viernes, 30 de agosto de 2024

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 


Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: Una batalla importante ganó esta semana el ocurrente, ambicioso y calculador presidente que sufrimos en México, el Excelentísimo Tlatoani de Macuspana Don Andrés Manuel López Obrador: que obtuvo la tan deseada sobrerrepresentación en las cámaras —sobre todo la de diputados federales, en la de senadores le faltan o dos, que fácilmente los comprarán como en tianguis con el PRI o en MC—. Alegre deben de estar el tabasqueño y su guiñol, pues el INE les otorgó 364 diputados, que incluyen al nuevo PRI llamado Morena y sus partidejos rémora PT y Verde, consiguiendo así la mayoría calificada; votos suficientes para hacer con la violadísima señora Constitución lo que les dé su retechifiosca gana…y vaya que AMLO, a unos días de irse a “La Chingada” (como llama a su rancho en Palenque) le urgen cambios y más reformas.


Ahora va, con el apoyo indisoluble de su muppet Claudia Sheinbaum Pardo —a la que no se le ve independencia ni dignidad alguna—, apoderarse del poder judicial, para que, los tres poderes de la unión queden, como la divina trinidad, en una sola persona…o sea…él (ella).


Lo que nunca esperó el presidente más poderoso que hemos tenido, es que la gata le saliera respondona y los jueces, magistrados y todos los trabajadores del poder judicial se fueron a un paro exigiendo sus derechos laborales, lo que supone una cantidad de más o menos 55 mil trabajadores. Sin contar las declaraciones de los hipócritas y convenencieros gringos, además de los canadienses que ven en esta reforma un sustancial peligro a la economía de la región y, aunque no lo mencionaron, “daños colaterales” al T-MEC.

Amanecimos hoy a 38 días solamente, de que López Hablador deje la presidencia y, con sus locuras, ocurrencias y violentos arrebatos, es probable que nos esperen los peores días del sexenio, frente a una presidenta electa, que todo lo aplaude a su antecesor y sigue el camino que le ordenaron seguir. Que Dios nos coja confesados…bueno, nos agarre.

 


DE DULCE: Muchas veces he escuchado a una gran cantidad de personas, entre ellas a Claudia Sheinbaum Pardo, decir que el mejor presidente de la república es Andrés Manuel López Obrador; incluso, para no quedarse atrás, el macuspano también coloca a su creación como la mejor funcionaria del mundo…algo así como el sistema mexicano de salud que, para el dueño de palacio nacional, es el mejor del mundo, aunque este se hallé noqueado en la lona. Así de fácil y así de contundente.


Por supuesto que esos conceptos de “mejor” o “peor” son totalmente subjetivos, no hay manera de medir eso. No es como las competencias olímpicas, por ejemplo, donde el mejor es el que corrió o nadó más rápido, o brincó más lejos, o saltó más alto, o cargó el mayor peso o metió la mayor cantidad de goles o puntos, es decir, cosas que se pueden medir en minutos, metros, kilos, centímetros o goles. Pero hablar del “mejor presidente de la nación”, eso no existe. A menos que alguien diga: “fulano presidente robó 20 millones menos que los otros” o “zutano presidente construyó más casas que nadie en la historia”, incluso decir, en el sexenio de perengano mandatario solo asesinaron a dos mil personas y no como el sexenio de AMLO, que terminará su “administración” con casi 200 mil mexicanos masacrados. !Aquí sí fue el mejor!

Alega el tabasqueño que el mejor presidente de México fue Benito Juárez, e insisto, ¿en qué se basa para decir eso? Es lo mismo que en los concursos de belleza donde la mejor y más hermosa mujer es igual de subjetivo, todo depende de cuáles jueces se impresionaron con tal o equis candidata. Además, todo es con el color del cristal con que se mire. Para su servidor, Andrés Manuel pasará como uno de los más corruptos mandatarios de la historia. Tan ambicioso y enfermo de poder, que aprovechará hasta el último minuto para tratar de apoderarse de los tres poderes de la Unión, para fincar una dictadura más cercana a la perfección como lo intentó el PRI en su momento.


