CORREO QUE ENVIÓ EL ANTROPÓLOGO RAÚL ANDRÉS MÉNDEZ LUGO:
Anexo encontrarán el proyecto en torno a las estaciones del ferrocarril, para lo que juzguen conveniente. sería muy bueno, reenviaran este correo a la Lic. Consuelo Saizar, quien debe estar enterada, pues en su representación estuvo con nosotros en la reunión con SCT la Lic. Teresa Márquez, Coordinadora Nacional del Patrimonio Ferroviario del CONACULTA. De ninguna manera quiero que esto se use para acusar o desprestigiar a alguien, solo quería decirle al Lic. Antonio Saizar que Acaponeta siempre estará en mis preocupaciones en torno a su desarrollo cultural, pues desde 1991 cuando era director del INAH Nayarit, organicé un grupo de amigos de Acaponeta en una Junta Vecinal Pro-Investigación, Conservación y Difusión del Patrimonio Cultural de Acaponeta, (Guillermo Llanos, Elías Chan, Sergio Tirado, Lucila Hernández, José Ricardo Morales, Domingo Carmona, Nicolás Contreras, Abigail Villalobos, Ana María Gutierrez, Nestor Chávez Gradilla, Tito Chávez, Jesús Santoyo, entre otros) e iniciamos un movimiento cultural y artístico que ha dejado importantes secuelas hasta nuestros días.
RESPONSABLE
RAUL
ANDRÉS MÉNDEZ LUGO
CONSULTOR
DE POLÌTICAS CULTURALES
PARA
EL DESARROLLO REGIONAL
Í N
D I C E
I.
PRESENTACIÓN.
II.
DESCRIPCIÓN
DEL PROYECTO.
III.
OBJETIVO
DEL PROYECTO.
IV.
UTILIDAD
DEL PROYECTO.
1.-
ESTUDIO HISTÓRICO Y CULTURAL DEL FERROCARRIL EN EL ESTADO DE NAYARIT, CONTADO POR LOS
CRONISTAS E HISTORIADORES LOCALES.
2.-
DIAGNÓSTICO TÉCNICO-ARQUITECTÓNICO, SITUACIÓN LEGAL Y FACTIBILIDAD DE CONCESIÓN DE LAS
ESTACIONES DEL FERROCARRIL EN EL ESTADO DE NAYARIT.
2.1
ACAPONETA;
2.2 RUIZ; 2.3 TEPIC; 2.4 COMPOSTELA; 2.5 VALLE VERDE;
2.6 AHUACATLÀN; 2.7 IXTLÁN DEL RÍO.
3.-
PROGRAMA DE NECESIDADES PARA LA ADECUACIÒN Y PUESTA EN VALOR DE LAS ESTACIONES CON POSIBILIDADES
PARA SU CONCESIÓN CON SOLICITUD DE INTERÉS ESTATAL.
1.1
ACAPONETA;
3.2 RUIZ; 3.3 VALLE VERDE; 3.4 AHUACATLÁN.
4. CONCLUSIONES FINALES.
5. BIBLIOGRAFÌA Y FUENTES CONSULTADAS.
ANEXO
1: FICHAS TÉCNICAS DE LAS ESTACIONES.
ANEXO
2: GALERÌA FOTOGRÁFICA.
I.
PRESENTACIÓN
El estado de Nayarit se caracteriza por su gran diversidad natural y cultural
desde sus tiempos más remotos, que hacen de la historia regional una verdadera
aventura para propios y extraños, por ello no es pura casualidad que el Nayarit
de hoy represente una gran oportunidad para el desarrollo económico, social y
cultural de sus habitantes, así como de aquellos que han descubierto el amplio
potencial que tiene esta región en el contexto de la globalización mundial, sin
menoscabo de su identidad propia y el intercambio entre los pueblos.
Desde hace algunas décadas, tanto el
gobierno federal como el estatal, han venido instrumentando y fortaleciendo
diversas políticas para investigar, conocer, valorar, preservar, difundir y
poner en valor el patrimonio cultural de los nayaritas, políticas que hoy
podemos constatar en el ámbito legislativo, como son las leyes de protección,
conservación y difusión de dicho patrimonio, sumándose a ello declaratorias,
reglamentos, planes maestros, catálogos, programas y proyectos tendientes a dignificar los testimonios históricos y
culturales de las comunidades, así como fomentar el fortalecimiento de su
identidad, contribuyendo de esta manera a elevar la calidad de vida de toda la
población.
En
ese contexto, el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Nayarit
(CECAN), presentó el presente proyecto al Consejo Nacional para la Cultura y
las Artes (CONACULTA), quien de inmediato autorizó una partida especial para
que se llevara a cabo un estudio completo sobre el estado de conservación de
las estaciones del ferrocarril, su situación legal, el uso actual, la
elaboración de una propuesta para su aprovechamiento cultural, artístico o
educativo, así como iniciar las gestiones correspondientes para lograr su
concesión al gobierno del estado.
