domingo, 27 de marzo de 2011

PROYECTO RESCATE Y PUESTA EN VALOR DE LAS ESTACIONES DEL FERROCARRIL PERTENECIENTES AL ESTADO DE NAYARIT (1a. parte)




CORREO QUE ENVIÓ EL ANTROPÓLOGO RAÚL ANDRÉS MÉNDEZ LUGO:

Estimados amigos, el día de ayer el Lic. Antonio Saizar de El Eco de Acaponeta, me envió algunas fotos de la triste situación en que se encuentra la estación del ferrocarril, un símbolo histórico y cultural de nuestra querida Acaponeta y de nuestro estado, y algunos lectores hicieron comentarios muy acertados sobre la necesidad de su rescate y puesta en valor, haciendo un museo o centro cultural para los acaponetenses; quiero decirles que desde el 2009 hasta el 2010 estuve trabajando una propuesta muy seria sobre las estaciones de Acaponeta, Ruiz, Ahuacatlán y Valle Verde, las cuales tienen mayores posibilidades de ser concesionadas por parte de la Empresa FERROMEX. En octubre del 2009 estuvimos el Ing. Felipe Prado, el Mtro. Sergio Eugenio García Pérez, la Lic. Teresa Márquez de CONACULTA y yo en la SCT en el D.F. con el Subsecretario de Transportes, Ing. Humberto Treviño, a quien le hicimos entrega del proyecto. Desafortunadamente, este funcionario nunca se comunicó con nosotros ni contestó a nuestros multiples llamados via telefónica y por internet. Ojalá, alguien se atreva a gestionar con mayor fuerza este importante y necesario proyecto para el desarrollo cultural de Nayarit, pues las únicas personas que podrían lograr que las SCT y la empresa FERROMEX atendieran nuestras peticiones son el Gobernador del Estado y la Lic. Consuelo Saizar, presidente del CONACULTA, pues sabemos muy bien que existen intereses económicos muy fuertes por parte de la empresa ferroviaria, a pesar de los argumentos que les dimos a conocer en el proyecto mencionado. Por otra parte, les comento que insistí hasta el cansancio de que el presidente municipal de Acaponeta le enviara una carta al gobernador del estado y a la Lic. Consuelo Saizar para darles a conocer el interés en el proyecto que elaboré a instancias del CECAN, sin embargo, la carta nunca se envió, al menos yo no recibí copia de la misma. Ahora yo me encuentro en el Centro INAH, realizando otras labores de gestión cultural, pero me pongo a sus órdenes para retomar esa inquietud y coordinar acciones en torno a este querido proyecto.

Anexo encontrarán el proyecto en torno a las estaciones del ferrocarril, para lo que juzguen conveniente. sería muy bueno, reenviaran este correo a la Lic. Consuelo Saizar, quien debe estar enterada, pues en su representación estuvo con nosotros en la reunión con SCT la Lic. Teresa Márquez, Coordinadora Nacional del Patrimonio Ferroviario del CONACULTA. De ninguna manera quiero que esto se use para acusar o desprestigiar a alguien, solo quería decirle al Lic. Antonio Saizar que Acaponeta siempre estará en mis preocupaciones en torno a su desarrollo cultural, pues desde 1991 cuando era director del INAH Nayarit, organicé un grupo de amigos de Acaponeta en una Junta Vecinal Pro-Investigación, Conservación y Difusión del Patrimonio Cultural de Acaponeta,  (Guillermo Llanos, Elías Chan, Sergio Tirado, Lucila Hernández, José Ricardo Morales, Domingo Carmona, Nicolás Contreras, Abigail Villalobos, Ana María Gutierrez, Nestor Chávez Gradilla, Tito Chávez, Jesús Santoyo, entre otros) e iniciamos un movimiento cultural y artístico que ha dejado importantes secuelas hasta nuestros días.   