DE MANTECA: No me cabe duda que los gringos son hipócritas en grado sumo, y que, a ellos, que llaman a su país “América” como si el resto de los americanos no existiéramos, lo único que les importa son sus intereses y nada más. Pensar que un candidato a la presidencia del país de las barras y las estrellas, beneficiará a la tierra de la tuna y el nopal, es hacerse como mi tío Lolo. Quede quién quede, a nosotros nos irá igual: Biden, Clinton, Bush, Obama, Harris, trump (siempre con minúsculas), no importa el apellido, para efectos prácticos, es la misma gata, pero revolcada.


Ahora, con el caso de la divertida serie tipo Netflix, del “Mayo”, el “Chapito” y el siniestro Rocha Moya, nos damos cuenta de la chistosa fábula que nos quiere hacer creer el pinochesco gobierno de la transformación de cuarta. A su servidor le queda claro, que todo fue un plan muy detallado y diseñado por las autoridades gringas, dentro y fuera de territorio mexica, a través de sus pérfidas agencias como la DEA, quizá el FBI y hasta la maldita CIA, las cuales envolvieron al hijo del Chapo Guzmán y lograron el objetivo de llevar a los calabozos gabachos al capo invicto Ismael “Mayo” Zambada. ¿Qué no les avisaron a las autoridades totonacas? ¡Claro, si los güeros no son idiotas, de haberles avisado, no tendrían al “Mayo” en las ergástulas allende la frontera! A los socios no se les toca ni con pétalo de una rosa.

Pero ya que hablamos de capos, hay que decir que, en México, los capos di tutti capi —vamos para que se entienda—, “los jefes de jefes”, no son, ni han sido ni los Escobar Gaviria en Colombia, ni los Chapos, ni los Beltranes, ni los Arellano Félix, o los Mayos o señores de los cielos en México; los meros meros son los que despachan en palacio nacional, o los palacios estatales y toda su runfla de secuaces.

Ahora, dígame usted amable lector que hace el favor de seguirme… ¿ustedes han oído que las autoridades gringas, atrapen a un capo de allá? ¿La droga se mueve por obra del espíritu santo por las relucientes calles estadounidenses? Más fácil: ¿saben ustedes el nombre de un súper narco o mafioso que tenga en jaque a las policías del Tío Sam, que no sea Al Capone o el pelacuas de “Breaking Bad”?

Y ya está más que demostrado que la DEA, es igual de corrupta que cualquier agencia policiaca de México. ¿Y recuerdan el sonado caso de la contra nicaragüense o el Irangate, donde la droga fue el personaje principal de esos tristes dramas? No se nos olvide que, poco antes de la guerra de Vietnam, el gobierno norteamerigringo, metió a su territorio droga de todo el mundo para enviciar al pueblo afroamericano y tenerlos “sosegados” y que no anduvieran pidiendo derechos civiles. Luego ya en la guerra genocida contra los vietnamitas, los estupefacientes corrieron como cocas colas entre las trincheras y bases militares. ¿Así o más hipócritas? ¡Nos seguiremos leyendo en la próxima!

 


domingo, 11 de agosto de 2024

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA


 



Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: Lo expresé, en este mismo medio, justo al día siguiente de que ganó —de manera apabullante sin duda— que le daría el beneficio de la duda a Claudia Sheinbaum Pardo, pues comprendía —su servidor—, que en ese momento, y aún ahora, ella no podría expresarse libre y abiertamente sobre los problemas más graves del país, puesto que, su mentor, el presidente Andrés Manuel López Obrador, aún era el gobernante de esta pobre nación, y lo será hasta el 30 de septiembre próximo. Ya que, el dueño de palacio nacional, era —y es— capaz de sacar de la jugada a la Dra. Sheinbaum, pues tanto así es su soberbia y ambición por el poder.