Durante
los meses de abril a septiembre del presente año se realizó la investigación
histórica, el diagnóstico técnico arquitectónico y la elaboración de las
propuestas de uso, respectivamente, cuyos resultados presentamos a
continuación.
II.
DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO.
Consiste
en establecer una estrategia general para el rescate, conservación, y puesta en
valor del patrimonio ferroviario de Nayarit, para ello es neceasario realizar
una investigación histórica y un diagnóstico técnico de dicho patrimonio, lo
cual nos permita proponer al CONACULTA y conjuntamente a la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes, a la Empresa FERROMEX y a los H. Ayuntamientos
involucrados los proyectos correspondientes.
III.
OBJETIVO DEL PROYECTO.
Investigar, conocer y sistematizar
la historia y la situación actual del patrimonio ferroviario correspondiente al
estado de Nayarit, con la finalidad de establecer las estrategias para su
rescate, conservación y puesta en valor con fines educativos, culturales y
artísticos.
IV.
UTILIDAD DEL PROYECTO.
Para su aprovechamiento
comunitario, en materia de infraestructura cultural y artística, en siete
estaciones de seis municipios, beneficiando una población de 500 mil habitantes.
Este
proyecto propone un impacto cultural directo, con la ampliación y
fortalecimiento de la infraestructura cultural y artística, ante la carencia de
la misma, con opciones para casas de la cultura, museos, escuelas de arte,
auditorios, bibliotecas u otros espacios.
1.
ESTUDIO
HISTÓRICO Y CULTURAL DEL FERROCARRIL EN EL ESTADO DE NAYARIT, CONTADO POR LOS
CRONISTAS E HISTORIADORES LOCALES.
Según el cronista de
Acaponeta, el Sr. Néstor Chávez Gradilla nos dice que “ la primera máquina
llegó a Acaponeta el 1° de enero de 1910, sin embargo, la construcción de la
estación se llevó a cabo en los primeros años del siglo XX, exactamente en
1903”.
Durante el gobierno del
Gral. Porfirio Díaz, el tendido de la vía ferroviaria venía construyéndose de
norte a sur, pues desde 1880 se habían iniciado estos trabajos en el estado de
Sonora, siendo la empresa norteamericana
de ferrocarriles denominada “Atchitson Topeka & Santa Fe” la que consiguió
la concesión para la construcción del Ferrocarril en el estado de Sonora,
logrando con ello unir al vecino país del norte con las principales ciudades de
dicho estado, el cruce fronterizo quedó en la ciudad de Nogales y la obra se
terminó el 11 de octubre de 1882 con la construcción de 424 kilómetros de vía.
Años después, el General Porfirio Díaz
celebró un convenio con los Estados Unidos de Norteamérica, acordándose
entonces adquirir en calidad de arrendamiento los ferrocarriles de Sonora, con
el fin de continuarlos por la costa del Pacífico hacia el interior de la
República.
Para que la vía entrara a
Sinaloa, Porfirio Díaz giró instrucciones al General Francisco Cañedo
Belmontes, gobernador del estado, con el fin de que facilitara los trabajos y
no fueran entorpecidos por ningún motivo, logrando llegar al puerto de
Mazatlán, Sinaloa en 1908. El General Cañedo fue un fiel colaborador del presidente
Díaz, que peleó al lado de él contra el ejército francés, por ello, Porfirio
Díaz lo nombró gobernador de Sinaloa, cargo que desempeñó hasta el cinco de
junio de 1909, fecha en que murió. Por cierto, Francisco Cañedo -narra Chávez
Gradilla- nació en 1840 en “La Hacienda de Bayona y Nieblas,” actualmente
conocida simplemente como “La Bayona” perteneciente al municipio de Acaponeta.
En 1902, Don José Ives Limantour, Secretario
de Hacienda de la dictadura, mantenía pláticas con el Ingeniero Francis Butterfield,
el cual ya había visitado la ciudad de Tepic, con el interés de construir las
vías del Ferrocarril. Butterfield vino con la representación del señor
Warfield, un importante empresario ferrocarrilero en los Estados Unidos.
Como resultado de estas gestiones en 1905 se
firmó el contrato entre la Secretaría de Comunicaciones de la República
Mexicana y el señor J. A. Nougle, quien era el representante legal de la
Southern Pacific Com., para la construcción de la vía férrea, desde el estado
de Sonora hasta Guadalajara, Jalisco, no obstante, ya habían comenzado la
edificación de algunas estaciones ferroviarias.