RESPONSABLE
RAUL ANDRÉS MÉNDEZ LUGO
CONSULTOR DE POLÌTICAS CULTURALES
PARA EL DESARROLLO REGIONAL

Í N D I C E


I.             PRESENTACIÓN.

II.           DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO.

III.          OBJETIVO DEL PROYECTO.

IV.         UTILIDAD DEL PROYECTO.

1.- ESTUDIO HISTÓRICO Y CULTURAL DEL FERROCARRIL EN EL ESTADO DE NAYARIT, CONTADO POR LOS CRONISTAS E HISTORIADORES LOCALES.

2.- DIAGNÓSTICO TÉCNICO-ARQUITECTÓNICO, SITUACIÓN LEGAL  Y FACTIBILIDAD DE CONCESIÓN DE LAS ESTACIONES DEL FERROCARRIL EN EL ESTADO DE NAYARIT.

2.1       ACAPONETA; 2.2 RUIZ; 2.3 TEPIC; 2.4 COMPOSTELA; 2.5 VALLE VERDE;
2.6 AHUACATLÀN; 2.7 IXTLÁN DEL RÍO.

3.- PROGRAMA DE NECESIDADES PARA LA ADECUACIÒN Y PUESTA EN VALOR DE LAS ESTACIONES CON POSIBILIDADES PARA SU CONCESIÓN CON SOLICITUD DE INTERÉS ESTATAL.

1.1       ACAPONETA; 3.2 RUIZ; 3.3 VALLE VERDE; 3.4 AHUACATLÁN.

4.   CONCLUSIONES FINALES.

5.   BIBLIOGRAFÌA Y FUENTES CONSULTADAS.

ANEXO 1: FICHAS TÉCNICAS DE LAS ESTACIONES.
ANEXO 2: GALERÌA FOTOGRÁFICA.



I.             PRESENTACIÓN

El  estado de Nayarit se caracteriza  por su gran diversidad natural y cultural desde sus tiempos más remotos, que hacen de la historia regional una verdadera aventura para propios y extraños, por ello no es pura casualidad que el Nayarit de hoy represente una gran oportunidad para el desarrollo económico, social y cultural de sus habitantes, así como de aquellos que han descubierto el amplio potencial que tiene esta región en el contexto de la globalización mundial, sin menoscabo de su identidad propia y el intercambio entre los pueblos.

Desde hace algunas décadas, tanto el gobierno federal como el estatal, han venido instrumentando y fortaleciendo diversas políticas para investigar, conocer, valorar, preservar, difundir y poner en valor el patrimonio cultural de los nayaritas, políticas que hoy podemos constatar en el ámbito legislativo, como son las leyes de protección, conservación y difusión de dicho patrimonio, sumándose a ello declaratorias, reglamentos, planes maestros, catálogos, programas y proyectos tendientes  a dignificar los testimonios históricos y culturales de las comunidades, así como fomentar el fortalecimiento de su identidad, contribuyendo de esta manera a elevar la calidad de vida de toda la población.

En ese contexto, el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Nayarit (CECAN), presentó el presente proyecto al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), quien de inmediato autorizó una partida especial para que se llevara a cabo un estudio completo sobre el estado de conservación de las estaciones del ferrocarril, su situación legal, el uso actual, la elaboración de una propuesta para su aprovechamiento cultural, artístico o educativo, así como iniciar las gestiones correspondientes para lograr su concesión al gobierno del estado.

Durante los meses de abril a septiembre del presente año se realizó la investigación histórica, el diagnóstico técnico arquitectónico y la elaboración de las propuestas de uso, respectivamente, cuyos resultados presentamos a continuación. 


II.                            DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO.

Consiste en establecer una estrategia general para el rescate, conservación, y puesta en valor del patrimonio ferroviario de Nayarit, para ello es neceasario realizar una investigación histórica y un diagnóstico técnico de dicho patrimonio, lo cual nos permita proponer al CONACULTA y conjuntamente a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a la Empresa FERROMEX y a los H. Ayuntamientos involucrados los proyectos correspondientes.

III.           OBJETIVO DEL PROYECTO.
 
Investigar, conocer y sistematizar la historia y la situación actual del patrimonio ferroviario correspondiente al estado de Nayarit, con la finalidad de establecer las estrategias para su rescate, conservación y puesta en valor con fines educativos, culturales y artísticos.

