domingo, 28 de julio de 2024

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: A tan solo 65 días para que el presidente López Obrador, se vaya mucho a la “Chingada”, o sea, al rancho que tiene en Palenque y que así se llama, para que pase a ser un ex presidente más, al cual la historia comenzará a juzgar en el primer minuto después de pasarle la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, y quedar cesante, por supuesto, por mandato constitucional. Al menos eso creemos y muchos deseamos, que ya no lo volvamos a ver y menos a oír, a menos que se “plutarquise” y se convierta, como Calles, en “el jefe máximo de la cuarta transformación”.

Habría que preguntarnos, qué han hecho luego de entregar el poder algunos ex presidentes de México. Por supuesto, algunos perdieron la vida estando en funciones, como Madero, Vicente Guerrero y Venustiano Carranza, entre otros. No son pocos los que se fueron al exilio, muchos escaparon a Francia y otros con los vecinos del norte. Veamos algunos ejemplos:


GUADALUPE VICTORIA

El primer presidente de la nueva nación independiente fue el duranguense José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix, quien cambiaría su largo nombre por el de Guadalupe Victoria, en honor a la virgen del Tepeyac y al triunfo obtenido en la guerra de independencia. Fue el primer mandatario de 1824 a 1831, siendo este último año cuando ya libre del poder, se retiró a la vida pública a trabajar en una hacienda de su propiedad en el estado de Veracruz, pero resultó muy mal administrador y aquello se vino abajo, quedando con fuertes deudas, pero se acogió a la sombra de un viejo amigo de él: Antonio López de Santa Anna, quien con préstamos directos personales lo sacó del apuro. Para poder vivir, Guadalupe Victoria, en su calidad de militar, fue jefe de una partida en Veracruz y hasta llegó a ser senador y presidente del senado. Posteriormente se casaría, pero además tendría la fea enfermedad de la epilepsia, por lo que se encerró en Perote, donde, luego de padecer ese mal, falleció con fuertes penurias económicas.


DON JOSÉ DE JOAQUÍN HERRERA

Otro caso es el del tres veces presidente de la república, Don José Joaquín de Herrera, quien, a diferencia de los presidentes que hemos conocido en los últimos 100 años, fue un hombre exageradamente honesto, tanto que, al entregar el poder en 1852, era pobre y no tenía para vivir, más que su mísero sueldo de general de división, de aquella época. Se llenó de deudas, por un crédito hipotecario que tenía y la condición de mantener a una numerosa familia, por lo que se vio obligado a solicitar ayuda al presidente que lo sucedió, Don Mariano Arista, quien, conociendo su integridad lo nombra director del Nacional Monte de Piedad, obteniendo así Herrera, un trabajo digno al igual que su salario hasta el día de su fallecimiento. Nada que ver con pillos y vaquetones fifís como el copetudo Enrique Peña Nieto, quien sin trabajar —o no le conocemos lo que hace— vive la vida loca en España, en total impunidad.


GRAL. JUAN ÁLVAREZ HURTADO

Un caso extraordinario es el del Gral. Juan Álvarez, quien fue presidente por un breve periodo en 1855, después de derrocar al dictador Antonio López de Santa Anna encabezando la Revolución de Ayutla. Fue el último presidente de México que participó en la Guerra de Independencia. Fue efímero su paso por la silla del águila, pues en verdad prefirió radicar en su amado Acapulco, concretamente en su Hacienda La Providencia, porque entre cosas, este señor no aguantaba el frío de la capital del país. Ya siendo expresidente, obtuvo gran poder en el estado de Guerrero, convirtiéndose en cacique de esa región, con tal poder y respeto de enemigos y amigos, a tal grado, que los franceses que habían invadido al país, no se metieron con él y hasta fincaron relaciones de amistad. Por ejemplo, el mismísimo general Porfirio Díaz, tiene que pedirle permiso para utilizar el estado de Guerrero como base de operaciones en la guerra contra los franchutes. Para darnos una idea, luego de la caída de Maximiliano, el presidente Benito Juárez, reestructura el ejército en cinco grandes cuerpos militares, inventa uno como el Ejército del Sur, que no existía y le da la comandancia a Juan Álvarez, al que prefiere tener de su lado. Veremos el destino de AMLO y su futuro que va pegado con el de México.

