Por:
José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo
DE CHILE: Una de las cosas que nadie puede negar, es la total falta de empatía y de consideración frente a los desvalidos, del más insensible de todos los presidentes que han posado su trasero en la silla del águila: el excelentísimo Señor y Emperador de este reducto, Don Andrés Manuel López Obrador.
Lo vimos claramente con las madres buscadoras de sus hijos, las cuales necesitan el fuerte apoyo de toda la sociedad, especialmente el del gobierno federal, que tiene los recursos y los medios para llevar y traer a estas desdichadas damas, que viven en la total incertidumbre entre la posibilidad de que sus retoños vivan —y quién sabe en qué condiciones— o de plano estén muertos y sepultados en medio de la nada.
Sin embargo, AMLO, nomás por su soberbia y por evitar que todos veamos lo que es evidente y una tristísima realidad, la gran violencia que existe en el país, por causa de un estado fallido en materia de seguridad, que ha sido incapaz de detener el promedio diario de 80 personas asesinadas todos los malditos días y de parar la terrible cifra de casi 115 mil desaparecidos. Es tal su falta de sensibilidad, que, en medio de la pena de estas madres, que al igual que sus hijos, están siendo masacradas, engañadas, acosadas y abandonadas a su suerte, tuvo la “feliz” ocurrencia —una más— de mandar a toda una flotilla de funcionarios, militares y una gama increíble de tecnología a Panamá, para buscar al olvidado general revolucionario Catarino Garza.
Se calcula que el gobierno ha destinado a 9.5 millones de pesos en buscar a este individuo del siglo XIX, al parecer más importantes que los miles y miles de desaparecidos que hoy tenemos en la nación y, aunque AMLO afirma que ya fueron hallados sus restos, aún no ha presentado pruebas científicas. Y lo peor, el mandamás de este pobre país, ha declarado esta babosada como un tema de seguridad nacional y, como también aborrece la transparencia, se reserva la información de todo este proceso hasta el año de 2029. ¡Inaudito!
Otra prueba más de su insensibilidad es la declaración que dio en la matiné del jueves pasado, con respecto a los jueces que son amenazados por el crimen organizado o malhechores para evitar que hagan su trabajo. Dijo sin ningún empacho y sin tocarse el corazón, López Obrador: “ Últimamente he oído que, si un juez tiene que liberar a un criminal relacionado principalmente con el narcotráfico, es porque están amenazados, hay que comprender que corren peligro, eso he escuchado…puede que sea un motivo, pero ese no debe ser el motivo principal. Si un juez tiene que hacer algo por amenazas, para no convertirse en cómplice, podría decir: <<ya no quiero estar en este juzgado y pedir su cambio>>, pedir que lo manden a las oficinas centrales, o pedir que lo manden a la SCJN, incluso decir: <<ya no me quiero dedicar a esto>> e irse a un despacho o a la docencia, o pedir que le den protección. Porque si hay amenaza pide que te cambien o que te protejan…no quieres riesgos, dedícate a otra cosa” …remata diciendo que él no cree que las amenazas sean el principal motivo sino la corrupción, de paso el macuspano mandatario, le da un raspón a la presidenta de la corte ministra Norma Piña, su deporte favorito después del béisbol.
Claro,
este machuchón, escupe soberana falta de respeto desde la comodidad de palacio
nacional, resguardado por cientos de militares, guardias nacionales y hasta una
valla de tres metros de altura que “sabiamente”
manda colocar alrededor de su palacio, para que nadie lo moleste: ni jueces, ni
narcos, ni madres buscadoras.
DE
DULCE: Cuando vi las imágenes del atentado al racista,
antimexicano donald trump (siempre con minúsculas), pensé que era un mitote
armado por el hijo de toda Susana mamacita; sobre todo al ver aquella foto donde en vilo lo
llevan los guaruras y él, con el puño por todo lo alto va gritando con la
sangre resbalando por los carrillos, teniendo como fondo la bandera de las
barras y las estrellas. Todo parecía un montaje al más puro estilo de
Hollywood.
