viernes, 8 de junio de 2012

COLUMNA HUESPED...Armando Fuentes Aguirre "Catón"

 
Por: Armando Fuentes Aguirre "Catón"
 
Indecencias



El tiempo pasa. Tal es su principal oficio, junto con el de aliviar tristezas y pesares. Apenas puedo creer que hayan pasado ya 12 años de lo que en seguida voy a relatar. Coincidí con Josefina Vázquez Mota en un vuelo de Aeroméxico. Estaba en su apogeo la campaña por la Presidencia, con Vicente Fox como candidato del PAN. Josefina y yo éramos amigos: Frecuentemente habíamos participado juntos en ciclos de conferencias; teníamos una buena amistad.


Le pidió Josefina con amabilidad al pasajero que iba sentado junto a mí que cambiara su asiento con ella, a lo cual el señor accedió de buena gana. Todo el trayecto lo ocupó mi amiga en hablar bien de Fox; en pedirme que no lo criticara tanto. En efecto, yo señalaba continuamente en mis artículos las fallas que advertía en el guanajuatense. El tiempo me dio la razón, y aprovecho este modesto espacio para agradecérselo. Muchas gracias, tiempo: Tan ocupado que estás pasando y aliviando pesadumbres, y mira que te diste tiempo para darme la razón. Por este medio te lo agradezco mucho. Josefina Vázquez Mota fue siempre una leal y fiel colaboradora de Vicente Fox, lo sé muy bien. Por eso lamento el mal pago que ha recibido de él, trato muy apartado no sólo de lo que se debe a la gratitud, sino también de lo que a la dignidad se debe. Pero así es ese sucio fregado de la política que decía mi paisano Valle Arizpe. Otra cosa también he lamentado, y es la burda y grosera tergiversación que los propagandistas de Josefina hicieron de unas palabras de López Obrador.

Mutilaron frases suyas y las acomodaron de mala manera para hacerlo aparecer como propugnador de la violencia armada, locura que él mismo ha rechazado expresamente. A más de torpe la censurable acción es inmoral, y desdice del sustrato ético que creí ver en la campaña de la candidata panista. Desde luego estas bribonadas se vuelven siempre contra quienes las perpetran: Los autores del mentiroso spot dañaron con él la imagen de Josefina y favorecieron la de AMLO. Apena ver esas indecencias -la de Fox y la de esa necia falsificación- en el partido que otrora fue “el partido de la gente decente”... Aviso importante: Al final de esta columnejilla aparece el vitando chascarrillo conocido con el nombre de “El Chiste más Pelado en lo que Va del Año”. Execrable es ese cuento, y merece ser objeto de anatematismo. Lo saco a la luz pública porque no sé lo que significa esa palabra, anatematismo, lo cual me libra de toda responsabilidad. Antes, sin embargo, daré salida a otro chascarrillo a fin de disponer el ánimo de la república para recibir la supradicha historia... Afrodisio Pitongo, hombre proclive a la concupiscencia de la carne, le dijo a Babalucas, cuya cortedad de entendederas nos es ya conocida: “Si le das yohimbina a una mujer te hará lo que le pidas”.

(La yohimbina, lo digo a modo de breviario cultural, es un alcaloide sacado de la corteza de un árbol africano llamado yohimbé, sustancia a la cual se atribuían virtudes afrodisiacas que podían actuar lo mismo en las mujeres que en los hombres). Poco después Babalucas le contó al tal Pitongo que había administrado una buena dosis de yohimbina a su esposa. “¿Y ella te hizo lo que le pediste?” -preguntó Afrodisio con salaz acento. “No” -respondió Babaluca con tristeza. “Pues ¿qué le pediste?” -inquirió Pitongo muy intrigado. Contesta el badulaque: “Le pedí que cocinara para mí”... Y ahora he aquí “El Chiste más Pelado en lo que Va del Año”. Las personas con tiquismiquis de moralina deben saltarse hasta donde dice “FIN”, pues la lectura de tan infame relato puede causar efectos negativos en quienes tienen la desdicha de padecer esos escrúpulos... Un tipo llegó a un laboratorio de análisis clínicos y le dijo a la encargada, una linda y joven enfermera, que necesitaba hacerse un examen de glucosa en sangre. Ella le pinchó el dedo para obtener la muestra. Buscó luego una toallita de papel para limpiarle el dedo, pero no la encontró. Le dijo apenada al sujeto: “Disculpe, señor: Parece que se nos acabaron las toallitas húmedas. Si me lo permite, le chuparé el dedito para que le quede limpio”. Dice entonces con rapidez el individuo: “También necesito un examen de orina”. (No le entendí)... FIN.

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