sábado, 12 de noviembre de 2011

“UN HERMANO PUEDE NO SER UN AMIGO, PERO UN AMIGO SERÁ SIEMPRE UN HERMANO”


Pío Francisco Quintero Alduenda
Hay niveles…
Héctor Algarin
…Y estúpidamente pensé, hasta este pasado fin de semana, que los recuerdos y anécdotas eran los pilares que sostenían mi relación con el lugar donde nací.
Acabo de aprender una de las lecciones mas dolorosas de mi vida, no sabía el verdadero significado del llamado “lazo de amistad” entre las personas…ahora, ya lo sé.
Este fin de semana, no solo enterramos al amigo…con él se fue parte de mi esencia, sé que los recuerdos se quedan; son tantos y tan variados que resultan innumerables y el solo intento de recordarlos…me llevaría toda una vida, y esta, ya me di cuenta, de lo efímera e incierta que es. Pero mas allá de lo anecdótico de los recuerdos es (trato de enmarcarlo) el hecho mismo de nacer, vivir, convivir y morir…pero ver morir al amigo con el que hiciste todo eso no encontraría las palabras adecuadas y correctas para expresarlo.
“El descansa en paz”,  “Adiós amigo”, “Hasta luego”, “Nos vemos al rato”… ¿será suficiente?, ¿es lo correcto?, ¿lo dije bien? La verdad no me importa…los sentimientos no se expresan con palabras, no hay vocablos suficientes para manifestar el sentimiento.
Pepe, Cecilia, Héctor, Gaby, Pío Francisco y Gaby
 Acaponeta es un lugar en la geografía nacional desde donde se identifica a las personas de otras que nacieron en diferentes partes…y uno (simple mortal) se enorgullece de ello sin darnos cuenta de que la amistad con las personas es más importante, más significativa, más profunda, yo, en lo personal, me siento doblemente bendecido por haber nacido aquí y haber tenido el privilegio de contar entre mis amistades a un amigo como Pío.
Pío Francisco Quintero Alduenda (Chalio o Panchito, pa’ los cuates) fue siempre muy comunicativo…No siempre nos decía la verdad, pero igual nos agradaba, sin quererlo supo hacer amigos y seguro estoy que fue lo único que hizo…amigos, y me honro de ser uno de ellos.
Pío vivió y murió contento, haciendo lo que le gustaba, con la música por dentro y vestido con la camiseta del equipo de sus amores… ¡Las Chivas Rayadas del Guadalajara!...  ¿Qué, hay otro? ¡Descansa en paz queridísimo amigo!
Digo…nomás como comentario.

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