A pesar de darle ese beneficio a la próxima presidenta de México, con desaliento veo que, en estos momentos, Claudia está totalmente entregada a AMLO y, lo peor, muestra una sumisión que descorazona. No se ve —en estos momentos—, una futura mandataria que muestre su propia identidad y ponga en ejercicio su preparación, que es notable, ya que ella sí tuvo una licenciatura, así como una maestría y un doctorado, que la separa en años luz, de Andrés Manuel, fósil universitario.


Las similitudes que tiene López Obrador, con el “jefe máximo de la revolución”, Plutarco Elías Calles, son considerables y en ratos me parece que el tabasqueño reencarnó en el espíritu del sonorense. Ambos crearon un partido político nuevo, dando un giro definitivo al sistema política de su tiempo: Calles, el Partido Nacional Revolucionario (PNR), abuelo del decaído PRI; y López, el llamado Movimiento de Regeneración Nacional o Morena. Plutarco, como Andrés Manuel, “sugirieron” a su sucesor el gabinete que debieran de conformar, el primero a Lázaro Cárdenas, y el segundo a Sheinbaum Pardo.


LÁZARO CÁRDENAS Y PLUTARCO ELÍAS CALLES

Calles, fue obvio, deseaba continuar mangoneando a los presidentes en turno, así lo hizo con Portes Gil, Ortiz Rubio y Abelardo Rodríguez, pero llegó Cárdenas, y al igual que Claudia, aguantó hasta donde pudo la injerencia del viejo profesor de Sonora y le “aceptó” un gabinete a modo para Plutarco, lo que, según él, le garantizaba ampliar en el tiempo su “Maximato”, pero ya en el poder, Lázaro Cárdenas, con toda firmeza “aguantó vara”, hasta que las declaraciones de Calles, primero dando coba al presidente; luego se metieron en su política interior que trascendieron en la prensa a nivel nacional, por lo que “Tata” Lázaro expresó: “He podido conocer el verdadero fondo moral de muchos servidores públicos al observar en sus semblantes el disgusto que les causa la demanda de auxilio o de justicia de las gentes pobres. Entonces pienso más en la tragedia interminable de nuestro propio pueblo.” Así, el 14 de junio de 1935, el presidente Cárdenas reunió en Palacio Nacional a todo su gabinete, manifestándoles que considerando embarazosa su situación por la amistad que los ligaba con el general Calles, aceptaba presentaran su renuncia, lo que desde luego hicieron, nombrando posteriormente a gente de su confianza, convirtiéndose así, en uno de los mejores presidentes que ha tenido México lindo y querido.


Creo que la historia se repetirá y Claudia Sheinbaum, inteligente, activista de las causas justas, con mentalidad científica y amplia experiencia política, sabrá tomar su lugar en la historia y, creo, firmemente, a pesar de que no voté por ella, que tiene todo para ser una gran presidenta, no la mejor, porque eso no existe, pero sí, una gobernante de calidad que —ahora sí— transforme este país.

 


DE DULCE: Al momento de escribir estas líneas —viernes 9 de agosto a las 8 de la mañana— el medallero olímpico informaba que México ocupaba la posición número 61, del total de 204 países que participan en los juegos olímpicos de París 2024, es decir, todos, excepto Rusia y Bielorrusia, expulsados por la invasión a Ucrania. Si lo vemos desde esa perspectiva, nuestro país no está tan mal si pensamos que debajo de nosotros existen 143 naciones peor que los mexicas, pero —siempre hay un maldito pero—, por arriba hay 60 países mejores que el lugar de las tunas y el mole poblano. En contraparte, la nación líder es China con 76 medallas, 31 de ellas de oro; la siguen los gringos con 103 ascensos al podio en total, siendo 30 de oro. Ya no se ve México tan bien…


Algo sí hay que entender: las Olimpiadas no son cualquier competencia furris o de ocurrencia, es la actividad donde compite la crema y nata del mundo deportivo mundial, lo mejor de lo mejor en cada disciplina. Nuestra patria, en Francia apenas —y, repito, esto de “apenas” es relativo— acumula cuatro medallotas, dos de bronce y dos de plata, amén de que ya “tenemos” asegurada otra plateada y se busca el oro en boxeo. Por supuesto, muy atrás de las dos potencias mencionadas y el resto de los países que están por encima en ese medallero.