 


DE DULCE: Han sido muchas las obras y/o promesas de campaña que Andrés Manuel López Obrador, presidente de este remedo de nación, no han concluido o tenido el éxito que el mandatario se ha imaginado en su ocurrente choya. Ya lo hemos visto y, peor, sufrido que con las palabras mágicas: “Abracadabra, sim salabim, hokus pokus, chim pum pam tortillas papas y sadakadula chalchikomula bibidibadi dibú”, sacó de la chistera presidencial un tren maya imposible de pagar y que no camina como soñó AMLO; Mexicana de Aviación, a punto de quebrar; la refinería de Dos Bocas, que nadie sabe si aquello ya refina, aunque sea medio litro de diésel; la mega farmaciotota, una de las peores burlas y engaños para el pueblo “sabio y bueno” que aun así votó por su delfín, la inutilidad y posterior desaparición del INSABI, entre otras onerosas ocurrencias. Una promesa muy sonada, fue resolver para todo mundo y en especial para los padres de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, ese feo caso, pero a los que también ha quedado mal.


Ya hemos hablado de la notoria e indignante insensibilidad del presidente, quien, en su última intervención sobre este penoso caso, expresó, sin ambages que no se ha encontrado absolutamente nada sobre la participación directa del ejército en el crimen de Iguala, y así entregó a los padres de los muchachos un dizque informe de apenas una cuartilla o menos, lo que finalmente nos regresa al inicio de una investigación que se convirtió en un circo infame y que, muy seguramente, pasará a la historia como muchos otros de la crónica nacional sin resolver y menos con castigo para alguien.




La verdad es que, así como el tabasqueño, ha regalado a las fuerzas armadas aeropuertos, ferrocarriles, aduanas, puertos, bancos, la distribución de combustibles, medicamentos, libros de texto gratuitos, empresas turísticas, entre otros regalitos, no es de extrañar que ahora, de un plumazo exonere a los soldados y marinos del pleito eterno de los desparecidos de Ayotzinapa y en cambio culpar, desde la “alta tribuna” de la matiné diaria, a los defensores de los derechos humanos, a los abogados de los papás, a los policuicos estatales y municipales, a los medios de comunicación, a Anabel Hernández y otros “enemigos de la nación”, aunque las pruebas al parecer señalan la clara intervención del ejército en la espantosa noche de hace diez años en Iguala, Guerrero.


El presidente, en su ya típica manera de “arreglar las cosas”, dice simplemente: “denme pruebas, si no, el ejército es inocente”. Es lo mismo que decir, si no me acuerdo, no existió. Los padres de los jóvenes de los cuales no se sabe cuál fue su destino o paradero, dicen a través de su abogado, el Lic. Vidulfo Rosales: “…ese informe, lamentablemente no trae nada, es tan solo un alegato de una defensa vehemente que hace el presidente del ejército mexicano y como siempre, culparnos a nosotros de su fracaso en la investigación”.

Lo cierto es que AMLO botó la verdad histórica que se fincó en el sexenio del copetudo Peña y ahora, no se puede hablar ni mencionar la tan manida “verdad histórica” que ha sido una vulgar mentira histórica restregada en la cara de los padres y madres de los estudiantes normalistas.

López Obrador y la fiscalía general de la República, han descalificado el trabajo del grupo de investigaciones independientes; por supuesto también echaron al cesto de la basura las más de 23 mil intervenciones telefónicas que le fueron interceptadas por la DEA al cártel Guerreros Unidos en 2014 y que eran parte de una investigación de las actividades de tráfico de drogas de este grupo delincuencial en los suburbios de Chicago. También el gobierno desestimó la aportación que los abogados y padres de familia tenían a mano. Es decir, volvieron hacer de este horrendo tema, el mismo jueguito de aventar la papa caliente a ver quién lo agarra. ¿Lo tomará la Sheinbaum? Al tiempo.

 



DE MANTECA: Haciendo proyectos con los amables compañeros de la Junta Vecinal de Acaponeta A.C., retomamos el tema de la vialidad en Acaponeta, creemos que es ya de urgencia modificar o reconsiderar la movilidad del tránsito vehicular por las calles del centro de la ciudad.