IV.                  UTILIDAD DEL PROYECTO.

Para su aprovechamiento comunitario, en materia de infraestructura cultural y artística, en siete estaciones de seis municipios, beneficiando una población de 500 mil habitantes.
Este proyecto propone un impacto cultural directo, con la ampliación y fortalecimiento de la infraestructura cultural y artística, ante la carencia de la misma, con opciones para casas de la cultura, museos, escuelas de arte, auditorios, bibliotecas u otros espacios.
 
1.   ESTUDIO HISTÓRICO Y CULTURAL DEL FERROCARRIL EN EL ESTADO DE NAYARIT, CONTADO POR LOS CRONISTAS E HISTORIADORES LOCALES.

Según el cronista de Acaponeta, el Sr. Néstor Chávez Gradilla nos dice que “ la primera máquina llegó a Acaponeta el 1° de enero de 1910, sin embargo, la construcción de la estación se llevó a cabo en los primeros años del siglo XX, exactamente en 1903”. 
Durante el gobierno del Gral. Porfirio Díaz, el tendido de la vía ferroviaria venía construyéndose de norte a sur, pues desde 1880 se habían iniciado estos trabajos en el estado de Sonora, siendo la empresa norteamericana de ferrocarriles denominada “Atchitson Topeka & Santa Fe” la que consiguió la concesión para la construcción del Ferrocarril en el estado de Sonora, logrando con ello unir al vecino país del norte con las principales ciudades de dicho estado, el cruce fronterizo quedó en la ciudad de Nogales y la obra se terminó el 11 de octubre de 1882 con la construcción de 424 kilómetros  de vía.
Años después, el General Porfirio Díaz celebró un convenio con los Estados Unidos de Norteamérica, acordándose entonces adquirir en calidad de arrendamiento los ferrocarriles de Sonora, con el fin de continuarlos por la costa del Pacífico hacia el interior de la República.
Para que la vía entrara a Sinaloa, Porfirio Díaz giró instrucciones al General Francisco Cañedo Belmontes, gobernador del estado, con el fin de que facilitara los trabajos y no fueran entorpecidos por ningún motivo, logrando llegar al puerto de Mazatlán, Sinaloa en 1908. El General Cañedo fue un fiel colaborador del presidente Díaz, que peleó al lado de él contra el ejército francés, por ello, Porfirio Díaz lo nombró gobernador de Sinaloa, cargo que desempeñó hasta el cinco de junio de 1909, fecha en que murió. Por cierto, Francisco Cañedo -narra Chávez Gradilla- nació en 1840 en “La Hacienda de Bayona y Nieblas,” actualmente conocida simplemente como “La Bayona” perteneciente al municipio de Acaponeta.
En 1902, Don José Ives Limantour, Secretario de Hacienda de la dictadura, mantenía pláticas con el Ingeniero Francis Butterfield, el cual ya había visitado la ciudad de Tepic, con el interés de construir las vías del Ferrocarril. Butterfield vino con la representación del señor Warfield, un importante empresario ferrocarrilero en los Estados Unidos.
Como resultado de estas gestiones en 1905 se firmó el contrato entre la Secretaría de Comunicaciones de la República Mexicana y el señor J. A. Nougle, quien era el representante legal de la Southern Pacific Com., para la construcción de la vía férrea, desde el estado de Sonora hasta Guadalajara, Jalisco, no obstante, ya habían comenzado la edificación de algunas estaciones ferroviarias.
Una vez firmados los acuerdos, la empresa que se hizo cargo de la obra fue la Southern Pacific Com., y el 24 de junio de 1909 se registró con el nombre de Ferrocarril Sud Pacífico de México, quedando así renovados los contratos de arrendamiento con los ferrocarriles del estado de Sonora, de Cananea, del Río Yaqui y Pacífico.
Cuando se conoció tal acontecimiento, diferentes firmas económicamente fuertes en la región de Tepic, se interesaron por el proyecto y buscaron adquirir terrenos por donde pasaría la vía, tomando en cuenta el enorme valor que estos adquirirían en el futuro.
Néstor Chávez, relata que algunas de esas familias fueron Los Menchaca, Leopoldo Romano, Carlos Fenelón, Francisco e Ildefonso Rivas, Eugenio Hildebrandt, Gonzalo Gangoiti, Los Maisterrena, Carlos Castilla, Tomás Andrade, La Casa Aguirre, entre otros.