No soy muy ducho en los asuntos deportivos, pero si intuyo que, tanto en China como en Estados Unidos, hay apoyos muy importantes, incondicionales y tangibles para los atletas de todas las ramas, de las universidades salen verdaderos superhéroes que dominan los espacios atléticos. No cabe duda que la disciplina de los chinos es ejemplar y pienso, por ejemplo, en la competencia de los clavados, que cada clavadista de esa nación debió haberse tirado miles y miles de veces, hasta alcanzar la casi perfección que les da el oro en cada oportunidad, siempre con el apoyo del estado y en instalaciones de primer mundo.


PELÉ

En México lindo y querido, las cosas no son así, todo se ve confuso, nada hay transparente y lleno de burocracia y apatía. Un ejemplo claro. Hace algunas décadas, la selección mexicana de futbol era el rey o el adversario a vencer en la mediocre área de Concacaf. Recuerdo que allá, a finales de los años 70 del siglo pasado, Edson Arantes do Nascimiento, el popular Rey Pelé, fue contratado por el equipo Cosmos de Nueva York, con un objetivo principal: promover en la Unión Americana el balompié y hacer crecer en ese lugar el gusto por el deporte que en México es nacional. Hoy, Estados Unidos es potencia en Concacaf y sigue subiendo y al equipo tricolor le cuesta mucho ganarle a los norteamericanos. Se nota estrategia allende las fronteras, acá, el futbol es tan solo un pingüe negocio que enriquece cada día a los dueños de los equipos, sacrificando la calidad y evolución de esa disciplina.


En la Conade, de donde deberían de salir los apoyos para los deportistas de élite, todo es un caos y al parecer fuerte corrupción, que maneja una deportista que brilló en el atletismo y que, pensábamos todos, sabría manejar ese tema, porque sabe o sufría en carne propia, lo que padecen los deportistas por la absoluta falta de apoyo y la apatía gubernamental. Ana Gabriela Guevara fue buena para correr, pero no para administrar y menos ser sustento para miles de atletas mexicanos de calidad. Hay quien dice que incluso salió buena para robar, pues hay 30 millones de pesos que no ha podido o ha sabido comprobar y, lejos de eso, suelta inoportunamente la lengua —se sabe protegida del todopoderoso y omnipotente Zeus de palacio nacional—, y se atrevió a mandar a vender calzones y toallas a las participantes del nado artístico sincronizado, por cierto, sí lo hicieron, logrando colocar 5 mil trajes de baño y 8 mil 500 toallas, y ganar el apoyo de particulares como Carlos Slim y Arturo Elías Ayub, con lo que pudieron llegar a Francia. A la Guevara, ni siquiera se le ve animando a los competidores de su país.


LEONOR CARLOTA RIVAS MERCADO DE TORRES ADALID

DE MANTECA: Enseguida, le presento al amable lector a un desconocido personaje de la historia de Nayarit.

Los invasores franceses trajeron a México algo así como 30 mil oficiales y soldados franceses, unos tres mil austriacos, mil belgas y un buen número de militares de otras naciones como Dinamarca, Alemania y hasta turcos. Muchos de ellos hombres rubios, barbados, altos y enfundados en vistosos uniformes militares, arrancaron suspiros y rompieron corazones de las mujeres de este país.