Asimismo, sería muy bueno que el ayuntamiento retomara la iniciativa de adoquinar las calles, ya que el empedrado, que, si bien los ecologistas le ven beneficios, sí es un obstáculo para los automovilistas que prefieren no transitar por esos pocos tramos que aún existen y que sería bueno se adoquinaran para completar algunos circuitos, por ejemplo, las dos pequeñas cuadras sobre la calle Oaxaca, entre Hidalgo y Morelos, frente a la escuela Hidalgo; o bien, la parte norte de la calle Veracruz, de la Corona a las vías del ferrocarril. Otra muy buena opción es el adoquinamiento de la calle Jalisco, esa que los taxistas llaman “libramiento” pues evita que los autos transiten por el centro de la ciudad, y saca la circulación que va al Acaponeta del otro lado de la vía, o bien al hermano municipio de Huajicori.


Por supuesto, cambiar el sentido a algunas vialidades del centro, concretamente el de las calles México y Veracruz, porque en los meses de diciembre y enero, es prácticamente imposible moverse de la plaza a la calle Corona; o en esas ocasiones en que cierran la calle Allende entre ambas arterias, convirtiendo un caos el centro histórico.

Algunas ideas al respecto tiene la Junta Vecinal que habremos de proponer a las autoridades municipales. ¡Salud y hasta la próxima!

 


domingo, 21 de julio de 2024

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: Una de las cosas que nadie puede negar, es la total falta de empatía y de consideración frente a los desvalidos, del más insensible de todos los presidentes que han posado su trasero en la silla del águila: el excelentísimo Señor y Emperador de este reducto, Don Andrés Manuel López Obrador. 

Lo vimos claramente con las madres buscadoras de sus hijos, las cuales necesitan el fuerte apoyo de toda la sociedad, especialmente el del gobierno federal, que tiene los recursos y los medios para llevar y traer a estas desdichadas damas, que viven en la total incertidumbre entre la posibilidad de que sus retoños vivan —y quién sabe en qué condiciones— o de plano estén muertos y sepultados en medio de la nada. 


Sin embargo, AMLO, nomás por su soberbia y por evitar que todos veamos lo que es evidente y una tristísima realidad, la gran violencia que existe en el país, por causa de un estado fallido en materia de seguridad, que ha sido incapaz de detener el promedio diario de 80 personas asesinadas todos los malditos días y de parar la terrible cifra de casi 115 mil desaparecidos. Es tal su falta de sensibilidad, que, en medio de la pena de estas madres, que al igual que sus hijos, están siendo masacradas, engañadas, acosadas y abandonadas a su suerte, tuvo la “feliz” ocurrencia —una más— de mandar a toda una flotilla de funcionarios, militares y una gama increíble de tecnología a Panamá, para buscar al olvidado general revolucionario Catarino Garza. 


Se calcula que el gobierno ha destinado a 9.5 millones de pesos en buscar a este individuo del siglo XIX, al parecer más importantes que los miles y miles de desaparecidos que hoy tenemos en la nación y, aunque AMLO afirma que ya fueron hallados sus restos, aún no ha presentado pruebas científicas. Y lo peor, el mandamás de este pobre país, ha declarado esta babosada como un tema de seguridad nacional y, como también aborrece la transparencia, se reserva la información de todo este proceso hasta el año de 2029. ¡Inaudito!


Otra prueba más de su insensibilidad es la declaración que dio en la matiné del jueves pasado, con respecto a los jueces que son amenazados por el crimen organizado o malhechores para evitar que hagan su trabajo. Dijo sin ningún empacho y sin tocarse el corazón, López Obrador: “ Últimamente he oído que, si un juez tiene que liberar a un criminal relacionado principalmente con el narcotráfico, es porque están amenazados, hay que comprender que corren peligro, eso he escuchado…puede que sea un motivo, pero ese no debe ser el motivo principal. Si un juez tiene que hacer algo por amenazas, para no convertirse en cómplice, podría decir: <<ya no quiero estar en este juzgado y pedir su cambio>>, pedir que lo manden a las oficinas centrales, o pedir que lo manden a la SCJN, incluso decir: <<ya no me quiero dedicar a esto>> e irse a un despacho o a la docencia, o pedir que le den protección. Porque si hay amenaza pide que te cambien o que te protejan…no quieres riesgos, dedícate a otra cosa” …remata diciendo que él no cree que las amenazas sean el principal motivo sino la corrupción, de paso el macuspano mandatario, le da un raspón a la presidenta de la corte ministra Norma Piña, su deporte favorito después del béisbol. 

