Es muy común que le echemos la culpa de todos nuestros males al gobierno. No importa de qué nivel, siempre queremos ver como el iniciador de todos lo malo que sucede en nuestro entorno a los mandatarios y funcionarios municipales, estatales o federales.
Por supuesto, en muchas ocasiones tendremos razón y más porque en ocasiones hay una gran negligencia en los ámbitos gubernamentales; sin embargo, a fuerza de ser sinceros, en innumerables ocasiones somos los ciudadanos los que propiciamos el desorden, el caos y que las cosas funcionen mal o a medias.
Ejemplos de lo anterior sobran y los vemos en cualquier rincón de la calle que el amable lector escoja: para muestra un par de botones.
Hace unos días por la calle Corona, entre Veracruz y Oaxaca, un "decente" motociclista subió su poderosa máquina a la banqueta y sencillamente le importó 70 fregadas si el resto del mundo podía pasar por el minúsculo espacio que dejó, en la ya de por sí muy estrecha banqueta; además de que se estacionó entre dos rampas para cochera que dificultaba en mucho el tránsito del peatón siempre tan sufrido y agredido en las aceras acaponetenses.
Otra imagen que causa dasasosiego y que hay que culpar al propietario, es esta carreta de verdura que se estaciona por la calle Allende casi esquina con Oaxaca; la verdad es que no puede haber peor imagen para la ciudad que un carretón en ruinas como este, el cual el dueño no retira, porque quizá se piensa el dueño de la calle o al menos de ese espacio hoy convertido en basurero.
En la administración municipal pasada, los vecinos hicieron el intento por denunciarla a las autoridades y estas simplemente regañaron a los quejosos. Así estaban las cosas y hay muchas esperanzas de que eso termine.
Pero volviendo al tema inicial. Se trata tan solo de una cuestión de actitud, pues si el dueño de la moto o el propietario de la carreta, tomaran conciencia del daño que hacen a la ciudad, optarían por algo que no es dificil: estacionar la motocicleta en el arroyo vehicular o bien, en el segundo caso, retirar la carreta o al menos darle una manita de gato. Lo mismo podemos decir de los que sacan la basura por las noches o los dueños de comercios que invaden totalmente las banquetas con mercancías y productos de tido tipo; el caos del banquetón del mercado municipal, los que riegan su acera con agua de la manguera o los que arrojan botes de cerveza u otros desperdicios desde sus automóviles a la vía pública, etc., etc., etc.
Ya lo dicen en Telebizca: ¿tienes el valor o te vale?
1 comentarios:
Hola a Todos...
Gracias por la nota y la comparto, todo es cuestión de actitud, pero lamentablemente la actitud también se forja en un entorno, y si ese entorno es permisivo con pequeños detalles y con Cuestiones más gordas como corrupción y violencia, el dueño de la moto y el de la carreta pueden preguntarse ¿qué más da una rayita al tigre que ni se nota? en que estorbaría una pobre carreta que no tiene valor, en comparación de los 45 mil muertos que lleva el estado producto de su incompetencia, en un entorno como este el ciudadano puede pensar, que me pidan que limipie mi carreta es un lujo, pues se debe iniciar por lo realmente alarmante. Y tarantaran, caemos en la espiral infinita hacia atrás : ¡yo no tengo la culpa! yo soy bueno, mi pobre carreta no estorba, mejor que los otros trabajen, mientras el gobierno piensa, como tengo un montón de borregos que nunca se quejan por nada, entonces a callar y que siga la fiesta.
Un beso
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