En la ciudad de México vivía una mujer que había nacido en Tepic, cuando esta ciudad todavía era de Jalisco, se trata de Leonor Carlota Rivas Mercado, hermana del reconocido arquitecto Antonio Rivas Mercado, aquel que diseñó y levantó el famoso “Ángel de la Independencia” en la capital de la nación.

Leonor, estaba casada con Javier Torres Adalid, millonario empresario dueño de muchas haciendas pulqueras, de los centros de distribución de pulque y de infinidad de pulquerías en la ciudad de México y del país. La familia de ella, también era adinerada ya que su abuelo, Don José Manuel Rivas y Ríos, administraba la aduana marítima de San Blas, así como las aduanas terrestres de Tepic.

Cuando los franceses invaden México, imponen al emperador Maximiliano de Habsburgo; los muchos militares que llegaron se distribuyeron por todo el territorio nacional. Fue en la capital del país, cuando Leonor, ya con cuatro hijos producto de su matrimonio con Javier Torres, conoció a un comandante austriaco de nombre Karl Khevenhüeller, coronel del ejército de húsares, seguramente en alguno de los muchos bailes que organizaban los emperadores Maximiliano y Carlota de Bélgica. Leonor y Karl, no se atrevieron a llevar más esa débil relación, y no pasó más allá de simples miradas, sonrisas, guiños y señas cómplices y secretas, era, por decirlo de otro modo, un simple e inocente amor platónico. 


Pero, el 19 de junio de 1867, llega a la capital la noticia de que Maximiliano había sido fusilado en Querétaro y, entra el ejército liberal a la ciudad, y una de sus primeras disposiciones fue ordenar, que todo oficial o soldado extranjero se presentara a palacio nacional en calidad de preso. Khevenhüeller, no se deja detener y sale corriendo por las calles como fugitivo y, “casualmente”, según lo expresa en sus memorias, pasa por la casa de Leonor Rivas Mercado, la cual se da cuenta de la situación y lo ayuda, escondiéndolo no solo en su vivienda, sino en su propia recámara, donde “pasó lo que tenía que pasar” y Leonorcita quedó embarazada del austriaco. Se dice que tuvo 15 hijos, pero su esposo, al morir, según cuenta el historiador Miguel Villalpando, dejó todas sus propiedades y bienes a 14 de sus hijos, al número 15, no le dejó absolutamente nada. Cosas de la historia local. ¡Salud y hasta la próxima!

jueves, 8 de agosto de 2024

DE CHILE, DE DULCE Y DE MANTECA

 



Por: José Ricardo Morales y Sánchez Hidalgo

DE CHILE: Vaya polémica que se armó con motivo de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París, con aquella escena que algunos interpretaron como una fuerte ofensa al pasaje de la cristiandad que trata de la última cena de Jesús con sus discípulos o apóstoles, que tan bien retrató el gran Leonardo da Vinci en el refectorio del convento de Santa Maria delle Grazie, en Milán, ​y que se convirtió en un icono significativo para los creyentes católico-cristianos.


Quiero dar aquí, con todo el respeto a las creencias de todo el mundo, mi humildísima opinión al respecto. En el párrafo de arriba inserté la palabra INTERPRETARON, y creo que los que protestaron con tanta —y a mi juicio exagerada— vehemencia, eso hicieron, interpretaron a su manera, esa escena que, ya explicaron los organizadores y productores del espectáculo con que abrieron las olimpiadas, que fue una alegoría griega representando al dios Baco, a quien los griegos le organizaban largas fiestas en su honor, que tomaron de su nombre el vocablo: “bacanales”. 



Olvidan, los que se sintieron afectados en su fe que, en la antigüedad, los juegos se iniciaron —aquí los autores difieren— como homenaje al propio dios Zeus, o bien a los grandes héroes de la nación helénica y se prolongaron hasta el año 393 D.C.; hay que hacer notar, que la importancia, tanto de las fiestas a Baco como de las competencias olímpicas, eran tan importantes para los griegos, que los mismos escritores Homero, Hesíodo escribieron al respecto, o el poeta Píndaro, dedicó sus versos, tanto a los héroes deportistas, como a los placeres de la vida, en el marco del vino, la buena comida y las mujeres; así como a las bacanales del buen Dionisio.