Claro, este machuchón, escupe soberana falta de respeto desde la comodidad de palacio nacional, resguardado por cientos de militares, guardias nacionales y hasta una valla de tres metros de altura que “sabiamente” manda colocar alrededor de su palacio, para que nadie lo moleste: ni jueces, ni narcos, ni madres buscadoras.

 

DE DULCE: Cuando vi las imágenes del atentado al racista, antimexicano donald trump (siempre con minúsculas), pensé que era un mitote armado por el hijo de toda Susana mamacita; sobre todo al ver aquella foto donde en vilo lo llevan los guaruras y él, con el puño por todo lo alto va gritando con la sangre resbalando por los carrillos, teniendo como fondo la bandera de las barras y las estrellas. Todo parecía un montaje al más puro estilo de Hollywood.

Sin embargo, posterior al primer momento medité y es obvio que ningún tarambana por más imbécil que sea, se arriesgaría a poner la oreja como si fuera la manzana sobre la choya del hijo de Guillermo Tell para que una bala le cauce un rozón —vamos, ni un bruto como trump, lo haría—. Así que llegué a la conclusión de que, en efecto, al güero pelos de elote le habían disparado en serio y tuvo muchísima suerte de que no le volaron los pocos sesos que tiene.

Lo cierto es que, ese atentado lo puso en lo más alto de las preferencias electorales gringas y no me queda duda de que este tipejo, prototipo del vaquero del viejo oeste con pistola y rifle, listo para cazar indios apaches o mexicanos, todo frente a un contrincante electoral como Joe Biden, que a estas alturas del partido no pela un chango a nalgadas, pues con todo respeto a su edad, ya se le vino la veteranía encima y a cada rato “se le va el avión”, además que, comparado con trump, Biden es frío, aburrido y nada carismático. Por ello, siento que la cachora güera, ganará la elección en noviembre, para mala suerte de los mexicanos, pues lo primero que hará el neonazi gringo, es cerrar la frontera, se joda quien se joda.

Otra desventaja para México y próximamente para la Sheinbaum, es que el canijo trump, como los cacos de las combis en la CDMX, llegará gritando: “Oura cabriones mexicanous, ya se la saben, o se culimpinan o les meto sus aranceles”. Triste herencia de AMLO.

 


DE MANTECA: La historia de México es digna del más extraordinario de los surrealismos, y la muerte de Francisco Villa y más que su asesinato, su permanencia en el panteón de Parral, Chihuahua, parece una broma de muy mal gusto y de un humor color negro azabache.

El “Centauro del Norte” luego de la revuelta revolucionaria obtuvo como patrimonio una amplia hacienda llamada “Canutillo” en el municipio de Ocampo, Durango, cercana a Parral, Chihuahua, sitio donde emboscaron al caudillo y lo masacraron en 1923. El caso, es que ya muerto el general fue sepultado por una de sus tantas esposas, en este caso Austreberta Rentería, en el cementerio municipal de Parral.


Tres años después, se descubrió que la tumba del caudillo había sido violada y su cabeza cercenada, misma que jamás apareció. Fueron muchas las versiones que se dieron: que un gringo coleccionista, pagó una fuerte suma en dólares por la cabeza del general revolucionario; otras versiones dicen que una universidad también gabacha, se la llevó dizque para estudiarla. Otros, que el propio Álvaro Obregón envió por ella “ojo por ojo, brazo por cabeza”. No se sabe, el caso es que hasta la fecha nadie puede dar razón de la testa de Doroteo Arango.