Una vez firmados los
acuerdos, la empresa que se hizo cargo de la obra fue la Southern Pacific Com.,
y el 24 de junio de 1909 se registró con el nombre de Ferrocarril Sud Pacífico
de México, quedando así renovados los contratos de arrendamiento con los
ferrocarriles del estado de Sonora, de Cananea, del Río Yaqui y Pacífico.
Cuando se conoció tal
acontecimiento, diferentes firmas económicamente fuertes en la región de Tepic,
se interesaron por el proyecto y buscaron adquirir terrenos por donde pasaría
la vía, tomando en cuenta el enorme valor que estos adquirirían en el futuro.
Néstor Chávez, relata que
algunas de esas familias fueron Los Menchaca, Leopoldo Romano, Carlos Fenelón,
Francisco e Ildefonso Rivas, Eugenio Hildebrandt, Gonzalo Gangoiti, Los
Maisterrena, Carlos Castilla, Tomás Andrade, La Casa Aguirre, entre otros.
Con el arribo del
Ferrocarril a Acaponeta, cayeron los servicios de las diligencias, cuyos dueños
eran Agustín Menchaca, Antonio de la Peña, Don Ricardo Gárate y otros. Esta
situación es comprensible, dado que viajar en Ferrocarril era mucho más barato
y, por lo tanto, favorecía la economía de la gente, sobre todo, si se comparaban
los precios de los diferentes medios de comunicación. El cronista destaca que
el precio del pasaje en diligencias de Tepic a Acaponeta, entre 1908 a 1909,
era de 15 pesos, mientras que de Mazatlán a Tepic y a la inversa, costaba 28
pesos. En tanto que los precios de pasajes en el Ferrocarril Sud-Pacífico, de
Acaponeta a Mazatlán y a la inversa—entre 1910 y 1912—era, de 8 pesos con
setenta centavos, en primera clase y en segunda clase de 2 pesos con 65
centavos.
En la Concha, última
ranchería al sur de Sinaloa y en Acaponeta, ya habían empezado a construir los
puentes para el paso del ferrocarril y el 14 de junio de 1909 llegó la vía a la
Concha, para enseguida continuarla hasta Acaponeta, donde el puente
prácticamente estaba concluido, pero no fue sino hasta finales de dicho año en
que se terminó definitivamente el citado puente sobre el Río Acaponeta, el cual
consta de tres arcos o tramos de estructura metálica, y se eligió el primero de
enero para su inauguración, entrando entonces por primera vez el primer
ferrocarril al territorio de Tepic.
En 1903, quedó terminada la Estación del
Ferrocarril en Acaponeta, justamente en donde se encontraba el centro de
operaciones de la empresa contratada para la construcción de los puentes y de
los edificios de las estaciones, la empresa era la Milliken Bross Com. de Nueva
York.
El progreso trae como
naturalmente sus consecuencias y para la realización de esta gran obra, se tuvo
que derrumbar una parte del conocido Cerro de “La Glorieta”, en donde se
encontraba una capilla a donde acudían los creyentes, la mencionada iglesia fue
utilizada mientras se construía el actual templo de la Asunción; con la
demolición de una parte del cerro “La Glorieta”, fue necesaria la reubicación
de muchas familias que ahí vivían, esto sucedió en 1906.
Llegada la fecha realizó su
entrada de manera triunfal, solemne y ceremoniosa, el primer Ferrocarril
procedente del norte a tierras del territorio de Tepic en las primeras horas de
la mañana del día primero de enero de 1910, trayendo en sus vagones a
visitantes pasajeros de Culiacán, Mazatlán, Escuinapa y El Rosario, Sinaloa.
Todos ellos fueron
recibidos por el Jefe Político del Territorio de Tepic, General Mariano Ruiz;
Don Luís Peregrina, Prefecto Político de Acaponeta y en representación del
Presidente de la República, acudió un enviado especial; asimismo, autoridades
civiles y militares y cientos de acaponetenses como de otros lugares que
llegaron especialmente a conocer el ferrocarril. Era la novedad del siglo XX, y
por lo tanto, nadie quería perderse este irrepetible espectáculo.
También estuvieron
presentes en las fiestas del ferrocarril, los norteamericanos Harvey B.
Titcomb, presidente de la empresa; el Gerente General Mr. John Adams Small; el
Contador General Mr. S. B. Goldman; el Tesorero Mr. C. J. Hellerstedt; el
Ingeniero en Jefe Mr. Charles C. Cate; el Gerente de Tráfico Mr. Harry Lawton;
el Jefe de Talleres Generales de Empalme, Sonora, Mr. Stanley Houston y como
Jefe de construcción de vías Mr. Earl B. Sloan.