Cuando el imperio romano, tras la adopción del cristianismo, se fijó en el significado político-religioso de estas notables actividades, prohibió toda celebración pagana, incluidos los Juegos Olímpicos —vaya paradoja—. Esos mismos hoy se rasgan las vestiduras.

         El pasaje de la última cena, se ha interpretado en mil maneras, el internet es testigo de ello, y nadie o muy pocos se enteraron. Yo recuerdo uno del genial caricaturista Eduardo del Río “Rius”, quien, en una larga mesa colocó a muchos de sus personajes, y no recuerdo que haya sucedido nada y eso que Rius era un declarado ateo, socialista de hueso y enemigo jurado de la iglesia.

Fue una respuesta exagerada, pero, repito, a mi juicio equivocada; Más me gustaría, que así con esa misma fogosidad, ímpetu y pasión, protestáramos por los 80 o más asesinados diarios en México.


Lo que sí debo decir, es que, en lo personal, no me gustó la inauguración de los juegos, no por ese hecho, sino quizá porque soy conservador —pero nunca de la 4T—, pero no del tipo de lo religioso, sino que prefiero lo de antes, el desfile de las naciones desde un estadio olímpico, con la participación de la fanaticada asistente, y el encendido del pebetero olímpico. 

Esta inauguración en París, fue diseñada y producida para la televisión y me dio la impresión de que los asistentes, a orillas del río Sena, nada o muy poco vieron, ya que los diversos escenarios estaban muy lejos unos de otros y no les quedó más que ver todo, a través de las grandes pantallas. No me agradó esta inauguración, lo que me hizo recordar la de México en 1968, que fue espectacular y de mucho calor humano.

 


DE DULCE: Se le hizo bolas el engrudo al viejito dueño del palacio nacional, y su inútil dizque “consejo de seguridad” con el tema de la detención en Estados Unidos de los capos Ismael “Mayo” Zambada y el hijo del Chapo —este hoy en chirona de por vida en la Unión Americana—, fue tal la ventaneada que los gringos le aplicaron al presidente y su gente “preocupada” por la seguridad en México, que llevan, hasta el momento de escribir estas líneas ocho días sin tener la más remota idea de lo sucedido. Es más, si “los primos” no le informan al gobierno mexicano, seguirían en babia.


Por supuesto, cuando algo no queda claro, las historias vuelan y se van convirtiendo en leyenda, de ahí la existencia de “la llorona” u otros cuentos que alborotan la imaginación popular. Por ello, salieron una y mil versiones: que si el Chapito con engaños se llevó al Mayo; que no fue con cariño, que se lo llevó a punta de pistola y hasta asesinó a sus guardaespaldas; que fueron agentes de la DEA y del FBI quienes se metieron a México y lo secuestraron; que la aeronave no salió de Hermosillo, que no, que sí voló desde ahí; que si patatí que si patatá. Han llegado al extremo de enviar un cuestionario a las autoridades gringas, preguntando todos los detalles de lo sucedido, por lo que me imagino a estos trinches güeros doblados de la risa. Es decir, el presidente que tanto presumió en la matiné diaria, que el primer mandatario de la nación era el hombre mejor informado del país, pues simple y llanamente se le fue esta. Lo cierto es que los gringos no confían en las autoridades tan honestas de la transformación de cuarta, por eso nada les dijeron, no fueran a dar el pitazo.

