido todas contigo y tus bonos andan muy bajos ante la comunidad de tu país y la comunidad internacional, así es que, prepotente y camorrista intentas asustarnos con el petate del muerto, ya que no te quitas de la mente tu origen imperial con el que un día quisieron hacernos su colonia. Yerras emandatario franchute al querer que te entreguemos así porque sí a una delincuente que nada menos y nada más se vio envuelta con una banda de secuestradores. El que toma riesgos sufre serias consecuencias, la Cassez los tomó y ahora debe pagarlo con 60 años de fresco bote en nuestro sufrido país, tan agobiado por acciones como la de tu francesita.
Por supuesto que el gobierno mexicano, salió --una vez más-- con su batea de babas y muy a su estilo quiso procurar justicia y nunca avisó --como era su obligación-- al consulado francés de la detención de la malandra. Por ello el pleito y las payasadas que has armado Nicolás Sarkozy, quien en un arranque de patrioterismo cursi y ramplón, anunciaste que en la fiesta cultural llamada "el año de México en Francia", durante cada evento se hablaría y señalaría el caso de la vulgar secuestradora francesa. ¡No manches Sarkozy! no demuestres tu supina ignorancia, pues no somos indefensos aztecas con penachos y rodelas, asustados por los caballos europeos. Acuérdate que la dignidad mexicana llevó al infeliz Maximiliano al Cerro de las Campanas donde lo llenaron de plomo, por más que estuviera apoyado por la fuerza gala todopoderosa de aquel entonces.
Esa a quien defiendes con tanto denuedo es una delicuente que quiso hacerse rica secuestrando mexicanos, padres, madres, hijos o hermanos de alguien que iban a perder su patrimonio y quizá la vida. ¡No manches Sarkozy! no defiendas lo indenfendible solo para levantar tus alicaídos bonos. ¡A otro perro con ese hueso!
Y la humillación que quisiste hacer de la delegación mexicana en esa fiesta es tan ridícula, como si nosotros hubiéramos llevado estampada en los ropajes y posters la imagen del General Ignacio Zaragoza.
Así que mientras sufres y clamas por una bandida, ella se queda aquí a pagar sus errores. Ahora, que siguiendo tus inicuos reclamos te hago una propuesta igual de soberbia y mamilona que tú: te cambiamos a la criminal Cassez por tu Carla Bruni. ¿Cómo la ves?
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