Foto: Héctor J. Aguayo |
Por: Néstor Chávez Gradilla
A
principios de este mes, el H. Ayuntamiento de Acaponeta mandó que se
repartieran a todos los comerciantes establecidos, unas hojas
invitándolos a que a la mayor brevedad posible pasen a ponerse al corriente en
el pago de su licencia anual, autorización o permiso del Gobierno Municipal
para poder ejercer su actividad comercial en el presente año.
Por
pura curiosidad, quise saber cual era la opinión de los comerciantes acerca de
esto, y me di a la tarea de hacer un breve recorrido por algunos
comercios céntricos para preguntarles:
A) Si ya habían pagado o no la
dicha licencia.
B) Si estaban o no
dispuestos a pagarla.
C) Su opinión acerca de
ello.
El
resultado de mis preguntas fue que no la habían pagado ni pensaban pagarla, y
al preguntarles la causa, sus respuestas coincidieron en lo siguiente:
A) Que el centro de la ciudad,
en los alrededores del Mercado Corona, es, ha sido y sigue siendo un basurero
todos los días, y que no se ve voluntad del Gobierno para remediarlo.
B) Que el centro de la
ciudad en la zona comercial, está invadido de puestos que expenden tacos,
mariscos, frutas, plásticos, calzado pirata, ropa pirata, discos y otros
artículos también piratas y ya es tal la cantidad de ellos, que hoy ocupan casi
la mitad de los espacios para el estacionamiento de los vehículos de las gentes
que vienen a hacer sus compras.
C) Que lo mismo pasó ya
en el banquetón que circunda el Mercado al grado de que ya casi no se puede
transitar de la gran cantidad de puestos movibles.
D) Que en lugar de reglamentar
esto, limitando el número de ellos y fijándoles los lugares donde se pueden
instalar, se le da permiso al que llega y se planta, y el único requisito a
cubrir es que pague el derecho de piso.
E) Que sabiendo las
Autoridades Municipales que vender artículos piratas libremente en la calle es
un delito federal, aún así les permiten plantarse donde ellos quieran,
argumentando que eso no es de su competencia, sino de la PGR.
F) Que los comerciantes
establecidos pagan el IVA, el ISR, el IETU, renta, luz,
teléfono, agua, empleados, Seguro Social, aguinaldos, reparto de utilidades
etc. Cosa que merma en mucho sus utilidades, y que como los ambulantes no pagan
nada de eso, pueden vender su mercancía más barata convirtiéndose esto en una competencia
injusta y desleal.
G) Que como va en
aumento la proliferación de puestos ambulantes que cada día son más, pronto ya
no van a quedar lugares para estacionar un vehículo.
H) Que por este grave descuido
de las autoridades, ya mucha gente mejor se va a comprar a la Bodega Aurrerá
ocasionándoles esto una considerable disminución en sus ventas.
I) Dicen también que han observado que dos o tres veces
por año llega la PGR y les quita toda su mercancía a los puestos que venden
artículos piratas; pero que a las dos o tres horas, ya están ahí nuevamente
como si nada hubiera pasado, y agregan: “entonces ¿a qué estamos jugando”?
J) Que el
comerciante establecido está siempre expuesto a auditorías, multas, robos,
visitas de pedigüeños, de niñas que andan jugando para reinas, de equipos de
jóvenes deportistas que piden para uniformes, para el palo ensebado, de todos
los ranchos para celebrarles a las madres, a los maestros, por el día del niño,
del papá etc. En fin, que se entienda con esto de que todo quieren sacar del
comercio establecido. Al respecto, una señora dijo:” me visitan más los
pedigüeños que los clientes”.
K) Que el comercio
ambulante o informal, afecta gravemente al comercio establecido porque está en
un lugar privilegiado al paso de la gente, y como no pagan nada de lo antes
mencionado y la mercancía que expenden es pirata, pueden vender al precio que
quieran, mientras que el comerciante establecido jamás podrá competir con
ellos.