Con el arribo del Ferrocarril a Acaponeta, cayeron los servicios de las diligencias, cuyos dueños eran Agustín Menchaca, Antonio de la Peña, Don Ricardo Gárate y otros. Esta situación es comprensible, dado que viajar en Ferrocarril era mucho más barato y, por lo tanto, favorecía la economía de la gente, sobre todo, si se comparaban los precios de los diferentes medios de comunicación. El cronista destaca que el precio del pasaje en diligencias de Tepic a Acaponeta, entre 1908 a 1909, era de 15 pesos, mientras que de Mazatlán a Tepic y a la inversa, costaba 28 pesos. En tanto que los precios de pasajes en el Ferrocarril Sud-Pacífico, de Acaponeta a Mazatlán y a la inversa—entre 1910 y 1912—era, de 8 pesos con setenta centavos, en primera clase y en segunda clase de 2 pesos con 65 centavos.
En la Concha, última ranchería al sur de Sinaloa y en Acaponeta, ya habían empezado a construir los puentes para el paso del ferrocarril y el 14 de junio de 1909 llegó la vía a la Concha, para enseguida continuarla hasta Acaponeta, donde el puente prácticamente estaba concluido, pero no fue sino hasta finales de dicho año en que se terminó definitivamente el citado puente sobre el Río Acaponeta, el cual consta de tres arcos o tramos de estructura metálica, y se eligió el primero de enero para su inauguración, entrando entonces por primera vez el primer ferrocarril al territorio de Tepic.
En 1903, quedó terminada la Estación del Ferrocarril en Acaponeta, justamente en donde se encontraba el centro de operaciones de la empresa contratada para la construcción de los puentes y de los edificios de las estaciones, la empresa era la Milliken Bross Com. de Nueva York.
El progreso trae como naturalmente sus consecuencias y para la realización de esta gran obra, se tuvo que derrumbar una parte del conocido Cerro de “La Glorieta”, en donde se encontraba una capilla a donde acudían los creyentes, la mencionada iglesia fue utilizada mientras se construía el actual templo de la Asunción; con la demolición de una parte del cerro “La Glorieta”, fue necesaria la reubicación de muchas familias que ahí vivían, esto sucedió en 1906.
Llegada la fecha realizó su entrada de manera triunfal, solemne y ceremoniosa, el primer Ferrocarril procedente del norte a tierras del territorio de Tepic en las primeras horas de la mañana del día primero de enero de 1910, trayendo en sus vagones a visitantes pasajeros de Culiacán, Mazatlán, Escuinapa y El Rosario, Sinaloa.
Todos ellos fueron recibidos por el Jefe Político del Territorio de Tepic, General Mariano Ruiz; Don Luís Peregrina, Prefecto Político de Acaponeta y en representación del Presidente de la República, acudió un enviado especial; asimismo, autoridades civiles y militares y cientos de acaponetenses como de otros lugares que llegaron especialmente a conocer el ferrocarril. Era la novedad del siglo XX, y por lo tanto, nadie quería perderse este irrepetible espectáculo.
También estuvieron presentes en las fiestas del ferrocarril, los norteamericanos Harvey B. Titcomb, presidente de la empresa; el Gerente General Mr. John Adams Small; el Contador General Mr. S. B. Goldman; el Tesorero Mr. C. J. Hellerstedt; el Ingeniero en Jefe Mr. Charles C. Cate; el Gerente de Tráfico Mr. Harry Lawton; el Jefe de Talleres Generales de Empalme, Sonora, Mr. Stanley Houston y como Jefe de construcción de vías Mr. Earl B. Sloan.
El advenimiento del tren a la Villa de Acaponeta, fue motivo de regocijo no solamente entre sus pobladores sino también de gente de otras localidades, cuenta Chávez Gradilla, que por tal motivo se organizaron fastuosas festividades, porque fue un acontecimiento de gran envergadura que nunca se esperaron los visitantes de otros estados y del Territorio; los acaponetenses dieron muestras de esa gran hospitalidad que los caracteriza, dejando una grata impresión a todos aquellos que asistieron a presenciar tan grandioso acontecimiento.

