(POR: DIMA)
Acaponeta, Nayarit, Agosto 2012. Cumpliendo con el protocolo
de sacrificio seguro realizado por el médico veterinario municipal, se detectó
en días pasados la presencia de cisticercos en el tejido muscular de un cerdo
que se sacrificó en el rastro municipal.
Esta
detección es el resultado de la labor que en materia de prevención está
realizando el H. XXXIX Ayuntamiento a través de la Dirección de Obras
Públicas y la Dirección
de Salud Municipal, ya que gracias a ellos son muchas las personas que estarán
libres de los efectos que éste parásito ocasiona en el ser humano.
Es por
esto que es importante que todos aquellos que se dedican a
la comercialización de carne cumplan con los acuerdos establecidos a finales del año pasado, en el
que se comprometieron a no comercializar carne que no salga del rastro y a
mostrar en sus productos el sello del rastro que le garantiza a la ciudadanía
que la carne que están consumiendo cumple con los estándares de salud
requeridos para el consumo humano.
De
igual forma que los consumidores se aseguren que la carne que compren tenga el
sello del rastro, así como que reporten cualquier establecimiento que
comercialice carne que no cuente con el mismo porque esta es la garantía de que
el animal fue sacrificado de acuerdo con el reglamento de los Servicios Generales
para el Rastro Municipal.
¿Qué es la cisticercosis? Es un parásito que se adquiere cuando
por alguna razón está en contacto con agua u objetos contaminados con
huevecillos del parásito Tenia sollium también llamada Solitaria, el ciclo es
de la siguiente forma:
Cuando una
persona está infestada con T. sollium, arroja partes del parásito por medio de
su excremento, las cuales son como cuadritos de menos de un centímetro de
tamaño, estos a su vez morfológicamente hablando poseen aparato reproductor
masculino y femenino en cada uno, lo que hace que se produzca una cantidad muy
considerable de jebecillos, unos varios cientos por cada uno; estos son
microscópicos y cuando los cerdos o bovinos toman agua contaminada con estos
huevecillos se les van a sangre y luego se alojan en los músculos y/o cerebro; ahí
se desarrolla la larva que también le llaman cisticerco o ladilla.
Después cuando
el ser humano come la carne, si no está adecuadamente manejada o cocida, la
larva no se muere, por lo que el humano se convierte en la segunda parte de su
ciclo, donde la larva llega al intestino delgado y se comienza a alimentar de
lo que la persona come por medio de osmosis: es decir, absorbe los nutrientes
necesarios para crecer y producir los cuadritos (proglótidos) que, crecen con el
adulto incrustados en el organismo y vuelven a salir reiniciando el ciclo.
0 comentarios:
Publicar un comentario