Por: Raúl Andrés Méndez Lugo
A propósito de las alianzas fallidas, ya no sé quien tuvo la culpa, si los que quieren o los que los dejamos querer.
Yo
seguiré soñando con la posiblidad de no tener elecciones ni gobierno. Que cada quien gobierne con sus vecinos su territorio, su mejor
destino; pero para eso se necesita algo muy importante que ningún
gobierno tuvo en su oportunidad ¡RESPETO AL SER HUMANO! ¡JUSTICIA SOCIAL! Imaginen el ahorro que tendríamos todos sin
partidos, sin elecciones, sin gobierno, sin diputados, sin magistrados,
sin senadores... seríamos inmensamente ricos, ¡nada nos haría falta! Pues todos esas funciones estarían cubiertas en primera instancia por
las comunas de los pueblos, los ejidos, las ciudades, reunidas al
atardecer en una gran mesa redonda, donde nunca falte un rico cafecito
de olla y un sabroso pan dulce de nuestras panaderías populares. ¡Se
abre la sesión!, atentos todos escucharemos las propuestas, los
proyectos, los problemas, ¡las soluciones! ¡Asunto resuelto,
manos a la obra! ¿Para qué tantas complicaciones, si hablando se
entiende la gente, digo yo? ¡Se cierra la sesión! Ahora destapemos
un sabroso vinito de nanchi, traigan a los músicos de nuestra querida
escuela de artes y oficios; bailemos todos, disfruten la noche
porque mañana hay que trabajar.
En las calles ya no se junta la
basura, las calles están limpias, ahora todo va a las fábricas del
Reciclaje y de Abonos Orgánicos; nuestros hijos muy temprano, ya
desayunados de acuerdo a la dieta propuesta por los nutriólogos de la
Universidad, abordan el camión escolar interno que adquirimos como
comuna el mes pasado, Don Pedro, el chofer, les canta una canción alegre
y ¡los niños le hacen coro!
Lupita declama su última poesía que
escribió en su taller de literatura de los martes en su colonia; la
escuela luce impecable estrenando sus pizarrones electrónicos y la
máquina procesadora de plásticos, la directora emite su mensaje de la
semana, anunciándoles que el domingo familiar ahora sería en la playa,
que el albergue ya está listo, el menú ha sido aprobado por la comisión
de salud comunitaria y que lo único que se necesita para asistir es
estar a tiempo en la estación del tren, pues les tocará inaugurar los
nuevos vagones eléctricos traídos de Chiapas. En la playa ya están
los niños venidos de Jesús María y San Andrés Milpillas, preparados para
el Encuentro de Juegos y Tradiciones que cada año disfrutamos alumnos,
maestros y padres de familia; mi hijo ya está aprendiendo los idiomas
Cora y Tepehuano, gracias a los cursos interculturales que cada verano
ofrece la comisión de educación de la comuna. Qué hermosa exposición
artesanal la de los niños tepehuanos, de verdad que la dimensión
artística hacía mucha falta en las escuelas, ahora hasta podemos
intercambiar regalos hechos por nuestras propias manos en estos
encuentros; y que les pareció la sesión de cuentos de los papás,
excelente, ¡muchas felicidades!
Ahora que no hay televisión privada y
sus tonterías, mi mamá aprovecha muy bien su tiempo, asiste por las
tardes a su taller literario con sus comadres, hasta mi papá quiere
escribir sus canciones, pues el orientador vocacional de la comuna le
dijo que tiene pasta de compositor y ya tiene material para su primer
disco; dicen que antes los señores se iban a un lugar que se llamaba
cantina, ahí se emborrachaban y le sacaban todo su dinero, en cambio
ahora todos mis tíos y mi papá tienen su grupo de teatro y sus talleres
familiares, al menos yo ya lo aproveché, aprendí a diseñar mi próximo
juguete de hojas de maíz, dice mi abuelito que es un juego muy antiguo,
en Xala le dicen "tambuche", ya Carlitos está haciendo el suyo, que
bueno que nuestras clases de historia regional nos enseñan tantas cosas
de nuestra herencia cultural, en mi próximo viaje de intercambio a
Yucatán les llevaré este regalo a mis amiguitos mayas, ¡me encanta su
forma de hablar! Mañana que nos toca clases en nuestro museo
comunitario donaré mi última creación artística.
Jajaja... se van a
reir pero yo sé que es una buena aportación ¿verdad ?
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