El advenimiento del tren a
la Villa de Acaponeta, fue motivo de regocijo no solamente entre sus pobladores
sino también de gente de otras localidades, cuenta Chávez Gradilla, que por tal
motivo se organizaron fastuosas festividades, porque fue un acontecimiento de
gran envergadura que nunca se esperaron los visitantes de otros estados y del
Territorio; los acaponetenses dieron muestras de esa gran hospitalidad que los
caracteriza, dejando una grata impresión a todos aquellos que asistieron a
presenciar tan grandioso acontecimiento.
Chávez Gradilla, abunda, que el tren que llegó por primera vez a Acaponeta, venía cargado de visitantes, y que se componía de cinco vagones pullman, cuatro de primera clase y una de express. Y llegó, reitera, del norte del país todo adornado de banderas y banderines de todos colores, adornos florales y guirnaldas de papel multicolor.
Así, los acaponetenses pudieron viajar cómodamente a las diferentes ciudades del norte de la República, entre las cuales se pueden mencionar el Puerto de Mazatlán, Culiacán, Ciudad Obregón, Nogales y otras más.
Chávez Gradilla, abunda, que el tren que llegó por primera vez a Acaponeta, venía cargado de visitantes, y que se componía de cinco vagones pullman, cuatro de primera clase y una de express. Y llegó, reitera, del norte del país todo adornado de banderas y banderines de todos colores, adornos florales y guirnaldas de papel multicolor.
Así, los acaponetenses pudieron viajar cómodamente a las diferentes ciudades del norte de la República, entre las cuales se pueden mencionar el Puerto de Mazatlán, Culiacán, Ciudad Obregón, Nogales y otras más.
El arribo del Ferrocarril
no solamente representaba el progreso de nuestro país, sino que a raíz de este
suceso logró establecerse una excelente relación de amistad, cultural y
comercial, principalmente entre Mazatlán y Acaponeta. Sus habitantes se
trasladaban a realizar sus compras personales y comerciales, a las fiestas,
actos culturales o sencillamente iban de paseo, ya que en ese tiempo el puerto
sinaloense era lo máximo en donde la gente se embelesaba contemplando el
inmenso azul del océano y sus playas color dorado, podían admirar también la
llegada y salida de los barcos, y todo mundo aprovechaba para convivir y gozar
de la hospitalidad de los mazatlecos.
Por otra parte, en aquellos
años era poca la gente que quería viajar al sur de la República, y si lo
hacían, era por necesidad; la relación de Acaponeta con el norte era de un 95
por ciento y de un 5 por ciento con el sur, no obstante a que Tepic era la
capital del Territorio. Relata Néstor Chávez, que esta situación se debió a la
llegada del Ferrocarril, y esta relación Acaponeta-Sinaloa, duró muchos años,
perdurando mucho tiempo después de que quedó regularizado el sistema
ferroviario hacia el sur.
Allá por los años
veinte—precisa—vivió en Acaponeta, el señor José Nova, quien tenía un automóvil
Ford 1920, fue el primero en usar un vehículo motorizado para trasladar
pasaje—se diría que fue el primer taxi—de la estación a domicilio, puesto que
hay que recordar que en aquellos ayeres la gente tenía que desplazarse a pie,
en carretas o en bestias, cuando el domicilio a donde iban estaba retirado de
la terminal ferroviaria.
Por azares del destino, don
José Nova se fue con todo y su familia a radicar a Ruiz, en donde fue el primer
presidente municipal una vez establecido el Ayuntamiento Libre y Soberano de
Ruiz, el cual se separó de Santiago Ixcuintla.
Era típico que los trenes
llegaran con varias horas de retraso, por lo que los viajeros que se
encontraban en espera se aburrían durante horas con la mirada larga hacia el
horizonte para ver cuando divisaban el humo durante el día, o la luz del faro
de la máquina durante la noche. Por este motivo, los acaponetenses dieron en
llamar al Ferrocarril Sud Pacífico, “Ferrocarril Sud Paciencia.”
Finalmente, en febrero de
1912, tras sortear grandes dificultades como consecuencia de los movimientos
revolucionarios, por fin llegó el Ferrocarril a Tepic, en donde ya lo esperaban
también con grandes preparativos para celebrar tan magno acontecimiento. En
estas fiestas estuvo presente el Vicepresidente de la República, Licenciado
José María Pino Suárez, en representación del presidente de la República, Don
Francisco I. Madero, así como el Secretario de Comunicaciones, Manuel Bonilla,
ambos inauguraron la entrada del primer ferrocarril a Tepic, acompañados por el
Jefe Político del Territorio General Martín Espinosa Segura, rememora el
historiador Néstor Salvador Chávez Gradilla..... (Continuará)
1 comentarios:
Wow, que bonito es vivir a través de memorias compartidas de las personas mayores, estoy en una investigación sobre patrimonio ferroviario, soy estudiante de Arquitectura y fue muy grato leer los relatos del Sr. Néstor Chávez.
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