Por:
José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
En comentario anterior en
este mismo portal, dijimos que el nombre de las personas, es quizá, el primer
indicio de identidad del ser humano, asimismo hicimos un recuento de nombres
raros o curiosos que de pronto se dan, algunos francamente feos y que deben ser
una pesada losa para el que lo tiene que llevar de por vida, otros,
sorprendentes que mueven a la risa. En las poblaciones sucede algo similar, no
es lo mismo que el nombre de tu pueblo sea Mamey de Abajo y conste que no es
albur, sino que es una comunidad del municipio de Compostela, a que lleve el
nombre de Buckingham, también localidad nayarita de Santa María del Oro.
Ignoro, y me gustaría saber por qué razón estas dos poblaciones de llaman así.
Acaponeta, ciudad desde la
que emito mi comentario, tiene un nombre a todas luces raro y su etimología
incluso no queda completamente clara, ya que existen dos versiones: la primera es que siendo tierra de totorames
descendientes de tepehuanos, ese es su origen, dicen los que saben, y significa
“los que viven junto al rio, o los que viven del rio”; sin embargo, está la
versión náhuatl que le da el significado de “el lugar donde el frijol se enreda
a la caña” que en lo personal me gusta más, o bien como hacen muchos, una
mezcla de los dos: Acaponeta, lugar junto al río donde el frijol se enreda a la
caña.
Este comentario nace luego de leer la nota que sale
del pueblo michoacano de Tangamandapio, donde recientemente develaron una
estatua que hace homenaje al popular personaje de Jaimito el cartero, quien con
nostalgia, hacía remembranza en el programa de El Chavo del Ocho de su pueblo, esta
comunidad cuyo nombre completo es Santiago Tangamandapio, de alguna manera con
este monumento grita al mundo su existencia y, ¿por qué no?, atraer por ese
simple hecho al turismo nacional. Hace muchos años, los famosos Polivoces,
hicieron lo mismo con el nombre de Acaponeta, sacando por ahí un personaje que
no tuvo mucha relevancia y se llamaba el Marqués de Acaponeta.
En la zona norte de Nayarit, lugar donde nos tocó
vivir, parafraseando a la destacada periodista Cristina Pacheco, tenemos la
población de Tecuala, cuyo nombre indígena es Tecuallán, o sea, la tierra de
indios tecuas, también llamados tecuanis o jaguares. En la zona serrana el
vecino municipio de Huajicori, o Huax-Xícori, lugar donde se consume peyote o
lugar de peyoteros.
Otros municipios cuyo nombre tienen origen
prehispánico son: Santiago Ixcuintla o Ixcuintlán, lugar donde hay ixcuintles,
o perro pelón mexicano; algo similiar ocurre con el nombre del municipio
sinaloense de Escuinapa, hasta donde diariamente llega la señal de este portal, que viene a significar “Ixcuinapán”, lugar de nutrias o perros del
agua.
Xalisco, ya en
el área conurbada de Tepic, lugar donde hay Xal, o lugar de Arena-xal, por
cierto es un grave error y hasta un insulto llamarle a este municipio Xalisquillo,
de manera tan despectiva, pues no es de dudar que la entidad federativa
Jalisco, la de Guadalajara, deba su nombre a esta población nayarita, que antes
de la llegada de los españoles fuera el importante e influyente Señorío de
Xalisco, con relaciones comerciales que se extendieron hacia los
pueblos del centro de Mesoamérica con los que realizaban intercambios de
productos agrícolas, así como gran cantidad de artículos necesarios en la vida
diaria.
Ahuacatlán, no tiene mayor ciencia, es el lugar donde
abundan los aguacates; Tepic o Tepique, lugar junto al cerro, o junto a la gran
roca o piedra, o bien “piedra maciza o fundamental”, hay al respecto varias
versiones interesantes, pero de manera genérica estas son las más aceptadas.
Tuxpan es la castellanización de Ayutuxpan, pueblo tributario del Señorío de
Sentispac y significa tierra de conejos, por cierto que tenían en la ahora
pequeña población de Coamiles, un importante centro ceremonial y este nombre
tiene el significado de lugar sobre cementeras de maíz.
Es curioso que el nombre de nuestro Estado, Nayarit,
proviene del cora que significa “Hijo de Dios que está en el cielo y en el sol”
y por supuesto fue en honor del Rey Nayar o Nayarit, fundador del reino Xécora.
Por cierto que en 1917, recién fundado este Estado, gracias a la Constitución
de ese año, no faltaron los barberos que queriendo quedar bien con el
Presidente en turno, don Venustiano Carranza, le propusieron a este que el
antiguo territorio de Tepic, se llamara así estado de Carranza, pero el Barón
de Cuatrociénegas, resistió la tentación y rehusó el ofrecimiento de los
aduladores y en cambio recibió con agrado la propuesta de que se llamara
Nayarit.
Sin duda es interesante meterse a conocer los nombres
de los pueblos, ya que todos conllevan una buena dosis de historia, orgullo e
identidad, les invito amigos a que busquen el origen del nombre de su pueblo o
comunidades, y lo hagan saber a las nuevas generaciones, que en ocasiones se
pierden con propuestas que ni siquiera nos son propias.
Estoy seguro que hay momentos en que el
pueblo sintetiza en su nombre, la acción y los pasajes más significativos de su
historia. ¿Cómo se llaman sus localidades amigo?
(Este comentario se difundió por el noticiero de la Red de Radio Red de Nayarit el 9 de agosto de 2012)
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