Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
Hace precisamente 8 años y cuatro meses escribí en este mismo medio PUERTA NORTE ACAPONETA, un artículo sobre la posibilidad que se comentó mucho en periódicos y noticias a nivel nacional --siendo presidente Felipe Calderón-- del despegue turístico de esa zona que corresponde a los alrededores de Teacapán y que incluía a la isla de El Novillero. Las expectativas al respecto eran muchas y al paso de los años, ignoramos qué sucedió, pero lo más seguro es uno de tantos sueños guajiros con que luego sale el gobierno federal y que se queda solamente en eso: sueños.
Sin embargo, retomo el tema y en base a lo escrito en esa ocasión haré comentarios, para ver si avanzamos o retrocedimos en 8 años y cuatro meses.
Lo que está en negritas --como estas letras-- son los comentario de hoy, el resto y en itálica, lo que se publicó en esa ocasión. Vale.
Formando parte, aunque sea
de refilón, de la Riviera Nayarit, Acaponeta a estas alturas no tiene cómo
hacer frente a lo que se viene, es decir, a un espectacular despegue económico
con la llegada de grandes inversiones turísticas a la región norteña de Nayarit
y del sur de Sinaloa, teniendo como eje central, la zona de Teacapán.
Sigue sin hacerle frente a esa posibilidad y creo que Tecuala está en el mismo plano
Ya no digamos que no existen
políticas municipales orientadas a ese hecho que se encuentra a la vuelta de la
esquina, no tiene el Ayuntamiento acaponetense ni siquiera una Dirección de
Turismo que se encargue precisamente de diseñar las estrategias a seguir en
materia turística y el aprovechamiento de esa oportunidad única.
Desde hace varios trienios ya existe una Dirección de Turismo en Acaponeta, pero la verdad es que no ha funcionado para nada.
Si bien es cierto que este
municipio no cuenta con un destino de playa, no por ello deja de tener lugares
de interés o posibilidades de ofrecer al viajero o turista que se acerque a
nuestro espacio. Tenemos una rica, bella y exuberante marisma, como la hermosa
zona de Chametla o el Valle de la Urraca; se cuenta con una preciosa y
relajante zona serrana, llena de paisajes envidiables y la riqueza de la
cultura indígena con coras, tepehuanos y mexicaneros, deseosos de ofrecer
artesanías, mostrar sus formas de vida a quien la quiera conocer o su medicina
y curaciones tradicionales.
Sin contar con otros atractivos como los arroyos de la zona y lugares preciosos como "El Cangrejo" y "El Salto" y algunas comunidades como El Oro y su singular iglesia.
La zona de la llanura
costera también es rica en sitios arqueológicos que no han sabido ser
aprovechados y que si se unieran a una ruta turística con el vecino Huajicori,
también con interesantes lugares en la zona serrana, como la Pila de los Monos
y las comunidades de la serranía, se podría crear un imán que atraería a gente
de diferentes puntos del país, deseosa de hacer turismo diferente al de playa,
hoteles de cinco estrellas y discoteques.
Ahora se estila el turismo ecológico y extremo, que bien pudieran, bajo un proyecto bien elaborado, realizar los tres municipios de la zona norte.
Acaponeta es la Atenas de
Nayarit, y tiene cierto prestigio cultural que los últimos gobiernos
municipales no han sabido aprovechar, dejando ir la oportunidad de conformar un
espacio donde reine la actividad artística y florezca la intelectualidad,
también atractiva para un sector de la sociedad que eventualmente hace turismo.
No hay, por ejemplo, un museo comunitario que ofrezca al visitante la
posibilidad de conocer la atractiva historia de la región, donde se han
encontrado asentamientos con más de dos mil años de antigüedad.
Aunque parezca increíble continuamos sin tener un museo comunitario o de cualquier otro tipo; aunque la Junta Vecinal conjuntamente con la actual Dirección de Fomento Cultural están por iniciar el proyecto del Ecomuso de Acaponeta.
Acaponeta, y lo mismo ha
sucedido en otras comunidades o municipios de la región norte y del sur
sinaloense, se han dejado sorprender por el avance del progreso y lo que llega
aparejado con la globalización y los nuevos modelos económicos mundiales. En el
pasado se dio apertura a la competencia en el transporte de carga, y los
propietarios de camiones y choferes no estaban preparados para esa eventualidad
y simplemente quebraron o vegetan en un medio que apenas comienzan a entender,
con muy pocas posibilidades de recuperación. Lo mismo sucedió con los
comerciantes, indefensos ante la apabullante llegada de grandes franquicias
como Aurrerá, Elektra, Coppel, Farmacias Guadalajara, etc. y, luego de varios
años, no hay estrategias para competir con los poderosos consorcios y ni
siquiera existe una cámara de comercio, donde ir a llorar sus cuitas.
Se viene la avalancha
turística y al parecer volverán a pillar a los acaponetenses con los dedos
detrás de la puerta. Esta es la primera llamada.
A este respecto, por ejemplo los hoteles de la ciudad, no han tenido una evolución significativa y siguen siendo los mismos de hace décadas. Son poquísimos los restaurantes donde se pueda dar un servicio de calidad turística en la región y hasta los centros botaneros, dejan mucho que desear, y conste que a diario llegan incluso camiones llenos de personas que hacen el viaje a esta ciudad tan solo para botanear en estos lugares.
Sería muy triste que se hiciera realidad ese macro proyecto turístico --así se anunció en su momento--, y que al llegar no hubiera las condiciones en la región para atender la demanda de una población deseosa de conocer lugares que pueden ser mágicos como nuestros pueblos, dejando pasar una oportunidad histórica.