Por: Néstor Chávez Gradilla
La semana pasada ocurrió un
incidente que bien pudo llegar a ser un lamentable suceso, pero de igual
manera, fue causa de preocupación para quienes tuvieron la oportunidad de
presenciarlo.
Hace alrededor de dos meses, el Síndico
Municipal se fajó bien los pantalones, no sabemos si por iniciativa propia o
por mandato del C. Presidente Municipal, el caso es que muchos nos enteramos de
que se llevó a cabo un operativo consistente en despejar totalmente las aceras
o banquetas del centro de la ciudad que ya estaban invadidas con las mercancías
que los comerciantes venden y únicamente dejaban un escaso espacio de 40 o 50
centímetros para el paso peatonal.
Al parecer, esto solo fue un
arrancar de caballo y parar de burro, pues en menos de 15 días todo volvió a
quedar igual. ¿Desatención, capricho o
soborno? Comenta la gente. Y como es de suponerse, lo que tenía que pasar pasó.
Sucedió que por la calle Allende, frente a la Papelería Lolina, un comerciante
que expende todo tipo de artículos de uso doméstico, había invadido una gran
parte de la banqueta, dejando escasos 40 centímetros de vía peatonal. Ahí se
encontraron dos mujeres queriendo ambas pasar por ese tan estrecho espacio sin
quererse bajar, pues esa es una calle muy transitada y es peligroso caminar por
ella. Pues bien, empujándose las dos mujeres por querer pasar, una de ellas se
cayó al lado de la calle quedando debajo de una camioneta que, por los buenos
reflejos del chofer, pudo frenar antes de que la rueda delantera derecha le
pasara por encima. Aún así, la señora quedó con serios raspones, golpes y magulladuras. Las autoridades de la Policía
Municipal la atendieron para llevarla a donde se le dieran los primeros
auxilios, y las de Tránsito, al enterarse de que el chofer de la camioneta no
tuvo ninguna culpa, lo exoneraron de cargos, pues tenía su documentación en
regla y circulaba con normalidad.
Dice el dicho: “Después de conejo
ido, pedradas al matorral”, ¿significa esto que nuestras autoridades están
esperando que suceda un hecho lamentable e irreparable para entonces sí tomar
las medidas necesarias?
Que me disculpen los comerciantes
establecidos que sacan su mercancía e invaden las banquetas, como lo hacen los
de las calles: Veracruz, Allende, Av. México, Matamoros, Juárez, y los del
Mercado. Ocupan más de la mitad de las aceras con mercancías y recuadros con los que anuncian lo que venden.
Son también un tremendo estorbo los módulos de Tel -Mex, colocados precisamente
sobre las banquetas dejando un minúsculo espacio para la circulación peatonal.
Y ya que estamos hablando acerca
de los problemas del centro de la ciudad, me comentaba un amigo mío, que hoy es
ya casi imposible encontrar donde estacionarse en el área de los alrededores
del Mercado Corona, y me decía muy molesto que a diario tiene que venir en su camioneta
a comprar su mandado, y que a veces tardaba más
dando muchas vueltas buscando un lugar, que lo que tardaba en hacer sus
compras. Agregó que muchos, sobre todo los que a diario tienen que venir de los
pueblos y rancherías, han optado mejor por irse a surtir a la Bodega Aurrerá,
aunque les salga mas caro, pero que allá no batallan para estacionarse.
El comentario de mi amigo, nos
hace comprender lo que hace ya tiempo se
está dejando ver y constituye al día de hoy un grave problema, pues el próspero
ambiente comercial que antes se apreciaba, hoy se está extinguiendo cada día
más, sin que hagamos nada por solucionarlo. Es cierto, dicen, que es siempre
primordial consumirles a las mismas
gentes de Acaponeta, pues el dinero aquí se queda, en cambio Aurrerá no le deja
nada ni al Municipio ni al Estado, con excepción del pago de los sueldos de
algunos empleados, pero la realidad es que “ya no se puede”, dicen. El centro
está invadido de taxistas, puestos callejeros, las camionetas de los mismos
comerciantes que ahí las dejan todo el día, los triciclos etc.
Platicando con ellos, algunos
proponen las siguientes soluciones:
a.- Que se retire el Sitio
del Mercado por la calle Matamoros, y
que se instale en la cuadra siguiente, frente a la Escuela Centro Escolar
Acaponeta. Con esto, se dejaría libre ese lado para estacionamiento vehicular,
y para carga y descarga de mercancía.
b.- Que se haga válido lo que
dice la palmeta de que únicamente se permite estacionarse por media hora máximo
en los alrededores del Mercado, y hacen mención de que los mismos comerciantes
del mercado y de los alrededores, estacionan sus camionetas desde muy temprano
y ahí las dejan todo el día agravando con esto el problema, pues deberían de dejarles
ese lugar a quienes vienen a comprar.
c.- Que permanezca en las horas
de más comercio un agente de Tránsito que obligue a que se respete el
estacionamiento en ese lugar, limitándose a la media hora mencionada.