Por
estas y otras razones que sería muy largo mencionar, los comerciantes
establecidos no quieren pagar su licencia, hasta que no vean que se pone algún
remedio a todas estas anomalías. Dicen que, en caso de que se les presione,
están dispuestos a ir un numeroso grupo a plantearle estos problemas al C.
Presidente Municipal por escrito y con las firmas de ellos.
Desde
hace ya muchos años, los comerciantes de Acaponeta no están unidos ni
organizados y al día de hoy, cada uno ve por sus propios intereses en lo
individual, como lo expresa el dicho tan común: “Que cada quien se rasca con
sus propias uñas”.
Hasta
los años noventas, existió en Acaponeta la Cámara de Comercio que llegó a
agrupar en su organización a más de 800 comerciantes de todo el Municipio.
Entonces sí estábamos unidos y organizados, ya que la Cámara era para
cuidar y defender los intereses de cada uno de ellos. De los que recuerdo que
fuimos Presidentes de la Cámara en Acaponeta, están: Carlos Partida Crespo,
David Sierra Tello, Guillermo H. Díaz Barraza, Héctor S. Sierra Martínez,
Héctor Bañuelos Ahumada, Néstor Chávez Gradilla, Raúl y Richard Espinosa
Sandoval, Joel Ornelas y otros. A partir de entonces, comenzó a declinar hasta
extinguirse (La Cámara de Comercio se fundó en 1933 y su primer Presidente fue
el Sr. Mohamed Alí Chumacero).
Dos
o tres veces los señores Roberto Vivanco Zamudio, Antonio Lora Martínez,
Roberto Espinosa García y otros hicieron el intento de volverla a formar,
pero no hubo respuesta del ahora ya comercio desorganizado. Recuerdo en una
ocasión en que vinieron los directivos de la Federación de Cámaras del Estado
de Nayarit a invitación de don Roberto Vivanco, Antonio Lora y yo, quienes
repartimos más de 500 invitaciones para asistir a la Casa de la Cultura un
sábado a las 18 horas con la finalidad de volver a formar la Cámara de Comercio
en Acaponeta, y ¿qué pasó? Que, aparte de nosotros tres, solo asistieron otros
tres comerciantes. Los visitantes que vinieron de Tepic junto con nosotros, nos
llevamos una gran decepción por la nula voluntad de los comerciantes de
organizarse. En el volante o invitación que se repartió venía escrita la frase:
“La unión hace la fuerza”, pero ni eso los motivó a asistir.
Al
preguntarles después a varios de los que se invitaron la causa de su
inasistencia, contestaron que ya sabían que para poder pertenecer a la Cámara,
implicaba pagar una cuota mensual. En efecto, no nada más a la Cámara, sino que
para poder pertenecer a cualquier organización llámese Club Rotario, de Leones,
Sociedades Mutualistas, la Junta Vecinal y otras, siempre se paga una
módica cuota mensual para el sostenimiento y gastos propios de la organización.
En realidad, más gastamos en cerveza y refrescos.
Solamente
estando unido y organizado el comercio establecido de Acaponeta, podrá tener
Personalidad Jurídica y derecho a hacerse escuchar en grupo ante
cualquier autoridad.
Regresando
al citado cobro de las Licencias Municipales a los comerciantes establecidos,
se aprecia a simple vista un círculo vicioso:
A) Que
los comerciantes no quieren pagarla porque no ven ningún tipo de apoyo y
protección de parte de las autoridades, pues no pone control en la
proliferación de puestos ambulantes que les hacen competencia desleal y los
afecta en sus ventas.
B) Que las Autoridades Municipales no van a darle ningún tipo de apoyo al comercio
establecido, porque no paga su licencia.
Por
mi parte, en mi humilde opinión, recomendaría que lo antes posible se unan los
comerciantes en una organización con Personalidad Jurídica como lo es la Cámara
de Comercio para así, con propiedad y con esa citada personalidad, poder
plantarse ante cualquier tipo de autoridad a exigir sus derechos, recordando
nuevamente la ya citada frase: “ La unión hace la fuerza.”
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