Por: Juan Manuel Estarrón
Cuando el
señor Presidente del Consejo Estatal Electoral de Nayarit declaraba que no
había delitos qué perseguir por los comportamientos de los precandidatos(as)
nos aclaró algunas dudas en cuanto a su renuncia incumplida: carece de valor
moral y ético para llamar a cuentas a presuntos infractores de la ley cuando él
está pasando por encima de ella.
El señor Sergio López Zúñiga tiene dentro
del CEE conflictos de intereses ya que un familiar cercano busca la gubernatura
y eso es más que suficiente para que se violen los principios de equidad e
imparcialidad que deben campear en toda contienda electoral; de no ser así,
aunque haga cosas buenas para otros podrán parecer malas.
De por sí en esta administración neycista
se sospecha de todos los funcionarios, así sean de otros poderes o sirvan en
organismos descentralizados, que están incondicionalmente al servicio del
Virrey porque a él le deben el puesto; en este caso también tenemos derecho a
sospechar de este funcionario al que le pagamos su abultado sueldo con nuestros
impuestos. ¿Por qué reculó tan fácilmente cuando dio su palabra de honor que
renunciaría si su cuñado se registraba como candidato?
La autonomía del CEE queda en entredicho
al parecer porque alguna voz del “exterior” ordenó que no renunciara o sacó
cuentas de lo que dejaría de ganar; el caso es que ahora tanto el organismo
electoral como su titular estarán muy cuestionados porque el Estado ya se
asemeja a un gran tianguis electoral donde todo se tranza, todo se compra y
todo se vende; lo mejor de todo es que no pasa nada.
Empezando por el Goberney que se fajó los
pantalones, sometió al número suficiente de diputados para que le aprobaran el “préstamo
electoral” de 300 millones de pesos y ya con la talega llena manoteó las
candidaturas a casi todos los puestos de elección popular a los ilusos priistas
que todavía se tragan el cuento de la lluvia pareja en pleno mayo.
Desde luego esto no es responsabilidad del
CEE ni de su titular pero adorna el bello paisaje previo al 3 de julio; la
rebatinga de candidaturas es preludio de luchas intestinas –por un lado- y
mercadología de posicionamiento por el otro en la que no hay frenos, diques ni
leyes que establezcan topes de campaña.
El virrey puede solicitar otro préstamo
igual o más grosero para invertirlo en salvar a su candidato de una posible
derrota y no pasa nada; los candidatos paseándose por todo este enorme tianguis
electoral ofrecen dinero en tarjetas cumplidoras y 100 % nayaritas,
evidentemente se están comprando votos con todo el descaro pero tampoco pasa
nada.
Un mismo candidato dice regalar 10 mil
casas, si el Presidente del CEE tuviera un poco de sentido común haría efectivo
el tope de campaña porque multiplicadas por 100 mil pesos que cuesten cada una
–por ir a las más rústicas- ya estaría gastando MIL MILLONES DE PESOS; con esta
descabellada promesa ya estuviera fuera de la contienda nuestro amigo Roberto
Sandoval por no saber algo de aritmética.
También en este generoso aunque convulso
tianguis electoral a alguien se le ocurrió dotar de computadoras portátiles a
todo estudiante de educación media y superior; la idea es estupenda aunque
también suena a compra-venta de votos. ¿Tiene una idea aproximada de a cuánto
ascendería este gasto nada más poniendo en 4,000 pesos cada equipo más el
mantenimiento de banda ancha, es decir el burrito y su manojo de hoja?
Pero este tianguis de las ilusiones
promete ser rico de todo lo que se ofrezca en sus escaparates dependiendo de la
creatividad de los asesores de los candidatos a gobernador, presidentes
municipales, síndicos, diputados y regidores desde comidas y bebidas,
conciertos con los “artistas” del momento, tours con viáticos cubiertos por las
rutas preferidas de los narcoviolentos y los lugares inolvidables de los
“agarrones”; loterías y rifas de electrodomésticos, sin faltar –faltaba más-
repartos de despensas y cajitas felices; camisetas, gorras, mandiles, llaveros,
sombreros.
Aparte del reparto de 10 mil casas también
se prevé el cambalache de materiales
para construcción o reparación de viviendas, naturalmente por votos; sólo es
cuestión de esperar en las comunidades tráileres cargados con láminas, cal, cemento,
varillas, alambrón. Alambre de púas para cercar los potreros, créditos
agropecuarios y en un descuido hasta pies
de crías, todo a “fondo perdido”.
Lo único prohibido en este tianguis son
las encuestas. Dice su administrador, López Zúñiga, que la “encuestitis”,
aparte de no aportar ninguna utilidad pueden generar violencia estos ejercicios
como ocurrió en el “toma todo” del Goberney; pero de ahí en fuera todo está
permitido en la gran fiesta democrática con cuarentenas de a mentiritas.
Y a decir verdad, se respira tanto la
“democracia” que los tres partidos más importantes –PRI, PAN y PRD- se
intercambian candidatos y candidatas, aunque algunos no estén de acuerdo con el
término y prefieran llamarlo “piratería” también nos gusta ya que es la
mercancía que domina en cualquier tianguis.
Si a usted, caro lector, le llegan con
todo eso gratuito se pasaría de bueno si desaprovecha la ocasión; puede votar
por quien sea y no pasa nada, porque en Nayarit así es NO PASA NADA.
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