Y ya que toco algo acerca de
la problemática del centro de la ciudad, tengo que mencionar algo que hará que
algunos lectores se incomoden por sentirse aludidos, pero repito, lo hago sin
el ánimo de molestar ni ofender a nadie.
Hace días me encontré en el
Mercado a unos viejos amigos que vinieron a su tierra natal aprovechando el
puente vacacional, y me comentaron que vieron con asombro, decepción y
desagrado, que la calle Veracruz frente al Mercado, a partir de las 3 de la
tarde, se convierte en otro basurero Municipal, al grado de que da vergüenza de
ver ese tiradero de bolsas de plástico, envases vacíos, vasos, platos y popotes
desechables, papeles sucios, cáscaras de frutas, verduras podridas, etc.
¿quiere decir esto que ni los habitantes ni las autoridades Municipales vemos o
no queremos ver lo que otras gentes que vienen de fuera sí ven y nos lo echan
en cara? Seguido vemos a un grupo de mujeres que andan barriendo calles dos o
tres veces en el mes. ¿Sería mucho pedir que nuestras autoridades las manden a
que barran el centro alrededor del
Mercado todos los días a partir de las 15 horas, y que también les exijan a los
comerciantes de ese lugar que no cierren los ojos a ese problema, poniendo a
una de sus empleadas a barrer por lo menos la parte que corresponde al frente
de sus negocios?
Buscando una de las fuentes de
ese problema, encontré que una gran cantidad de personas de aquí y de las
comunidades, se junta en la esquina de las calles Juárez y Veracruz a esperar
al camión urbano (Circuito), se quedan ahí por buen rato tirando todo lo de
desecho al suelo teniendo los tambos recolectores de basura a solo unos pasos,
y en una o dos horas, aquello se convierte en un cochinero de desechos que el
viento esparce por toda la calle.
Hace unos tres años, cuando yo
formaba parte del Consejo Para el Festival Cultural en Acaponeta, le pedí al C.
Presidente Municipal que, para solucionar esto, colocara a un policía en esa
esquina y que a cada persona que viera tirar desechos al suelo, la obligara a
recogerlos del suelo y llevarlos a tirar al tambo recolector. Le dije también
que, de llegar a hacerse esto con energía, las personas cochinas que todo tiran
en la calle, poco a poco iban a ir tomando conciencia, tratando en esa forma de educarlos a que
tengan limpias las calles de la ciudad.
Como es de suponerse, mi
sugerencia al C. Presidente Municipal anterior fue a dar al bote de la basura.
Lo cierto es que si nuevamente nos hacemos los desentendidos y no se hace caso
de estas mis observaciones que también son las de muchos acaponetenses, debemos
de entender que definitivamente ya no tenemos ningún derecho de ostentar el
título de “La Atenas Nayarita”.
Dice un dicho: “El buen Juez por
su casa empieza” y digo esto por el hecho de que hace unos 8 días, pasó por la
calle Veracruz una camioneta blanca con cajón y con el logotipo del H.
Ayuntamiento y, sin decir agua va, tiraron por la ventana del lado derecho unos
envases de plástico vacíos de refrescos a la calle.
He tenido la oportunidad junto
con algunos amigos, de visitar ciudades como: El Fuerte, Ahome, Cosalá, Xala,
Talpa de Allende, Amatlán de Cañas, Compostela y otros de la Riviera Nayarita,
y con sorpresa vimos que están siempre limpias, pues no se ve nada de basura en
sus calles. ¿Porqué en esos lugares no hay basura en las calles y en Acaponeta sí? ¿Será por la enérgica acción de las
Autoridades, o porque en sí las gentes de esos lugares tienen ya otra educación
y tomaron conciencia de mantener limpia
su ciudad?
Con todo respeto, pero este
artículo es un desesperado llamado a las autoridades Municipales, al Síndico,
al Delegado de Tránsito y a la ciudadanía en general para que todos juntos
hagamos lo posible por que Acaponeta, a partir de hoy, empiece a transformarse
para que llegue a ser muy pronto una ciudad limpia, y que ya no nos vuelvan a poner
en vergüenza los visitantes que ocasionalmente vienen, al decirnos que somos
unos cochinos.
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