LOS ASESORES DE 90 MIL PESOS MUERDEN LA MANO QUE LES DABA DE COMER: LA DEL PUEBLO

CÓMO DA VUELTAS LA VIDA...

Decía la escritora ciega y sordomuda Hellen Keller: "La vida es una sucesión de lecciones que deben vivirse para ser comprendidas". Así hay cosas que hoy no se comprenden y vemos que la vida es una ruleta rusa que si dispara daña y si no, igual daña. Aquellos presumidos y pomposos asesores que tenía el Presidente Municipal y que fueron corridos por inútiles, hoy vuelven a ser noticia. Pues cansados y preocupados por ya no ganar las pingües quincenas que el pueblo les pagabamos por hacer NADA, hoy demandan al Ayuntamiento, alegando despido injustificado. A estos tipos, debiéramos encuerarlos en la plaza, llenarlos de brea y plumas, para después llevarlos al arroyo de la Viejita, para que se bañen. Mejor no, contaminan el arroyo. Edwin Toledo Ortega, Bernardo Vargas y Ramsés Partida Morelos, ayer prepotentes y altivos asesores presidenciales –hasta parientes salieron del médico presidencial—y hoy, perros que ladran a la luna buscando lo mismo que Luceria, vivir –indignamente por supuesto—a costa de las costillas del pueblo. Los malandrines han demandado al Ayuntamiento alegando despido injustificado y yo pregunto: ¿cómo se atreven a decir tal barbaridad, estos fulanos que en mala hora trajeron a nuestro terruño? cuando todos vimos que ganando las carretadas de billetes que quincenalmente les dábamos --porque el dinero es nuestro, del pueblo-- por no hacer nada, ellos lograron sin mucho esfuerzo, que el pyeblo se fuera en contra del Dr. Saulo; ya se les olvidó que los acaponetenses los repudiaron como la mismísima peste bubónica. Qué sepan estos malandrines que el Ayuntamiento de Acaponeta, no es del Dr. Saulo o del SUTSEM, o de algunos funcionarios municipales, vamos, ni del cabildo integrado por el síndico y los regidores; el Ayuntamiento es del pueblo y si lo demandan, nos demandan a todos.