Chávez Gradilla, abunda, que el tren que llegó por primera vez a Acaponeta, venía cargado de visitantes, y que se componía de cinco vagones pullman, cuatro de primera clase y una de express. Y llegó, reitera, del norte del país todo adornado de banderas y banderines de todos colores, adornos florales y guirnaldas de papel multicolor.

Así, los acaponetenses pudieron viajar cómodamente a las diferentes ciudades del norte de la República, entre las cuales se pueden mencionar el Puerto de Mazatlán, Culiacán, Ciudad Obregón, Nogales y otras más.
El arribo del Ferrocarril no solamente representaba el progreso de nuestro país, sino que a raíz de este suceso logró establecerse una excelente relación de amistad, cultural y comercial, principalmente entre Mazatlán y Acaponeta. Sus habitantes se trasladaban a realizar sus compras personales y comerciales, a las fiestas, actos culturales o sencillamente iban de paseo, ya que en ese tiempo el puerto sinaloense era lo máximo en donde la gente se embelesaba contemplando el inmenso azul del océano y sus playas color dorado, podían admirar también la llegada y salida de los barcos, y todo mundo aprovechaba para convivir y gozar de la hospitalidad de los mazatlecos.
Por otra parte, en aquellos años era poca la gente que quería viajar al sur de la República, y si lo hacían, era por necesidad; la relación de Acaponeta con el norte era de un 95 por ciento y de un 5 por ciento con el sur, no obstante a que Tepic era la capital del Territorio. Relata Néstor Chávez, que esta situación se debió a la llegada del Ferrocarril, y esta relación Acaponeta-Sinaloa, duró muchos años, perdurando mucho tiempo después de que quedó regularizado el sistema ferroviario hacia el sur.
Allá por los años veinte—precisa—vivió en Acaponeta, el señor José Nova, quien tenía un automóvil Ford 1920, fue el primero en usar un vehículo motorizado para trasladar pasaje—se diría que fue el primer taxi—de la estación a domicilio, puesto que hay que recordar que en aquellos ayeres la gente tenía que desplazarse a pie, en carretas o en bestias, cuando el domicilio a donde iban estaba retirado de la terminal ferroviaria.
Por azares del destino, don José Nova se fue con todo y su familia a radicar a Ruiz, en donde fue el primer presidente municipal una vez establecido el Ayuntamiento Libre y Soberano de Ruiz, el cual se separó de Santiago Ixcuintla.
Era típico que los trenes llegaran con varias horas de retraso, por lo que los viajeros que se encontraban en espera se aburrían durante horas con la mirada larga hacia el horizonte para ver cuando divisaban el humo durante el día, o la luz del faro de la máquina durante la noche. Por este motivo, los acaponetenses dieron en llamar al Ferrocarril Sud Pacífico, “Ferrocarril Sud Paciencia.”
Finalmente, en febrero de 1912, tras sortear grandes dificultades como consecuencia de los movimientos revolucionarios, por fin llegó el Ferrocarril a Tepic, en donde ya lo esperaban también con grandes preparativos para celebrar tan magno acontecimiento. En estas fiestas estuvo presente el Vicepresidente de la República, Licenciado José María Pino Suárez, en representación del presidente de la República, Don Francisco I. Madero, así como el Secretario de Comunicaciones, Manuel Bonilla, ambos inauguraron la entrada del primer ferrocarril a Tepic, acompañados por el Jefe Político del Territorio General Martín Espinosa Segura, rememora el historiador Néstor Salvador Chávez Gradilla..... (Continuará)

1 comentarios:

Citlalli Castro R. dijo...

Wow, que bonito es vivir a través de memorias compartidas de las personas mayores, estoy en una investigación sobre patrimonio ferroviario, soy estudiante de Arquitectura y fue muy grato leer los relatos del Sr. Néstor Chávez.