Por: Georgina Morales
“Mañana
lo hago”. Típica frase mexicana. La
organización y el orden, no es algo que vaya con la mayoría de los mexicanos.
Preferimos dejar las cosas para el último momento. Es una característica muy
singular que tenemos y muy común.
Estamos
en una reunión y sabemos que hay algo importante que debemos hacer antes del lunes, pero lo posponemos para evitar salir de nuestra zona de confort y
trabajar en ello. ¿Te suena?
La
flojera tiene mucho que ver con esta característica. “Para qué hacerlo hoy, si
puedo hacerlo mañana”. Se nos olvida que el mañana no es seguro y que muy
probablemente traiga consigo otros pendientes. Las prisas y nuestra falta de
organización terminan por convertirse en una carga.
Cuando
hablamos de organización, no nos referimos a llevar un plan semanal en la
agenda, con tiempos establecidos. Es algo mucho más sencillo que eso. Es saber,
qué tengo que hacer el día de hoy y por qué debe completarse hoy.
Cuando
dejamos las cosas para “última hora”, retrasamos la planeación natural que ya
llevamos. Todo se detiene, aunque no lo creamos. Nunca sabremos si el día de
mañana, mientras completemos nuestra actividad, surja algún inconveniente que
con tiempo se pudo haber evitado. O surja algún problema que no se podrá
resolver rápido.
Y
es que nuestro problema es que no nos gusta batallar. Todo tiene solución, menos la muerte, diría
mi abuelita. Sin embargo, es importante saber que una gran parte del tiempo que
trabajamos afecta directamente e indirectamente el trabajo de otros. Y si no
realizamos nuestras actividades en el tiempo y forma establecido, muy
posiblemente, podremos afectar a los
demás.
Es
muy sencillo, simplemente es hacer lo que nos toca hoy, y mañana ya veremos.
G
@Georginna_M
gina.m88@gmail.com
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