PANCHO VILLA Y SU ESPOSA AUSTREBERTA RENTERÍA

Y, lo peor. Cuenta el historiador Paco Ignacio Taibo II, en su sensacional libro “Pancho Villa, una biografía narrativa”. Que esa misma cónyuge, decidió que esa violación a la tumba del héroe era demasiado y, cambió el resto del cuerpo de Villa a unos cien metros del lugar original, lugar que nadie supo dónde era exactamente, para evitar otro ataque. Se dice también que una mujer que llegó por esos días en el ferrocarril, sumamente enferma y al borde de la muerte, bajó en la estación de Parral, solo para expirar a las pocas horas, y, para sustituir el cuerpo de Pancho Villa, la sepultaron en la tumba original del líder de los famosos “Dorados de Chihuahua”.


Muchos años después, concretamente en 1976, los restos de Villa o lo que suponen son los huesos del general, fueron llevados al monumento a la revolución convertido en mausoleo, donde ya reposaban también los cuerpos de Venustiano Carranza, de Francisco I. Madero, de Plutarco Elías Calles y del general Lázaro Cárdenas. Por ello, algunos suponen que el cadáver de Villa, es en realidad los de aquella mujer que bajó del tren en Parral. ¿Le parece increíble amable lector? Así es la historia patria. ¡Salud y hasta la próxima!

 

 

 

 

 

 


martes, 16 de julio de 2024

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: El ciclo de vida de cualquier institución u organización, sobre todo de corte político como los partidos e incluso los distintos gobiernos ya asentados en el poder, tienen un principio y un fin. Por supuesto, es un espacio temporal durante el cual la estructura atraviesa todas las etapas de su desarrollo, incluyendo: creación, crecimiento, madurez, decadencia.


Un ejemplo muy claro de esto es el Partido Revolucionario Institucional, el otrora partido aplanadora que llamábamos PRI. Creado en 1929 con el nombre de Partido Nacional Revolucionario, por Plutarco Elías Calles; organismo que cambió su nombre en 1938, bajo la presidencia de Lázaro Cárdenas y pasó a llamarse Partido de la Revolución Mexicana (PRM); para finalmente el 18 de enero de 1946, cuando gobernaba Manuel Ávila Camacho, se crean los documentos que dieron vida al actual Partido Revolucionario Institucional (PRI).



Es claro que la vida del PRI fue polémica, engañosa, falsa, criminal, demagógica, fraudulenta…nació haciendo trampa con la desastrosa elección de 1929, donde compitieron Pascual Ortiz Rubio, candidato de Calles y José Vasconcelos, por el partido antirreeleccionista, entre otros, ganando Ortiz Rubio, con un mega fraude de parte del gobierno.


Históricamente, la nómina priista fue enorme y llena de malandros de primerísimo nivel de la calaña de Gonzalo N. Santos; sin olvidar a esa lacra que incluso su amigote el presidente López Portillo, lo nombró general, Arturo “el negro” Durazo. O bien presidentes que nacen con el mismo Plutarco Elías Calles, artífice de la sangrienta guerra cristera, y sátrapas de enorme putrefacción como Miguel Alemán, quien instituyó la corrupción como un atributo del poder; el ya mencionado José López Portillo, caco intelectualoide; y sus antecesores Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez, sin olvidar al otrora “innombrable” Carlos Salinas de Gortari y el moderno Alí Babá, Enrique Peña Nieto. Ni hablar de la interminable lista de gobernadores depredadores, que, si nos ponemos a enlistarlos, necesitaremos un enorme tomo lleno de cuatreros, asesinos, bandidos y saqueadores, de los cuales Nayarit ha aportado vergonzosos nombres de notorias ratas.



Hoy, aquella bien engrasada maquinaria que gobernó de 1929 hasta 2000 con el gris Zedillo, es decir 71 añotes, no representa nada, si acaso un mísero 11% que, increíblemente, lo iguala a MC, PT y el trinche dizque partido verde. Lo que sorprende es que apenas hace seis años, el PRI era el instituto político que más diputados tenía en la cámara y el presidente de la nación era priísta. ¿Qué demonios sucedió hace apenas un sexenio para estar viendo a un revolucionario institucional moribundo y siguiendo la senda que ya caminó el PRD antes de fenecer y caer en el hoyo?


