Gina
Macedo y Jackie Hernández en la obra
“Los Perros” de Elena Garro.
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*Entrevista con Gina
Macedo
**Por René Morimoto
El
Teatro es una de las disciplinas artísticas que más provoca y atrae a la gente,
quizá porque permite la posibilidad de presenciar el momento en que se
proyecta un mundo fantástico y ficticio
sobre el cuerpo del actor. Esta situación por sí misma resulta sumamente
atractiva, mas aún cuando se le suma talento y belleza.
Karla
Georgina Ruiz Macedo o Gina Macedo como mejor se le conoce, es una joven actriz
de teatro. Beneficiaria en su emisión del 2010, del Fondo Estatal de Estímulos
para la Creación Artística de Nayarit (FECAN),
quien accedió a compartirnos un poco de su vida y su pasión por el
teatro en esta entrevista.
RM: ¿Cuánto tiempo llevas
haciendo teatro, cómo empezaste y cuál
fue tu primera obra?
GM:
Todo empezó cuando estaba en la secundaria hace siete años más o menos, en ese tiempo yo estaba buscando
una actividad artística o un deporte.
Intenté muchas cosas: pintura, baile, etc. pero en ninguna encajaba, hasta que
llegué al grupo de teatro Monasterio con el maestro Enrique Medellín, que ensayaba
en la calle San Luis. Empecé a asistir a su taller y fui
involucrándome cada vez más. Para mí era mucho más que una actividad o una
disciplina que alguien me impusiera, empezó
a ser un verdadero gusto hacerlo, era
como salir a jugar. Y así, inició como un juego, como una diversión que me daba
mucha satisfacción. Ahora quiero que el teatro esté en mi vida siempre. La primer
obra en la participe fue Bella Durmiente.
RM: ¿Cuál es la última en la
que has participado y de qué trata?
GM:
En “Los Perros “de la escritora mexicana Elena Garro. Que es muy vigente por
los temas que trata, la violencia, la impunidad con la que opera la gente que
quiere dañar a los demás, la falta de respeto al individuo, la ausencia de equidad.
Las jerarquías que existen y que condicionan el respeto a las garantías
individuales. El miedo, el conformismo a una situación que a pesar de ser
anormal se integra en la sociedad; la cultura del: “te tocó…pues ya ni modo… ojala y
no me toque a mí”. Creo que ahorita está creciendo en Nayarit el sentimiento de resignación a que pasen las cosas. “Los Perros “plantea un
tema muy actual.
Al final de la obra se pidió al público que no
aplaudiera por respeto al asesinato de
la hermana de Octavio Verde productor de la obra. Siendo que el aplauso es algo vital para el
actor, decidimos sacrificarlos para
manifestar nuestro repudio a este acto de violencia y a todos los actos de violencia
en el estado.
RM: Hablando del estado ¿Cómo
ves el teatro en Nayarit?
GM:
Egoísta y disperso, los grupos están muy
separados, cada quien está en su rollo y no quiere salir de lo suyo, no sé si
sea por egoísmo o por qué será, pero yo no veo unidad, ni que se ayuden unos a otros. No creo que eso ayude para
hacer un mejor teatro.
RM: ¿Tú crees que eso haya influido en el nivel del teatro en comparación
con otros estados?
GM:
Sí, porque si no hay cooperación no hay un crecimiento, porque no se están compartiendo el
conocimiento y las experiencias. Por lo
tanto el nivel de los grupos se estanca. Los grupos se desarrollan pero siempre
limitados a sus propios recursos y eso produce que el desarrollo sea muy lento.
RM:¿Por qué decidiste
trabajar con Luis Alberto Bravo?
GM:
Pues anduve brincando de un grupo a otro y así llegue al grupo del Conalep. Ahí
me sentí muy a gusto con la forma de trabajar. Después Luis me trajo al Tituba. Y es aquí en donde me he sentido parte de algo, como parte de una familia. Me gusta cómo
se trabaja, me gusta el teatro que se hace, y me siento bien.
RM:¿Qué opinas de la
polémica que rodea el teatro de Luis Bravo?
GM:
Yo creo que cada uno tiene su propio estilo y el estilo de Luis es así, tiene
una forma de hacer teatro muy diferente, tiene sus razones, tiene sus bases y creo
que si te apegas a tus ideas y a tus bases siempre vas a hacer polémica. Con Luis Bravo he actuado 10 obras, y me dio
el empuje que me permitió ser becaria del Fecan 2010, y así curse un diplomado de Casa del Teatro que
se imparte en Pátzcuaro, Michoacán. En diciembre del año pasado acabé mi último
módulo que duró 15 días al igual que el primer módulo que cursé. Los módulos
eran de días encerrado todo el tiempo en el diplomado, eso te ayuda a lograr
una concentración total.
RM:¿Tú crees que la sociedad nayarita necesita a un grupo de teatro como el Tituba?
GM:
Pues no es que nos necesiten, más bien la sociedad necesita que exista el
teatro, que exista actividad artística, necesita ese algo mágico que les
recuerde que somos humanos y que podemos vivir y soñar en colectividad. Si no
es así, la vida se vuelve mecánica y rígida.
(**Periodista
y mediador del Programa Nacional Salas de Lectura)
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