Como sucedió en Egipto hace más de 5 mil años, aquí en
Acaponeta, y en general en todo Nayarit, vuelve una de las recurrentes plagas
que cada tres años se dejan sentir en nuestro municipio, afeándolo y ensuciando
el entorno urbano, sin descontar el rural que también se ve afectado. Miles y
miles de calcomanías, estandartes, espectaculares, banderas y folletines,
inundarán cada esquina, cada calle, avenidas y todos y cada uno de los postes
de la ciudad y las comunidades. Bardas, muros, defensas de automóviles, puertas
de casas habitación, ventanas, camisetas y gorras, se llenarán con las caras
sonrientes de los candidatos a gobernador, presidentes municipales y diputados
locales. La ciudad se verá sucia y descuidada, el solo y el viento harán
estragos en los palmitos siempre optimistas de las fotografías de los
aspirantes, no dudarán en convertir en basura, varias decenas de millones de
pesos para gritarle al mundo “lo bueno que son”, “lo preocupados que se
sienten”, lo dispuestos que están de dar la vida por una mejor calidad de vida
(la de ellos). La publicidad partidista ha llegado al municipio y con ella
todos los males arriba mencionados.
Hay que pedir a las autoridades municipales que por un
momento se olviden de sus afanes protagónicos, ambiciones desmedidas y
compromisos ilegítimos, para decidirse a cuidar nuestra ciudad que en verdad
merece ser respetada; además de que los reglamentos al respecto son muy claros
en lo que se refiere al centro histórico de la ciudad, ya que el artículo 10
del Reglamento de Imagen Urbana para el municipio de Acaponeta dice: “A efecto
de conservar la imagen del centro histórico de la ciudad de Acaponeta se
establecen como normas básicas dentro de dicha área:
IV. Se restringirá la colocación, fijación e instalación
de todo tipo de propaganda, anuncios, etc., al uso de carteleras colocadas ex
profeso. Así mismo se prohíbe la colocación e instalación de anuncios luminosos
con tubos de neón, tubos de luz flourescentes, anuncios de los denominados
“bandera”, así como la propaganda en mantas”.
En el capítulo VII de dicho reglamento se expresa
claramente:
ARTÍCULO 32: Se requiere permiso expreso de la autoridad
municipal para la fijación de anuncios, carteles y toda clase de propaganda en
paredes, bardas, postes, columnas, muros y en general en la vía pública y en
lugares de uso común…
ARTÍCULO 33: La autoridad municipal podrá negar el
permiso si lo estima conveniente al interés colectivo o contrario a las
disposiciones legales vigentes…
ARTÍCULO 34: La autorización a que se refieren las
presentes disposiciones deberán solicitarse por escrito y obtenerse de igual
modo ante el Ayuntamiento a través de la Dirección de Obras Públicas. Cuando se
trate de anuncios o propaganda política y de espectáculos públicos deberá
solicitarse ante la Secretaría de Gobierno según sea el caso…
ARTÍCULO 41: Respecto a la propaganda electoral todos los
partidos políticos deberán solicitar y obtener de la autoridad municipal el
permiso para fijarse, instalarse, pintarse o pegarse durante las campañas
electorales en el municipio, lo anterior sin perjuicio de lo previsto en las
leyes de las instituciones electorales y el código de instituciones y
procedimientos electorales del Estado de Nayarit y de lo establecido en las
presentes disposiciones
Ojala que de veras el Ayuntamiento haga valer y respete
estos ordenamientos que fueron creados con la única intención de mantener un
pueblo limpio, ordenado y del cual nos podamos sentir orgullosos. Aunque mal
pinta la temporada pues hace dos o tres días amanecieron las imágenes de
Guadalupe Acosta Naranjo, justo frente a
la plaza principal y a las afueras del Palacio Municipal, es decir, en pleno
Centro Histórico. Señores del Ayuntamiento, cumplan con su deber aunque se
trate del “Jefe Naranjo”.
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