Alejandro Moreno, actual presidente del tricolor y marrullero mafioso de altos vuelos, al que de manera mamona llaman “Alito”, con la actitud de un emperador romano o un jefe imperial de los buenos tiempos priístas, sale a gritar babosada y media, queriendo tender una cortina de humo que no deje ver el resultado de la peor elección para presidente desde la fundación de este partido. Y como en México nadie renuncia a su puesto, por más grave o ineficiente que sea su desempeño, el tal "Alito", no solo no dimite y acepta su fracaso, sino que, con sus cómplices, ahora militantes resentidos, indignos lamehuevos, que ven en el agua revuelta habrá pingüe ganancia de pescadores, piensa reelegirse por ocho años más, dando así la puntilla a un histórico instituto político que va directo a un profundo barranco del que ya no saldrá jamás.

Por otro lado, muchos de los viejos y jurásicos priistas, mañosos y transas, hoy llenan las filas de Morena y hasta el presidente López Obrador, les ha regalado por sus “inestimables” servicios, una embajada en algún país del orbe. "Alito", que no tiene cara para perorar y acusar a nadie de nada, sale con la zoncera de que la trágica derrota del PRI, haciendo una inexplicable e imposible alianza con el PAN y lo que quedaba del PRD, se debe a personajes que tienen que ver con el Pemexgate o hasta el asesinato de Luis Donaldo Colosio ¡hace 30 años! "Alito" Moreno, bien sabe que no hay negocio más productivo y rentable que un partido político y él, quiere el suyo.


Hace muchos años, concretamente en 1976, cuando era presidente Luis Echeverría Álvarez, el escritor Armando Ayala Anguiano, publicó un librito intitulado “El día que perdió el PRI”, lo que nos parecía una novelita de total e irrefutable ficción que casi rayaba en la locura, nadie pensaba que eso iba a suceder. A 48 años de esa edición, vemos que el PRI no solo perdió, sino que está en evidente vía de desaparecer.  

 


 DE DULCE: Ya se sabe, México tendrá la primera mujer presidenta de su historia. Claudia Sheinbaum Pardo, a partir del primero de octubre se sentará en la embrujada silla del águila, siendo así la primera fémina en 200 años de vida independiente. Ya lo mencioné en alguna ocasión, la primera mujer que gobernó este país, aunque lo hacía por ratos como regente gobernadora, fue la emperatriz Carlota de Bélgica, esto por los constantes viajes que hacía su marido en emperador Maximiliano de Habsburgo al interior del país o en las constantes visitas al famoso jardín Borda de Cuernavaca donde tenía amoríos con la hija de su jardinero. 

Hay que decir, que Carlota gobernaba bien y era exigente con los integrantes del gabinete de su marido, pero sí sufría con ellos, pues como buenos machos mexicanos, se negaban a acatar las órdenes de una mujer. Se mortificaba también con sus damas de compañía, porque ella, Carlota, tan culta y preparada, salía del castillo de Chapultepec a recorrer la ciudad y quería datos sobre la historia de algunos edificios como el Palacio de Minería o la propia catedral y las “honorables” damas, nada sabían. Una de ellas, Concha Lombardo, esposa del General Miguel Miramón, se quejaba de las preguntas de la emperatriz y decía que debería mejor dedicarse a bordar y coser.


En la historia nacional han existido mujeres que dieron el primer gran paso, como la primera candidata a la presidencia del país, la siempre bien recordada Rosario Ibarra de Piedra, quien se inscribió como candidata en las elecciones de 1982 y 1988 por el Partido Revolucionario de los Trabajadores. Vinieron otras candidatas presidenciales más: en 1994, la Sra. Cecilia Soto, del PT y en esa misma elección, la hija de Vicente Lombardo Toledano, Marcela Lombardo por el Partido Popular Socialista. En 2006, la guapa Patricia Mercado, por el Partido Alternativa Socialdemócrata; en 2012, la panista Josefina Vázquez Mota y otra del blanquiazul en 2018, Margarita Zavala.