Lo que sabemos o más o menos se intuye, es que resulta que el pasado jueves 25 de julio (ahora sí que mayo cayó en julio) a las 10:30 horas "el güerito" hijo del Sr. Guzmán (como llama AMLO al Chapo), ya iba camino a rendirse a las autoridades estadounidenses. Alegan, que a las 14:35 horas, ya el vuelo había salido con rumbo a EEUU, pero que los "primos" nada sabían del “Mayo” y ni se las olían. Cinco minutos más tarde, la autoridad "de allá" es informada que, abordo de la nave, va el “Mayo” Zambada. "¡OMG!" gritaron los pecosos cherifes y salieron como de Rayo Macoy al "aigropuerto" de Santa Teresa, Nuevo México, cerca de El Paso, Texas.

A las 16:24 aterriza el avioncito en aquella terminal aérea donde ya los esperaban la DEA, la CIA, el FBI, el Agente de CIPOL, CSI El Paso, la NBA, la NFL, la FIFA, Batman, Robin y Chupermán, así como Tom Mix, Buck Jones, Bill Boyd y Tim McCoy.

Aquí en este punto de la narración, la asustada, patidifusa y confundidilla, Rosa Icela, casi gritó: "lo sucedido no fue planeado por agencias estadounidenses, eh", algo así como cuando Pedrito Infante, cantaba: “…yo te lo juro que yo no fui…

Las unidades policiacas arriba mencionadas, supuestamente quedaron sorprendidas, porque en el avión, que literalmente les cayó del cielo, venían tan altos perfiles del narco y, corrieron hasta la caseta de telefónica más cercana, a avisarle al gobierno de la transformación de cuarta, diciendo: "¿Qué creer you? A que no saber a quién tener nosotros aquí en los Yunaites..." Y alegaron: "Perou nosotros advertir que nou ser culpables, ni habernos metido a your garden, my friend. Ser recibidos del cielou por my god, you know: in god we trust."

Y el gobierno mexicano contestó: ¡Cuídamelos mucho, dales abrazos, no balazos! ¿A quién hay que creerle?



DE MANTECA: Uno de los grandes males que, a lo largo de su historia ha sufrido América Latina, es la repentina aparición de gorilas gobernando, sin duda, la mayoría de las veces por la criminal injerencia de los Estados Unidos de América. Cosa rara, es el simio que hoy desgobierna la pobre nación hermana de Venezuela, el chango peludo e ignaro Nicolás Maduro, ese que parió, en mala hora, ese otro antropoide llamado Hugo Chávez, quien ya se cocina a fuego lento en el mismísimo averno.


Pero también la historia, nos ha enseñado, que esos macacos siempre acaban mal. Aquí una somera relación: la dinastía Somoza en Nicaragua, otra pobre nación bananera que hoy está en poder del mico traidor a la revolución sandinista Daniel Ortega y su esposa la changa que pretende vestirse de seda, pero mona se ha quedado. Los “Tachos” Somoza, reinaron ese desdichado país centroamericano durante 43 años, hasta que el pueblo los sacó a patadas en 1979, huyendo a Miami y luego a un periplo que lo llevó a varias naciones, asilándose en Paraguay, donde un comando sandinista se lo cargó al infierno a punta de balazos. Fulgencio Batista de Cuba, fue otro gorilón que gobernó la bella isla, convirtiéndola en un burdel gringo, hasta que Fidel Castro y sus barbones lo echaron fuera, solo para, posteriormente convertirse el guerrillero en otro primate, al que siguió su hermano Raúl y hoy, su heredero Miguel Díaz-Canel, émulo a su vez de King Kong, lo cierto es que Cuba no ha gozado de libertad a lo largo de más de 500 años. Por cierto, Batista, murió exiliado en España.

Pinochet en Chile; la familia Duvalier de Haití; Strossner, el paraguayo a quien volaron de un bazookazo; Videla de Argentina, Getulio Vargas en Brasil, y muchos otros, cayeron de su nube, a veces de manera violenta, pero siempre odiados por sus compatriotas y el mundo. Eso le espera, sin lugar a dudas, al sátrapa venezolano. Al tiempo. ¡Salud y hasta la próxima!