Sin embargo, posterior al
primer momento medité y es obvio que ningún tarambana por más imbécil que sea,
se arriesgaría a poner la oreja como si fuera la manzana sobre la choya del
hijo de Guillermo Tell para que una bala le cauce un rozón —vamos, ni un bruto
como trump, lo haría—. Así que llegué a la conclusión de que, en efecto, al
güero pelos de elote le habían disparado en serio y tuvo muchísima suerte de que
no le volaron los pocos sesos que tiene.
Lo cierto es que, ese atentado
lo puso en lo más alto de las preferencias electorales gringas y no me queda
duda de que este tipejo, prototipo del vaquero del viejo oeste con pistola y
rifle, listo para cazar indios apaches o mexicanos, todo frente a un
contrincante electoral como Joe Biden, que a estas alturas del partido no pela
un chango a nalgadas, pues con todo respeto a su edad, ya se le vino la
veteranía encima y a cada rato “se le va
el avión”, además que, comparado con trump, Biden es frío, aburrido y nada
carismático. Por ello, siento que la cachora güera, ganará la elección en
noviembre, para mala suerte de los mexicanos, pues lo primero que hará el
neonazi gringo, es cerrar la frontera, se joda quien se joda.
Otra desventaja para México y
próximamente para la Sheinbaum, es que el canijo trump, como los cacos de las
combis en la CDMX, llegará gritando: “Oura cabriones mexicanous, ya se la
saben, o se culimpinan o les meto sus aranceles”. Triste herencia de AMLO.
DE
MANTECA: La historia de México es digna del más
extraordinario de los surrealismos, y la muerte de Francisco Villa y más que su
asesinato, su permanencia en el panteón de Parral, Chihuahua, parece una broma
de muy mal gusto y de un humor color negro azabache.
El “Centauro del Norte” luego de la revuelta revolucionaria obtuvo como
patrimonio una amplia hacienda llamada “Canutillo”
en el municipio de Ocampo, Durango, cercana a Parral, Chihuahua, sitio donde
emboscaron al caudillo y lo masacraron en 1923. El caso, es que ya muerto el
general fue sepultado por una de sus tantas esposas, en este caso Austreberta
Rentería, en el cementerio municipal de Parral.
Tres años después, se descubrió que la tumba del caudillo había sido violada y su cabeza cercenada, misma que jamás apareció. Fueron muchas las versiones que se dieron: que un gringo coleccionista, pagó una fuerte suma en dólares por la cabeza del general revolucionario; otras versiones dicen que una universidad también gabacha, se la llevó dizque para estudiarla. Otros, que el propio Álvaro Obregón envió por ella “ojo por ojo, brazo por cabeza”. No se sabe, el caso es que hasta la fecha nadie puede dar razón de la testa de Doroteo Arango.
PANCHO VILLA Y SU ESPOSA AUSTREBERTA RENTERÍA
Y, lo peor. Cuenta el
historiador Paco Ignacio Taibo II, en su sensacional libro “Pancho Villa, una biografía narrativa”.
Que esa misma cónyuge, decidió que esa violación a la tumba del héroe era
demasiado y, cambió el resto del cuerpo de Villa a unos cien metros del lugar
original, lugar que nadie supo dónde era exactamente, para evitar otro ataque. Se dice también que una
mujer que llegó por esos días en el ferrocarril, sumamente enferma y al borde
de la muerte, bajó en la estación de Parral, solo para expirar a las pocas horas, y, para sustituir el cuerpo de Pancho Villa, la sepultaron en la tumba
original del líder de los famosos “Dorados
de Chihuahua”.
Muchos años después, concretamente en 1976, los restos de Villa o lo que suponen son los huesos del general, fueron llevados al monumento a la revolución convertido en mausoleo, donde ya reposaban también los cuerpos de Venustiano Carranza, de Francisco I. Madero, de Plutarco Elías Calles y del general Lázaro Cárdenas. Por ello, algunos suponen que el cadáver de Villa, es en realidad los de aquella mujer que bajó del tren en Parral. ¿Le parece increíble amable lector? Así es la historia patria. ¡Salud y hasta la próxima!
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