La primera gobernadora que tuvo México, fue Griselda Álvarez de León, que, siendo oriunda de Guadalajara, gobernó el estado de Colima. La primera mujer que obtuvo una curul en el senado fue María Lavalle, y lo hizo por el estado de Campeche. Lo que sí me sorprendió y confieso que no sabía, fue el caso de la primera diputada federal de la nación: Aurora Jiménez Quevedo de Palacios originaria del vecino municipio de Tecuala, Nayarit y además fue una activa promotora del voto femenino en el país. Ella obtuvo su curul siendo militante del PRI y cuando radicaba en Mexicali y se involucró en el sindicalismo, apoyando las huelgas de la Cervecería Tecate en 1948 y las de la Compañía Jabonera del Pacífico. Su esposo fue el primer presidente municipal de la fronteriza ciudad, dejando vacante la curul en la cámara baja, misma que ocupó su esposa Aurora en el año de 1954, concluyendo un año después debido a un accidente de aviación fatal cuando contaba con tan solo 32 años. La tecualense congresista, hizo sus estudios entre las ciudades de Tepic, Culiacán, el estado de Michoacán y el Distrito Federal, para concluir en la Facultad de Economía de la Universidad de Guadalajara. En el año 2008, la cámara de diputados, en su honor, puso su nombre al auditorio del edificio “E” en el palacio de San Lázaro.

Su nombre, ha pasado un poco al olvido en su tierra nayarita, pues nunca he escuchado que se le haga algún homenaje, o quizá, por descuidado, no me he dado cuenta. Amigos de Tecuala, reivindiquemos su nombre y obra.

 

DE MANTECA: Recuerdo que estando su servidor en el primer año de la preparatoria —en la CDMX— un profesor nos preguntó a todos los alumnos, que cuál carrera teníamos pensado seguir; por supuesto no faltaron los que anhelaban ser abogados, o los médicos, los veterinarios, contadores, etc. Uno de esos destrampados que nunca faltan, sin ningún rubor y con toda la seriedad del mundo expresó que quería ser playboy. Así de fácil. El profesor estupefacto, pidió que el alumno se explicara, y con la misma cara dura el joven expresó que un playboy estaba siempre rodeado de bellas mujeres, comía en los mejores restaurantes y su carro era un superdeportivo de lujo; agregó que el playboy siempre trae dinero y no batalla para conseguir lo que quiere. “¿Y de dónde va a llegar ese dinero?” preguntó el docente: “para un playboy no hay imposibles” dijo con verdadero cinismo el atrevido muchacho. “¿entonces no vale la pena estudiar?” cuestionó el maestro: “para nada, no se necesita experiencia para ser playboy, cualquiera puede serlo”.

Este recuerdo juvenil me llegó al escuchar las palabras de nuestro culto presidente Andrés Manuel López Obrador quien dijo con igual desfachatez que mi compañero el playboy de petatiux: “…no queremos que se apruebe sin quitar una coma a nuestra iniciativa. Si se va a enriquecer, adelante. Por ejemplo, se nos fue, en la iniciativa que tienen que tener cinco años de experiencia los que puedan participar como jueces, magistrados…yo he estado en contra de eso, y sin embargo, se nos pasó…porque yo soy más partidario de que una mujer o un hombre, se titula como abogado, sale con mucho entusiasmo de hacer valer la ley, está lleno de frescura, de ideales, llevar a la práctica la máxima de que al margen de la ley nada, y por encima de la ley nadie…” Siguió el mandatario perorando que los años hacen malos a la gente que se corrompe y bla bla bla.


Para su servidor es claro: una persona como AMLO, que tardó 14 años en salir de la universidad, convirtiéndose en un fósil estudiantil; alguien como él, que despreció de manera grotesca a la ciencia y a los investigadores, que casi desapareció el Conacyt y que fue capaz de “insultar” —según él— a la clase media llamándola “aspiracionista”. Que desde el primer día de su gobierno ha satanizado a los intelectuales y en algunos casos los ha perseguido y exhibido en la diaria matiné, no es de dudar que en, su famoso plan de venganza, que no reforma, contra el poder judicial que pretende tragarse como hizo con el poder legislativo, piense de una manera tan burda y simplona sobre la manera de elegir jueces por medio del voto y que la experiencia vale 25 maracas. Reflexionemos sobre este despropósito. ¡Salud y hasta la próxima!