domingo, 26 de abril de 2009

INDIGNACIÓN GENERAL: QUIEREN DESAPARECER EL IEA

Gran indignación y seria preocupación se ha generado en un sector de la sociedad acaponetense, mismo que ha causado el aviso por parte de la parroquia de Acaponeta de la futura desaparición del Instituto Educativo Acaponeta (IEA), que desde hace seis años viene funcionando en el edificio llamado Cristo Rey a espaldas del Santuario de Guadalupe. Como se recordará, esta escuela que hoy tiene los servicios de primaria y secundaria, funciona por cooperación, luego que en 2003, los padres de familia decidieran sacar a sus hijos del Colegio Buenaventura O´Connor, por problemas fuertes que en ese plantel se presentaron. A esta fecha, la escuela tiene una matrícula aproximada de 250 estudiantes que hoy ven con preocupación su probable salida de esas instalaciones, ya que este medio se ha enterado que el párroco de Acaponeta, ha solicitado a los pater familia le dejen el edificio al final del ciclo lectivo porque quiere ampliar la cobertura del catecismo a la edad de 9 años. En verdad que tal decisión no se justifica, pues un comodato de este tipo no debe romperse así como si nada de la noche a la mañana, mismo que se hizo durante la administración del ex párroco José de Jesús Enríquez, quien con muy buena voluntad y comprendiendo los motivos de los padres de familia dio su anuencia para que el plantel funcionara en el lugar de donde ahora los quieren expulsar. De suceder tal desaguisado quedarían sin trabajo un aproximado de 17 maestros, una secretaria, dos intendentes, un velador y un directivo, sin contar los que laboran en la cooperativa. Por el contrario, nos dicen que en el aledaño Colegio Buenaventura O´Connor, hay suficiente espacio, pues es una escuela muy amplia que solo da cabida a un total aproximado de 8 a 10 niños y una maestra. Lo más sorprendente es que los alumnos del IEA, son los que participan con más entusiasmo en las acciones de la iglesia, como las peregrinaciones y otras actividades que no se pueden realizar sin su participación; por otro lado los padres de familia se encargan del pago de la luz del Santuario de Guadalupe, de la casa cural Cristo Rey y del edificio en general, que en ocasiones les genera una erogación de 7 u 8 mil pesos bimestrales. Hay que hacer notar que esta escuela simplemente funciona por cooperación y que no tiene fines de lucro; los gastos de mantenimiento y equipamiento de la institución se hace con la participación de los padres que se dan a la tarea de organizar eventos para recabar fondos, como rifas, obras de teatro, etc., recientemente introdujeron una sala de cómputo con 10 aparatos y la instalación de la respectiva red eléctrica, que les significó un fuerte gasto. Justo ahora están planeando llevar a cabo el concurso de elección de los reyes de la escuela que de manera tradicional en su jornada cultural anual, les reporta beneficios económicos, ya que tienen intención de remodelar los baños y adquirir una fotocopiadora. Otro problema en que no reparó el sacerdote quien les dice que recibió órdenes del Sr. Obispo Ricardo Watty Urquidi, es que ya se abrieron las inscripciones para el siguiente ciclo lectivo y ya hay decenas de estudiantes que han pagado la inscripción, metiendo en un problema a la directiva y a la asociación civil que maneja los recursos. Ojala el Señor Cura reflexione sobre su decisión y vea el daño que le puede hacer a cientos de ciudadanos que no tendrían donde meterse, acabando de tajo y sin justificación seria, con una escuela que tiene años laborando y manteniendo en buen estado el edificio que hoy los acoge. Es increíble e inaceptable que en Acaponeta se abran sin dificultad depósitos de cerveza, centros botaneros y otros antros, y con la misma facilidad se cierren escuelas. ¿Las autoridades educativas, municipales y eclesiásticas que dicen?

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